Lo echaba de menos

19.9K 1.6K 412
                                    

Cerré la puerta en seguida
—¿Qué te pasa? Eres una grosera - le di golpes en su brazo

—Tú dijiste que me quedara así - dice haciéndose la tonta

—Tendré que disculparme después- digo para mí misma

—¿Quien es ella? - pregunta Lisa en tono serio

—Una alfa de mi trabajo.

—Le gustas, huele a deseo.

—Me invitó a salir una vez, la rechacé

—Es que eres una omega hermosa, que bueno que ya llegué. No dejaría a mis hijos con otro alfa

—¿Hijos? - pregunto sonriendo - sólo será uno

—No lo creo - dice mientras se acerca a mí de nuevo
Toma mi mano y la pone en su pene. Comienzo a tocarlo con confianza.
Ella alza mi vestido y baja mi tanga
Toma mis piernas y me carga

—Mételo

Tomo su pene y lo alineo en mi entrada, ella hace el resto y lo mete profundo en mi coño.

Dios, mi cuerpo se está acostumbrando de nuevo a su tamaño, mi piel se estira y lo presiona.
Me sostengo de su cuello y comienzo a subir y bajar sobre su ereccion.

—Desnúdate, quiero verlas - dice entre suspiros

Tomo mis tirantes cómo puedo y los bajo, dejando salir mis pechos.
Le han gustado bastante

—Dios, son preciosas - agacha su cabeza y toma una en su boca, succiona y lame mi pezon mientras sigue penetrandome con rapidez

Yo no podía mas que gemir.

Se detiene y comienza a caminar para la cocina.
Me coloca sobre la misa, abre mis piernas, se arrodilla y comienza a lamer mi coño, lamia mi clitoris con una lengua áspera de arriba a abajo una y otra ves.
No pasó mucho tiempo hasta que me vine, dejando mi entrada húmeda. Ella tomó mis fluidos y los esparció hasta mi entrada trasera

—¿Puedo?

— Ss-sí

Ella toma su pene en mi entrada y comienza a penetrarme sin entrar del todo, abriéndose paso con paciencia.
Cuando logró entrar del todo, se acostó sobre mí y beso mis labios, tomó mis piernas poniéndolas sobre sus hombros, y comenzaron sus estocadas.

Sentía un poco de dolor, un dolor extrañamente delicioso, sin duda me vendría otra vez.
Sentí un cosquilleo dentro y supe que Lisa había eyaculado.
Se dejó caer sobre mí.
Estábamos cansadas. Tener sexo con Lisa siempre era renovador, pero bastante cansado.
Después de recuperar el aliento, se levantó, tomó mis brazos y me cargó.  Aún tenía su pene erecto dentro de mí.
Cada paso que daba me excitaba de nuevo. Soy un monstruo.

Al llegar al cuarto nos recostamos. Ella estaba sobre mí de nuevo.

—Estás húmeda de nuevo - dijo tocando mi coño un poco

—Me excita tenerte dentro - digo muy lento y bajo

—Pero estoy exhausta

— Solo relájate - digo quitándola de encima
Sale de mí, siento como mi ano se cierra lentamente. Cada movimiento me excita aún más

Me coloco sobre ella y meto su pene de nuevo en mi coño, tomo la cabecera con firmeza y comienzo a montar a Lisa.

Miraba su rostro, estaba sudando, cerrando los ojos, era visible su placer.

—Hazlo, Lisa, vente dentro de mí. Lo deseo tanto

Escuchar eso fue suficiente para que ella eyaculara de nuevo en mi coño.

Me levanto y voy directo a su ereccion, ahora algo baja, lo meto en mi boca y lo limpio completamente

—Oh dios, Jennie. Te extrañé tanto, pero ya no puedo seguir

—Solo lo estoy recordando, no haré nada malo, alfa

Terminado aquello, dormimos durante horas.

¿Por qué me temes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora