Stella 🏀 *SlamDunk*

12: Una Nueva Oportunidad

¡Holaaaa! Presten mucha atención a los detalles porque nos servirán más adelante
¡Disfruten el capítulo! <3

- ¿Cómo se te ocurre irte de esa manera?

Exclamó el hombre más pacífico de la Tierra, claro, me refiero a papá. Pero al parecer no se encontraba en estado de paz en estos momentos, ni siquiera me hizo pasar a casa.

- Prometiste que no lo harías otra vez ¿Cómo puedo confiar en ti ahora, hija?

A pesar de todo, su regaño no era iracundo, más bien, denotaba preocupación y... desilusión. Triste por haber decepcionado a papá, pretendí pasar por alto mis sentimientos para enfocarme en cumplir mi promesa.

- Papá, te presento a Katora. - Esperé su respuesta ignorando la reprimenda con una gran sonrisa exagerada en mi rostro.

- Mucho gusto, señor. - Expresó ella.

Impresionado por no notar la presencia de mi amiga que se encontraba a un lado del portón, se percató del número que estaba armando en la calle, olvidando las costumbres japonesas. Ahora, cambiando su expresión a intriga y desconcierto dijo:

- Entren, hablemos en la sala.

Al entrar por el umbral, noté como todo estaba hecho un caos. Desde que llegué, la tía Ai ya no había entrado por su cuenta para ordenar o dejar alimentos porque era yo quien los iba a buscar, generalmente cuando Kaede estaba en entrenamiento. Me había relajado en extremo con el orden de mi hogar. Papá me acusó con la mirada. Volteé a ver a Kato quien estaba impresionada contemplando la escena.

- No sabía que eras tan cochina. - Murmuró en tono de burla.

- ¡No es verdad!

- Stella ¿puedes llevar a tu amiga a tu habitación, por favor, así no se espanta con esta imagen.

- De inmediato. - Dije sin discutir.

Subimos las escaleras y entramos a la segunda habitación que daba hacia la calle.

- Te dije que no lo era. - Señalé orgullosa.

- Wow, tu cuarto es hermoso.

- Ponte cómoda, inspecciona lo que quieras y espérame ¿sí?

Papá estaba confundido y molesto. Antes de que me preguntara sobre el escape y la suspensión, le expliqué la situación de Katora con calma y vi cómo empatizó de inmediato con ella. Entendió que no podríamos ayudarla si nos devolvíamos a Florida.

- Espero que no hayas inventado esto para poder quedarte.

- Me ofendes, padre. - Formulé en tono de broma. Él no rio.

- Ya pasaste a llevar nuestro arreglo. Para confiar en ti otra vez por lo menos debes contarme qué fue lo que sucedió en la escuela. - dijo comprensivo.

- Pero ya oíste todo en la llamada.- Respondí.

- No te defendiste, eso no es usual. Solo quiero saber qué fue lo que te llevó a golpear a una chica y asumirlo sin justificarte.

- Esta chica se llama Midori. Me ha estado molestando prácticamente desde que empezó el año escolar.

- ¿Por qué?

- Está enamorada de Kaede o algo así.

- Entiendo. ¿Fue por eso que te enojaste?

- No...

- Entonces dime.

- Fue... me dijo que mis padres no querían vivir conmigo porque no soy nadie.