Capítulo 11

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El martes por la noche, Jimin detuvo su coche en el aparcamiento del Black Cat Lounge y empezó a buscar la moto de Yoongi. Irene le había dicho que iba estar allí aquella noche jugando al billar. Tras examinar las motos, vio la de Yoongi.

El corazón se le aceleró. Aparcó el coche y apagó el motor. Le sudaban las manos y se sentía algo mareado. Se miró en el espejo para comprobar si tenía que retocarse el cabello. Se había arreglado de un modo muy sexy y dramático. Junto con la camisa azul que se había comprado con Irene, unos pantalones negros de un material parecido al cuero que se le ajustaban muy bien en su cuerpo para hacer resaltar su mejor atributo "su trasero", esperaba que su aspecto sirviera para dejar inmóvil a casi cualquier hombre, aunque, por supuesto, a él sólo le interesaba Yoongi.

¿A quién estaba tratando de engañar? Incluso así vestido tenía un aspecto tan peligroso como el de un gatito. Mientras abría la puerta del coche y se bajaba, esperó que al menos fuera un gatito con afiladas uñas.

Cuando llegó a la puerta del bar, respiró profundamente antes de abrirla. El interior del Black Cat apestaba a humo de cigarrillos. El bullicio procedente de las mesas de billar competía con el estruendo de la música y el murmullo de las voces, que eran principalmente masculinas. Desde allí, trató de localizar a Yoongi.

-Hola, guapo. ¿Te puedo ayudar con algo? -le preguntó un corpulento rubio, desde una mesa cercana.

-No, gracias -respondió, dedicándole una sonrisa. Se dirigió a la barra del bar. Allí, tomó asiento en un taburete.

-¿Qué va a ser? -le preguntó la camarera. Jimin abrió la boca para pedir su habitual Coca-Cola Light, pero la volvió a cerrar. Un chico malo tomaría algo mucho más fuerte. ¿El qué?

-Vamos. No tengo toda la noche - Afortunadamente, un hombre se acercó a la barra y pidió un ron con Coca-Cola y una cerveza. Aquello sirvió a Jimin de inspiración.

-Un ron con Coca-Cola -dijo. Varios minutos más tarde, la camarera le dejó la copa sobre la barra. Jimin estaba a punto de sacar el monedero para pagar cuando alguien le puso la mano sobre el brazo.

-Invito yo. - El hombre que lo había saludado al entrar se sentó a su lado y le entregó un billete a la camarera.

-Me llamo Charlie -dijo, con una deslumbrante sonrisa.

-Oh, hola. Gracias por la copa –replicó el peli rosa, tomando un sorbo. Había más ron que Coca Cola. El coctel le abrasó la garganta. Apartó a un lado la bebida y empezó a toser.

-¡Vaya! ¿Acaso es demasiado fuerte para ti? -le preguntó Charlie, golpeándolo suavemente en la espalda.

-No... Simplemente se me ha ido por el otro lado -contestó. Agarró el vaso y dio otro trago. Por suerte, aquella vez no estuvo tan mal. Tal vez simplemente no estaba bien mezclado.

-Bueno, ¿vas a decirme tu nombre o voy a tenerlo que adivinar?

-Me llamo Jimin.

-Jimmy. Bonito nombre.

El peli rosa no se molestó en corregirlo. Miró hacia las mesas y casi inmediatamente vio a Yoongi. El pelimenta no lo había visto a él, lo que significaba que tendría que acercarse un poco y tratar de aclamar su atención.

-¿Por qué lo estás mirando a él cuándo me tienes a mi aquí? -le preguntó Charlie.

-Oh... Su cara me resulta familiar -mintió. Miró a su acompañante y decidió que no parecía mal tipo. No le vendría mal poner a prueba sus técnicas de seducción con él.

Sexy Tentación - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora