4: El Capitán de Ryonan

422 39 14
                                    

Con prisa bajé las escaleras y busqué donde se encontraba la enfermería. Resultó estar en un lugar restringido a las personas en general. Por suerte el guardia era bastante agradable y me dejó entrar a escondidas al ver mi desesperación.

Después de entrar fue fácil encontrar la enfermería. Afuera de esta se encontraba un grupo de 3 chicos con uniforme escolar, tenían una cámara y block de notas en las manos. Al parecer eran de una especie de club de periodismo. Kaede era bastante popular en este medio. Los muchachos no eran muchos, pero impedían la entrada la habitación. Tenía que idear la forma de que me dieran espacio.

- Permiso. - Dije en inglés, esperando que por un momento se quedaran procesando que tenían a una americana a su lado.

Resultó, entré mientras se me quedaban viendo. La enfermera me tomó del brazo y me dijo que no podía estar allí. Me acerqué a su oído y le dije con bajo volumen que Kaede y yo éramos familia. Ella asintió y me dejó pasar al primer box, que tenía la cortina entreabierta. Entré. Kaede se veía tranquilo mirando por la ventana, no parecía dolerle nada.

- ¡Kaede! ¡Me alegra verte bien...

- ¿Qué haces aquí? - Preguntó con dureza.

- Yo... estaba preocupada-

- Vete de aquí, no te necesito.

- Pero Kaede...

- Vete, dije.

Kaede había sido realmente grosero. Anteriormente Ai pidió que lo disculpara, pero sería difícil poder hacerlo después de esto. Salí del box intentando no llorar. A voz baja me repetía que seguramente era un malentendido, pero no lograba consolarme a mi misma. Este no era el Kaede que yo conocía.

Salí de la enfermería. Casi no podía contener las lágrimas y encima tenía que lidiar con estos chicos que me iban a hacer algunas preguntas. Y así fue.

- ¿Qué te dijo? ¿Cómo está?

- ¿Podrá volver a jugar?

- ¿Quién eres? ¿De dónde conoces a Rukawa?

- ¿Hablas japonés?

- ¿Eres su novia?

Me sacaron fotografías mientras cada vez se acercaban más a mí. Quería quedarme en la enfermería a esperar a ver alguna mejora de Kaede, pero no podía con esta gente.

- Déjenme sola. - Volví a decir en inglés. Esta vez no cayeron.

- Te escuchamos hablar con Rukawa. ¿Están peleados?

- Déjenme sola, por favor.- Dije finalmente en japonés.

De pronto, un grito de la enfermera hizo que todos volteáramos.

- ¡No está! ¡El chico no está!

- La ventana. - Dije para mí. Siempre se escapaba por las ventanas cuando éramos niños. Pero parecía realmente extraño que lo hiciera ahora. Quizás tenía tanta pasión por el baloncesto que solo quería volver a la cancha.

- ¡Se escapó por la ventana! - Dijo el chico de la cámara.

- ¡Vamos, debe haber vuelto al partido!

Todos se dirigieron a a la salida norte. También quería ver cómo estaba Kaede pero no que me interrogaran otra vez. Así que esperé que se fueran y corrí para el otro lado esperando encontrar una salida más cercana. Corrí a toda velocidad. Yo era una persona deportiva y aunque no lo pareciera, tenía una musculatura firme. Por lo que pude correr más rápido que cuando estaba en la cancha.

Stella 🏀 *SlamDunk*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora