Ahí estaba yo, a la espera de algunas palabras, una respuesta.
Pero ella solo me miraba.Hasta que se arrodilló
-¿Puedo? - me preguntó poniendo un poco sus manos en mi estómago, como pidiendo permiso para acercarse
-Claro, Lisa, es tuyo.
-Oh dios - dice mientras abraza mi vientre, lo acaricia y pone su oreja en él, esperando escuchar a su cachorro - pero que calma hay ahí. Debí haberlo sabido, podía sentir algo de esperanza en mi pecho.
-¿Podías sentirlo, Lisa?
-Sentía calma, cuando más la necesitaba.
-Lisa, tendremos un bebé - digo cuando por fin me doy cuenta de la grandeza de lo que viene
Ella se levanta y me besa.
-Jennie, ¿qué haremos? ¿Qué quieres? ¿Te irás de nuevo?
- Tengo la vida que siempre quise allá, pero no te dejaré atrás, amor. Ahora yo te pediré - la tomé del rostro - te pediré que lo dejes todo y vengas conmigo
-Trato hecho.
***
-¿De qué diablos estás hablando, Jennie? - me gritó mi padre por enésima vez. Y no lo culpo
-Papá, es su hijo, tiene derecho - le grito yo de vuelta
- Una mujer que te provoca tanto temor como para huir del jodido país ¡¿tiene derechos sobre mis nietos?! - Dios, está histérico
- Papá, malinterpreté las cosas, actué mal
-Jennie, hija, por favor tienes que ser razonable
-Papá, no estoy tomando una decisión precipitada, confía en mí- digo antes de colgar, y unos minutos antes de abordar un vuelo de regreso a Alemania.
En esta ocasión la llevaba a ella, así que ya no tenía miedo.
Aparte, como si de una dosis de amor se tratara, sus heridas mejoraron en seguida. Su olor a café tostado regresó, junto con su seguridad y elocuencia.
Esta era nuestra oportunidad de ser felices definitivamente.***
—Amor, estás segura de que no quieres que compre otra casa - dice Lisa mientras desempaco sus cosas mientras ella analiza mi pequeña casa en Teltow
—Amor, al menos por los siguientes 6 meses sólo seremos tú y yo, ¿para qué querrías algo más grande?
En cuanto termino la frase Lisa me mira con ojos de amor, es como si cada vez que le recuerdo que seremos madres, ella reiniciara todo.
Ella abraza mi vientre mientras yo continúo doblando algunas cosas.
Olfatea mi cuello a profundidad mientras deja caer su cabeza en mi hombro. Estos días disfruta de aquello.
Es como una Lisa más apegada a sus sentimientos, a su amor por su familia.Sin embargo... llevó algunos días intentando estar a solas con ella. Pero mientras estábamos en su casa, Kook no dejaba de ser inoportuno, preguntando si ella estaba bien o preguntando sobre sus peleas.
Las ocasiones en las que logré acorralarla, ella se negaba a hacer el amor, argumentando que no quería lastimarme ahora que estaba en cinta. A mí eso me parece idiota, así que lo intentaré hasta conseguir a mi alfa de nuevo dentro de mí.Mientras ella está detrás mío, comienzo a tomar sus piernas un poco, subiendo muy lentamente, sin arruinar el momento, puedo tocar un poco de su miembro
—Omega... - dice en tono de advertencia
Yo no contesto nada y continúo.
Tan sólo quiero, quiero tocarlo un pocoBastaron algunos roces para que se pusiera dura. Sentí la frialdad del aire comenzando a acariciar mi espalda, señalándome que Lisa quería retroceder. Actuo rápido y me inclino un poco, mientras le ofrezco friccionarse en mi culo.
—Alfa, no te puedes quedar así - le digo mientras volteo un poco mi mirada hacia ella.
Tiene su mandíbula apretada, y no deja de mirar mi culo.Tengo confianza en mi sensualidad.
Siempre he sido una mujer delgada y bastante alta, así que mi embarazo no es muy notorio, pero el tamaño de mis pechos lo es, y lo aprovecharé al máximo.Tomo sus manos, y con suavidad, asegurándome de que no oponga resistencia, las guío con lentitud hacia mis pechos, ahora hinchados.
—¿Te gustan? - pregunto mientras muevo sus manos en círculos sobre mis pechos - Son tuyos, Lisa. Tócalos. Tócame.
Ella no me contesta nada, pero puedo sentir su deseo.
En estos momentos llevo puesto un bonito vestido, algo pegado a mi, como me gustan. Lisa no pierde el tiempo y los baja completamente, sacando mis pechos de la ropa.
Puso sus manos algo frías en mi piel caliente, y comenzó a masajearlos, también tomaba mis pezones entre sus dedos y los presionaba un poco, los movía, jugaba eróticamente con ellos.No lo resistí más, me di la vuelta y la empujé con lentitud para sentarla sobre la cama.
Su rostro quedó frente a mis pechos. Ella aprovechó y hundió la cara entre ellos, los olfateo y después los chupo uno por uno.
Su lengua juega con mis pezones, los absorbe un poco cada vez.Intento alcanzar su pantalón, pero ella procede por mí, desabrocha y abre el cierre de su pantalón, no se baja la ropa en totalidad, pero deja salir su pene erecto del bóxer, bajando el resorte un poco. Hace mucho tiempo que no lo veía.
Repentinamente el maldito timbre suena.
Obviamente no atendimos, hasta que lo tocaron muchas veces más.
Con bastante molestia acomodé mi sostén y mi vestido
—Ahora vuelvo - le digo a Lisa mientras me encamino a la salida del cuarto - y oye, déjalo así - digo refiriéndome a ella en la cama con su preciosa ereccion expuesta a mí
Abro la puerta y me encuentro con Elena
—Ummm, hola
—¿Jennie, en donde te has metido?, no te he visto en semanas
—Bueno yo...
No termino mi oración ya que Lisa abre completamente la puerta poniéndose delante de mi
—¿Qué se te ofrece? - dice Lisa con un tono tranquilo, pero un tanto intenso
Me quedo pasmada ante tal cosa, miro la cara de Elena en busca de su respuesta, pero me sorprendo al notar la expresión en su rostro.
Una mezcla entre sorpresa, miedo e incomodidad.
No entendía por qué, hasta que puse atención a otros detalles.
Imaginen cuál fue mi sorpresa al notar el miembro de Lisa tal y como lo dejé, pero ahora en la puerta de mi casa.
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¿Por qué me temes?
RomanceJennie vive su vida como cualquier estudiante universitaria, pero qué pasará cuando aparezca una chica intimidante y seria afirmando que es su ¿mate? Lisa: Abre la puerta, omega - dice con firmeza, mientras yo intento no acatar la orden ya que extra...