¿Por qué me temes?

Teltow

Mi corazón va a tope mientras subo al taxi que llamé.

Son las 4:37 am y yo soy la jodida Jennie ninja ama del silencio. Logré salir de la habitación a gatas, logré ponerme algo de ropa (la mayoría de Lisa) en el pasillo mientras seguía avanzando hacia la salida de esa endemoniada casa.

El vuelo que me ha conseguido mamá sale en dos horas, estoy a tiempo.

El auto comienza la ruta y un socavón de emociones cae sobre mi pecho.
Mi garganta me mata, mi rostro me pide contraerse ante el llanto pero yo resisto.
No logro identificar de dónde viene esto.
¿Será mi libertad y su adrenalina o será mi omega penando?

- ¿Se encuentra bien, señorita? - el conductor pregunta con genuina preocupación

Jennie: Si, disculpa. Ha sido una mañana algo movida - digo sonriendo.

- Entiendo, tome - me dice mientras intenta acercarme un pañuelo con dificultad por no quitar la vista del camino.

Que amable, hombre.
Seguramente Lisa ya lo habría golpeado...
Pero qué clase de pensamientos tuve al permitir que llegara tan lejos conmigo.

Llegando al aeropuerto solo bajo del auto, no traje mi ropa conmigo, lo he dejado todo menos el móvil.
Camino con rapidez y entro en una tienda de ropa.
Compro prendas al azar y pago en efectivo, el poco que me quedaba, siento miedo de pagar con tarjeta.

Me dirijo al primer baño que encuentro, cambio mi ropa y tiro lo que traía en la basura.
Ahora sólo queda esperar.

La parte positiva de tener la cabeza tan turbia es que esperar algo es tarea fácil; pensé tanto en qué será de mí que en un abrir y cerrar de ojos ya estaba abordando un avión de regreso a casa.

El vuelo fue largo, y debo aprovechar esa ventaja. Aunque Lisa ya haya despertado tengo varias horas para comenzar mi plan de escape.

Mis padres me reciben al estar de vuelta y yo no sé cómo les diré que debo huir.

Empecé diciendo que conocí a alguien especial, que en poco tiempo me hizo daño, y ahora sentía miedo de continuar mi rutina normal.

Al principio mencionaron llamar a la policía, pero qué harán contra una mujer lobo...
Tampoco podría decirles tal cosa a mis padres, sólo dije que ella tenía contactos poderosos. La mezcla perfecta para una novia tóxica.

Siempre hemos sido un gran equipo, desde que soy pequeña, así que mamá y papá me ayudaron a planear un escape a una vida cómoda al menos hasta que ella ya no me busque más.
Sin embargo, dicho plan me costará estar lejos de ellos, de la vida que tenía.

En fin, acordamos que el país en el que viviré hasta nuevo aviso sería elegido completamente al azar.
El vuelo que saliera lo más pronto posible me llevaría a mi próximo refugio, no dejaría a Lisa ni pisarme los talones.
Al final se decidió que iría a Berlín, ese vuelo salía en tres horas. Tres horas para despedirme de papá y mamá.
Mi padre canceló mi tarjeta y puso parte de sus ahorros en una nueva, mi madre también cooperó con un poco más, al igual que yo, siempre quise vivir en un departamento mejor, así que ahorre los últimos dos años de la carrera,  pero al final con todo nos alcanzó para una pequeña casa a las afueras de Berlín, en Teltow.
La compra la hicimos gracias a un amigo de mi padre que visita Alemania con frecuencia, nos recomendó la zona y nos consiguió una venta express.

Mis padres  me visitarían al menos dos veces al año.

Tengo miedo.
Nueva gente, nueva ciudad, idioma extraño...

Lo único que me ayuda a seguir adelante es el miedo a mi propia debilidad ante ella.
Aún siento la emoción de mi omega al imaginarla frente a mí; admiro su fidelidad, pero que idiota loba.

Debo encontrar un trabajo rápido, para no estar presionada en gastos, también debo esperar a que mis padres consigan los debidos comprobantes en la universidad y continuar mis estudios  en la Universidad Humboldt de Berlín, me queda a unas horas, así que no está mal. Todo en mi mente intenta verlo como una aventura.

En fin, el vuelo tardará 11 horas.
La dejaré atrás, acumulando el rencor de todo lo que dejo y todo lo que tendré que pasar los siguientes días de mi vida.

Antes de abordar de nuevo, me dirijo al baño, hago lo que debo y me dirijo al lava manos.
Veo mi reflejo por primera vez en el día, y me sorprendo al notar un mechón entero de mi cabello castaño convertido a un extraño color gris.