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Lisa: ¿vas a tomar la orden?
Jennie: sí sí, discúlpeme - por fin me muevo y me acerco a ella intentando no respirar - ¿qué desea ordenar?
Lisa: ¿Cómo te llamas?
Jennie: Ay disculpe, mi nombre es Jennie y yo la atenderé, ¿qué desea ordenar?
Lisa: Quiero un café americano sin azúcar ni crema

Ella no me agrada para nada, no tiene educación alguna. Es eso o realmente me siento muy sensible y extraña hoy.
Le llevé su café aguantando la respiración de nuevo, pero en general ella tiene algo que me inquieta, así que he decidido ignorarla el resto del tiempo que esté aquí y dejar que Michelle lo haga.
Me dirijo a la cocina de la cafetería para esconderme un poco y poder respirar más tranquila, pero no duré mucho tiempo tranquila

Michelle: oye Jen, la chica de la mesa 2 quiere que la atiendas tú
Jennie: dios qué le pasa a esa chica..- dije molesta y me paré para ir a darle otro maldito café

No sabía qué me pasaba, yo no tengo esta actitud con las personas que atiendo, pero esto me molesta.
Esa extraña mujer continuó pidiendo café hasta que toda la gente se fue.

Jennie: disculpa, ya no puedo servirte más café, ya vamos a cerrar.

No me contestó, sólo se paró de la silla, pagó todo el café que tomó y dejó bastante propina para después a paso lento dirigirse a la salida y perderse de mi vista.
Su olor seguía impregnado en el lugar llenándome de vacío, un vacío profundo en mi pecho, me sentí desolada e intranquila al pensar que se había ido así sin más. Pues claro ¿qué esperabas Jennie? Eso querías, que se fuera, ahora cuál es tu problema.
Ni siquiera pude verla tanto como ahora ansiaba.
En fin...
Michelle y yo nos quitamos los uniformes en el baño y cerramos el lugar

Michelle: ¿Tu padre no vendrá por ti hoy?
Jennie: No, le dije que no era necesario
Michelle: ¿Estás segura?, sé que vives muy cerca, pero no estaría mal irte acompañada- me decía mientras cerraba la puerta con llave y le hacía señas a su novio que la esperaba en su auto - ¿No quieres un aventon?
Jennie: jaja, no es necesario en serio, me iré con precaución y procuraré ser veloz - dije un poco burlonamente ya que nunca, en los tres años que llevo trabajando aquí, me ha sucedido algo de camino a casa
Michelle: esta bien, niñita terca, te veré el lunes - se despidió mientras se alejaba agitando su mano

Di media vuelta y comencé mi caminata a casa mientras pensaba qué podría cenar hoy y por qué esa extraña mujer me ha causado tales sensaciones.
Yo siempre he sido una chica seria, muy centrada y obediente, nunca he querido tener novio, es muchísimo más reconfortante ser la mujer más preparada para la vida adulta, la mejor estudiante y la mejor hija.
Aunque a veces me pregunto por qué yo no he tenido una vida de chica normal, llorando por algún chico o estando nerviosa por su primera cita, ni siquiera he tenido sexo jamás, ni siquiera sé lo que es sentir deseo por alguien, yo solo vivo mi vida.

De pronto un sonido constante corta mis pensamientos. Volteo atrás y a unos metros de mí está ella, caminando con esas botas altas atrás de mí, muy tranquila.
Continuó mi camino ignorando esa extraña sensación en mi estómago. Giro a la derecha, después a la izquierda y ella sigue atrás de mí.
Estoy perdiendo la paciencia, es obvio que esta chica está siguiéndome ¡ cuál es su maldito problema!
Volteo de golpe, estoy decidida a confrontarla

¿Por qué me temes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora