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Cuando Taehyung ingreso al comedor, el corazón de Seokjin dio un brinco y sus pupilas se dilataron al verlo usando solamente una camisa suya, la cual le quedaba algo grande llegándole a la mitad de sus piernas. De inmediato, sintió su pene endurecerse y no podía parar de observar con deleite sus esbeltas y bien definidas piernas.

–¿quieres acabar conmigo bombón?

Tae sonrió y corrió en puntillas hasta llegar a Seokjin. Enredo sus manos alrededor de su cuello, estiro sus labios y le pidió un beso. Seokjin enternecido rozo su nariz con la contraria y finalmente lo beso.

Luego se sentaron a desayunar disfrutando la compañía del otro.

–esto esta delicioso Jinnie.

–me agrada que te guste.

–cuando me dijiste que cocinabas no me imagine que se te diera tan bien.

–cocinare para ti todas las veces que quieras hermoso.

–no me digas eso porque te tomare la palabra.

–quiero que lo hagas. Créeme. Es más si se te antoja algo en este momento solo pídemelo.

Tae negó riendo divertido pero luego abrió sus ojos ocurriéndosele una idea.

–si quiero algo.

–¿Qué? Tú solo dime.

Tae se sonrojo un poco y se puso de pie titubeante hasta llegar al mayor.

–¿puedo sen...

Seokjin no dejo que Tae terminara la frase porque entendió de manera rápida lo que el menor quería y era algo que él también disfrutaría. Por lo que se corrió hábilmente y lo sentó en sus piernas.

Tae se sintió pequeño en las piernas del mayor y más cuando este lo rodeo con sus brazos y comenzó a darle tiernos besos en su mejilla. Seokjin tomo un tenedor con el que atrapo un trozo de fresa y lo llevo a la boca de Taehyung, quien de inmediato la abrió gustoso de ser alimentado como un niño.

–¿rico?

–uhmm. – asentía como niño pequeño Taehyung.

Cuando Seokjin termino de alimentarlo Tae quería intentarlo con él.

–ahora déjame a mí.

Seokjin sonrió y le paso el tenedor al hermoso rubio que lo tenía encandilado. Tae lo tomo y pincho un trozo de queso que llevo a sus labios sorprendiendo al mayor que pensó que sería alimentado. Tae sonrió levemente y se acercó lentamente para depositar el alimento en la boca del contrario.

Seokjin sonrió contra sus labios al recibirlo y mientras lo hacía y lo saboreaba, sus labios se rozaban dulcemente. Así continuaron hasta que se terminaron lo que había servido.

Tae le ayudo a lavar la loza y mientras lo hacia Seokjin lo tenía rodeado con sus brazos estando posicionado detrás de él.

–Jinnie! Déjame para acabar rápido.

Seokjin no presto atención a los pedidos del menor y hundió su rostro en su cuello para besarle apasionadamente.

–Jinnie! –carcajeaba dulcemente el menor haciendo reír al mayor sobre su sensible piel. –basta! Me haces cosquillas.

– y tu pones mi mundo de cabeza. Y mira que ponerte mi camisa. Me has volado los sesos.

Seokjin se apegó a Tae rozando su erección contra su trasero.

–¿tus sesos? ¿o algo más?

Seokjin se hundió aún más en su cuello si era posible, besándole y lamiendo la piel sensible y expuesta fortaleciendo su agarre en la cintura de Tae con sus brazos.

EFECTO BOOMERANG - JINTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora