Liar |JJK y tu|

20.

Sonaba algo alterado, al parecer.

-¿pasa algo, Tae? - pregunté comenzando a preocuparme.
-lo que está pasando, no creo que sea bueno, __, tienes que volver a tu casa. - dijo con la voz agitada.- ahora, __.

El momento caliente había reducido tanto que incluso me sentía asustada y fría.

No entendía porque Tae estaba hablando así, no entendía nada, estaba preocupada por lo que sea que estuviera pasando.

Miré a Jungkook y le hice una seña de que debíamos irnos.

-Tae, tranquilo, he avisado que no estaría en casa, no van a enojarse mis padres conmigo, ¿eso es lo que te preocupa?, se supone que estoy en tu casa ahorita mismo.- contesté mientras acomodaba mi ropa y Jungkook me miraba preocupado, con una mirada preguntándome sobre qué estaba pasando.

-__, no es eso, de verdad tienes que venir, estaba preocupado por ti y regresé a tu casa, ven. - sonreí, ¿solo quería verme para asegurarse que estaba bien?

Solté una risilla.

-no tardes, que de verdad es importante.

————
En menos de 10 minutos habíamos llegado, vi a Taehyung en la división de la casa vecina con la mía.

Nos acercamos a él y le sonreí, pero mi sonrisa se esfumó en cuanto le vi nervioso, mordiéndose las uñas.

-¿todo bien, Tae?.- pregunté mientras tomaba su brazo para alejar su mano de su boca, incluso Jungkook se acercó a verlo.

-tienes que verlo por ti misma.- me tomó de la muñeca y me jaló hacia mi casa.

Pronto pude notar como el coche de mi madre se encontraba estacionado en la entrada, sonreí al saber que ya se encontraba en casa, pero por otra parte me sentí mal por mi padre, trabajaba tanto que muy apenas se le veía.

Taehyung miró directamente a mi casa, la ventana de la cocina, la cuál se encontraba encendida.

-¿qué pasa?, ¿quieres entrar?.- pregunté sin entender qué era lo que estaba mirando.

-no, quiero que veas algo.- me jaló hacía la ventana que mostraba el salón de estar, y miré claramente a mi madre sobre un señor, el cuál obviamente no era mi padre.

Mis pensamientos se detuvieron en un segundo.

-__, lo siento mucho, yo...- Taehyung empezó pero lo interrumpí.

-no, por favor, no digas nada.- sentí como mis ojos comenzaban a llenarse de lagrimas.

Volteé a ver a Jungkook, y él estaba mirando directamente a la escena que estaba tomando lugar en mi sala.

Luego sintió mi mirada y sus ojos parecieron ablandarse, acercó su mano a mi mejilla y la acarició.

Con este toque bastó para que mis lágrimas cayeran como cascadas, me sentía rota, traicionada y estúpida.

Mi padre era un gran hombre, daba todo por nuestra familia y amaba con locura a mi madre.

Y pensaba que ella lo amaba de igual forma a él, ellos eran mi meta en la vida, conseguir a alguien que me apoye como ellos se apoyaban, era mi más grande admiración.

Pero todo eso se rompió en pocos segundos.

Vivía en una mentira y en una pesadilla a la vez.

Me sentía culpable y mal por papá, no merece esto, ¿qué pasaba con mamá? No entiendo.

Volteé mi mirada a Taehyung y le sonreí como pude.

-Gracias por enseñarme esto.- le dije mientras ambos chicos me miraban con un toque de desesperación, de no saber cómo ayudarme.