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Y pensar que hace una semana todo era tan perfecto. ¿Por qué Seokjin? ¿Por qué me mentiste y engañaste? Quisiera volver el tiempo atrás y no habernos ido de las montañas. Podría perdonarte, de hecho siento que puedo. Quiero hacerlo. Te amo demasiado. El problema no es perdonarte. El problema es que no creo poder confiar de nuevo en ti. ¿Por qué Seokjin? Ya no podre mirarte con los mismos ojos.

Tae cierra sus ojos y rememora uno de aquellos días vividos en la montaña. Él estaba sentado a la orilla del rio dejando que el agua fría y fresca acariciara sus pies y parte de sus pantorrillas. Seokjin estaba acostado en sus piernas boca arriba con los ojos cerrados. Tae miraba la hermosa cascada que descendía. Nada era más perfecto que estar así con él. Volvió su mirada al perfecto rostro de su novio que se mostraba apacible. Acaricio su cabello suavemente mientras le contemplaba embelesado.

–¿podemos quedarnos aquí para siempre?

Seokjin solo sonreía pero tomaba su mano y luego la besaba en su dorso. Finalmente la llevaba a su pecho dejándola ahí aferrada a la suya.

–eso sería grandioso.

Tae comenzaba a acariciar el rostro de Jin con suavidad y lentitud. Este disfrutaba del dulce tacto sintiéndose completo y amado. Abría sus ojos suavemente al sentir el dedo pulgar de Tae sobre su labio inferior rozarle suavemente. Sus miradas se encontraron y conectaron haciendo que en ambos ardiera el deseo de poseerse.

Seokjin levanto el brazo libre para tomar el cuello del menor y jalarlo hacia él. Acercándolo a su rostro le beso animosamente siendo muy bien correspondido. Ambos fundieron sus labios en un beso necesitado. Necesitado del calor, de la fragancia y de la esencia del otro. Es como si no existiera nada más en este mundo para ellos sino más que ellos mismos.

Seokjin se separó y se puso de pie ante la mirada expectante de Taehyung, quien sin esperarlo veía como el mayor se quitaba la camisa dejando su torso desnudo mientras le miraba con deseo. Luego le veía continuar desabrochando su pantalón mientras se quitaba las botas lanzándolas a un lado. Tae tragaba saliva y entrecerraba sus ojos ante el precioso espectáculo.

Las mejillas de Tae se tiñeron de rojo y su pulso se aceleró cuando lo vio quitarse de un solo tirón su bóxer dejando su semierección visible. Tae la quedo mirando fascinado por unos segundos y luego viajo a los oscuros ojos del mayor, quien hacía temblar su interior con la forma hambrienta en que lo miraba.

Seokjin se adentraba al agua y para Tae observarlo desnudo en todo su esplendor era todo un espectáculo. Observaba con detalle su espalda ancha y bien definida, su pequeña cintura, sus esbeltos glúteos y sus fuertes piernas. Seokjin le miraba por encima del hombro invitándolo a entrar con él y no dudo ni un instante en hacerlo. Rápidamente comenzó a quitarse la ropa y en poco tiempo estaba a su lado. Este lo llevo más adentro de la laguna que se formaba cerca a la cascada. Una vez en el centro lo jalo hacia su cuerpo haciendo que ambos se sintieran plenos al sentir el calor del contrario.

Seokjin enredo una de sus manos en la pequeña cintura de Tae sujetándolo fuerte contra su cuerpo, haciendo que sus erecciones se comprimieran deliciosamente una contra la otra. La otra mano la llevo a su rostro, acomodando su cabello, rozando sus pómulos contemplando lo tierno y dulce que era. Luego jugaba con sus labios repasándolos una y otra vez ejerciendo cierta presión logrando que su labio inferior rebotara.

–eres tan perfecto bebé.

Tan perfecto para mí.

Luego de terminar esa frase chupaba de manera desesperada el labio con el que había jugado devorándolo cual hambriento de este.

–aaaaaah Jinnie.

–¿Quién es tu hombre Tae?

–tu mi amor.

EFECTO BOOMERANG - JINTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora