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Pasaron alrededor de dos meses en los que la relación de Jin y Tae seguía evolucionando. En algunas ocasiones Jungkook había vuelto a aparecer al menor para increparle al sostener una relación con Seokjin tan rápido sin tener en cuenta lo que ellos habían tenido. Tae estaba fastidiado de la actitud insistente de su exnovio cuando era obvio que no sentía nada por él. Pero esta vez no lo toleraría más.

–¿te le entregaste?

–ese no es tu problema. Ya déjame en paz. ¿Por qué no entiendes de una buena vez que lo nuestro termino?

–así que ya le diste tu culo.

–eres un patán. Lárgate antes de que pierda la paciencia.

–increíble. Siempre te hacías el digno conmigo. Pero mira que rapidito te dejaste follar. Maldita puta.

Tae perdió la paciencia y le lanzo un puño en la quijada. Pero era tan fuerte que sacudía su mano del dolor.

–te duele la verdad ¿no? puta.

–ya basta! –decía Tae con lágrimas en los ojos.

–no finjas que te duele. Porque en realidad al que le duele es a mí. Yo te amaba Tae y saber que te le entregaste a otro tan fácil.

–tu nunca me amaste. Y la manera que me tratas ahora me lo hace confirmar. Vete, antes de que llame a la policía.

–tranquilo, ya nunca más volveré a buscarte. De eso puedes estar seguro.

Tae ingreso a su apartamento a punto de estallar en llanto. Ya eran varias veces que Jungkook le hacia una escena en el apartamento. Lo cual era muy humillante y doloroso para él. Sobre todo por las palabras hirientes que le decía. Por mucho que no lo hubiera amado tampoco quería que las cosas terminaran de esa manera.

Esa tarde no ceno y se la pasó acurrucado en su cama lamentándose toda la situación. En la noche cuando bajo a tirar la basura en el contenedor fue abordado por el administrador.

–buena noche, joven Kim.

–buena noche señor Choi. ¿Cómo ha estado?

–bien, joven. Gracias. Quería hablar con usted de un asunto delicado.

–si dígame.

–vera, ya varios vecinos se han quejado de los diferentes escándalos que usted ha protagonizado. He intentado mediar una y otra vez porque usted es buena paga pero lamento informarle que por las continuas quejas de madres y padres que lo señalan como un mal ejemplo me veo en la penosa tarea de pedirle el apartamento.

–¿Qué? No me estará habla usted en serio ¿o si?

–me temo que si. Yo no soy homofóbico joven pero es que su expareja hace disturbios con sus escándalos y daña la buena reputación del lugar. Créame que si esto lo hace cualquier otra pareja también haría lo mismo.

–no se preocupe. Para que quiero vecinos así tan prejuiciosos. Por lo menos deme un mes para ubicarme.

–claro que si. Perdone usted y compréndame.

–claro. Con permiso que tenga buena noche.

–buena noche joven.

Tae volvió a su apartamento dolido y frustrado. ¿Cómo es que había gente tan odiosa y tan imbécil? Estaba seguro que si fuera una mujer con su pareja hombre buscarían la manera de hablar con ella y apoyarla. Pero como él era homosexual lo único que representaba era inmoralidad. Seco rápidamente sus lágrimas porque pensó que al fin y al cabo ese tipo de gente no se merecía su llanto. Concluía que este día había sido un asco. Su celular sonó anunciado una llamada de su novio.

EFECTO BOOMERANG - JINTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora