♡;; Stray Kids reactions ¡!

OO2;; Stray Kids Pt.2 ¡!

- S t r a y K i d s;;

Su relación no íba del todo bien, en las últimas semanas habían ocurrido unos cuantos desacuerdos entre ustedes, y por ello en medio de una de sus peleas tú decidiste terminar todo por un impulso del momento.

M i n h o

- ¡Por el amor de Dios! - exclamaste dirigiendo tus pasos a la habitación que compartías con tu novio -. No sé cuántas veces debo decirte que es sólo un amigo, ¿acaso te he dado motivos para desconfiar de mí?

Minho, quien había seguido tus pasos, tomó tu muñeca en un intento de que detuvieras tu andar, pero eso no sirvió de mucho, sólo logró hacerte enfurecer más, si es que eso era posible. Llevaban más de veinte minutos discutiendo por un tercero, alguien con quien sólo compartías pocos momentos a lo largo de las semanas, pero el pelinegro no lo veía así, estaba totalmente cegado por los celos sin sentido.

- ¿Puedes parar un segundo?

- ¿Parar? - preguntaste ironicamente -. Te he dicho que le pongas un freno a tus celos miles de veces, pero no me escuchaste, ¿ahora soy yo la que debe parar?

Él no respondió ni mostró señal alguna de arrepentimiento, en lugar de eso sólo existía una mirada fría y evidentemente juzgadora, y aquello fue lo que terminó por colmar tu paciencia, ¿acaso no podría disculparse siquiera una vez?

- Tienes razón.

- ¿Sobre Hyunm...

- Deberíamos parar todo esto, evidentemento no funcionamos juntos.

Y sin decir más concluiste la llegada a tu destino, tomando algo de tu ropa y colocandola en una pequeña mochila. Minho observó cada uno de tus movimientos, aún no podía reaccionar a tus palabras, no esperaba que sus celos acabarán con su relación... ¿Realmente estaba dispuesto a perderte?

H y u n j i n

Había pasado poco más de un mes desde la ruptura de su relación, y por obvias razones aún sentías el dolor ante la ausencia del rubio, incluso podías sentir la caracteristica punzada en el pecho cada vez que recordabas el momento exacto en el cual todo se empezó a desmoronar.

- ¿Por qué tantas inseguridades?

- No son "inseguridades" - te defendiste mirando al más alto -. Es sólo que...

- ¿Qué cosa?

No estaban gritando, pero se sentía como si lo estuviesen haciendo. Definituvamente las inseguridades estaban presentes, era algo más que obvio, pero resultaba tan difícil aceptar eso, aceptar que estabas llena de inseguridades.

- Es sólo que quiero terminar...

Un suspiro salió de tus labios, en aquellos días habías sentido el increíble impulso de correr a los brazos de Hyunjin y no soltarlo, pero no podías, él mismo te había dicho que antes de tomar una desición tan repentina lo pensaras bien, porque, aunque respetaría cualquiera que fuera tu elección, quería que estuvieras segura. Sin duda a pesar de todos los problemas él te amaba por sobre todas las cosas.

J i s u n g

- ¿Lo pensaste?

Ahí se encontraban los dos, parados frente a frente esperando algún actuar por parte del otro, pero no había nada más que rastros de timidez y arrepentimiento.

- Amor... - susurró Jisung indicando que esperaba una respuesta -. Si quieres terminar sólo debes decirmelo, lo respetaré.

La noche anterior habían discutido por una cosa tan insignificante que dejando todo el enojo de lado ambos podían ver lo ridiculo que había resultado el momento; decirle "terminemos" no había sido suficiente para alejar a Jisung, porque a pesar de que aquello lo sorprendió lo único que te pidió es que fueras a descansar para luego poder hablar sin gritos que los llevaran a cometer acciones de las cuales luego se arrepentirían.

"Ve a descansar, yo dormiré en el sofá, estaré ahí por si necesitas algo..."

Y sin importar lo que le hubieses dicho aquella noche él se había comportado como un caballero, dejando de lado la confusión que le dejaron tus palabras y cuidando de ti hasta el siguiente día.

- ¿Entonces terminamos?

C h a n g b i n

- ¿Entonces terminaron?

Miraste a tu amiga y simplemente asentiste, no querías hablar más del tema, no cuando ya estabas cansada de llorar por algo que fue un simple error a causa de uno de tus impulsos.

- ¿Por qué no vas y hablas con él?

¿Podías hacerlo? Claro que sí, pero no querías, no sin antes pensar en lo que sería correcto decirle.

Por otro lado el pelinegro había pasado aquellos días tratando de mantenerse ocupado para no recordar la ausencia que lo esperaría al llegar a su "hogar" o asumir el hecho de que ya no te vería cada mañana al despertar. Ambos estaban sufriendo, cada uno a su manera, pero ninguno parecía querer molestar al otro con sus lamentos, ¿dejarían todo a mitad de camino por una simple pelea que podía ser solucionada en unos minutos?

- ¿Y si él ya no quiere verme?

- ¡Changbin ha llenado mi celular de mensajes estos días para saber cómo estás!

Aquella confesión te había brindado un rayito de esperanza para simplemente ir y correr a los brazos del pelinegro para pedirle una disculpa por todo lo sucedido.

P i n k G x n e t ! c s .