Nuevos placeres

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Entro detrás de mi omega a nuestra habitación.
Durante la cena estuve pensando, y lo mejor para ella es acostumbrarse a mí y a lo nuestro, estando conmigo en mi casa.

Lisa: Omega, he estado pensándolo.... y creo que lo mejor es que te mudes conmigo

Jennie: ¿Y por qué haría tal cosa ?

Lisa: Porque debes estar conmigo, ahora estamos unidas. Ahora tienes mi marca.

Jennie: ¿Y mi trabajo? ¿Y mi carrera?

Lisa: Esas cosas ya no importan, yo tengo todo lo que tú necesitas ahora - creo que nada de lo que digo le agrada, a juzgar por su cara....

Repentinamente siento un ardor en mi pecho...
Así que esto es sentir una conexión.

Jennie: No... - dice mientras evita mi mirada, viendo hacia las paredes - No eres nada de lo que esperé. Mi alfa sabría lo que me hace feliz y no me obligaría a dejarlo

Lisa: Omega, entiéndelo por favor. Eres una mujer bella, a la vista de todo el mundo, ¿cómo crees que eso me hace sentir a mí?,que soy tu dueña - me acerco, la acecho - qué soy la única que puede tocarte, que soy la única que puede estar dentro de ti.

Me posiciono detrás de ella, mientras siento sus movimientos tensos, su respiración pausada. Comprendo que no me dirá que no.

Deslizo mis manos por su cadera hasta llegar a los botones de sus shorts.
Se ha vestido como una descarada hoy.
Intenta evitar que desabroche el botón, pero yo tomo sus manos con suavidad, camino con ella hasta acercarla a la orilla de la cama, y la guío para que coloque ambas palmas sobre la cama, entregándome su cuerpo.

Con su ropa abierta, la desnudo de la cintura para abajo. Pasando mis dedos entre sus piernas, de adelante hacia atrás, sintiendo toda la humedad.
Conduzco mi mano izquierda en direction a su nuca, pasando por su espalda, la tomo con firmeza del cuello y la someto debajo de mí, haciendo que baje su cabeza y mantenga elevado el culo.

Jennie: Li-Lisa...

Lisa: Silencio.

Con mi mano derecha por fin desabrocho mis pantalones, bajo mis bóxers y dejo salir la insistente ereccion que he mantenido desde que vi a mi omega esta mañana, y comienzo a masturbarme, justo detrás de ella, viendo ambas entradas.

Me detengo un momento, he tomado una decisión.

Meto mi dedo corazón en mi boca, lo chupó bastante bien, y lo dirección al ano de Jennie.
Ella salta de inmediato, pero yo la mantengo con firmeza abajo con mi mano en su nuca.

Jennie: Espera, Lisa, yyo no creo que eso ...

Lisa: Shhh, basta, haz silencio y respira.

Palpo su entrada y la acaricio, en movimientos circulares constantes, para meter mi dedo de lleno.

Es muy apretado, y está muy bien lubricado por dentro, pero no es mi intención lastimarla con esto hoy, mi intención es que lo ame con locura, y me lo pida después.

Ella jadea mientras comienzo un va y ven con mi dedo.

Cuando la presión sede un poco, me retiro, y procedo a lamer mi dedo índice.
Ahora la penetraré con ambos dedos, índice y corazón.

Jennie: ¡Ah!, dios

Exclama mi omega cuando la llenan mis dedos de nuevo; esta vez ya no hay resistencia de su parte.

Me mantengo en un ritmo constante hasta que ya es tiempo.

Saco mis dedos, los deslizo por debajo de su culo, paseándolos por sus labios húmedos y suaves, y acaricio su clitoris hinchado en movimientos frenéticos.

Ella jadea, su respiración se acelera cada vez más, dejando su voz salir en pequeños gemidos tímidos.
No la dejaré acabar de esta manera.

Retiro mi mano y comienzo a masturbarme de nuevo.
Posiciono mi pene en el ano de Jennie y comienzo a masajearla con la punta para estimularla, hasta que poco a poco me permite entrar.

Jennie : Espera, Lisa, por favor hazlo despacio - dice entre jadeos

Un poco de mi longitud ha pasado, siento su calor y el deseo me consume.

Pongo ambas manos en los hombros de Jennie y doy una estocada que me deje entrar totalmente

Jennie: AH DIOS, DIOS, AlFA

Me quedo muy quieta sobre ella, un pequeño movimiento podría lastimarla.

Paso ambos brazos por debajo de los suyos y la ayudo a levantar su torso de la cama mientras estoy dentro.

Regresamos a la posición inicial; ambas de pie a solas en nuestra habitación. Estoy a su espalda, inhalando el aroma de su cuello mientras mi polla la llena.

Ella suda y jadea mientras se acostumbra a mi tamaño. Toma mis manos entre las suyas con fuerza, abrazando su cintura.

El calor abrazador aunado a lo estrecho de su entrada será un peligro para mí, es el placer perfecto para un alfa, reclamandola en todo sentido.

¿Por qué me temes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora