Stella 🏀 *SlamDunk*

30: Vínculos

POV STELLA

El día después de la cita con Sendoh, me desperté con una ligereza inusual. El sol se filtraba suavemente a través de las cortinas, iluminando mi habitación y mi ánimo. Había algo en el ambiente que me daba un respiro del estrés acumulado en las últimas semanas. Mientras me preparaba para el día, escuché el bullicio en la cocina. Mi padre, Sean, por fin había llegado a casa.

Bajé las escaleras y lo encontré preparando café y revisando algunos correos electrónicos. Mi padre, con su usual traje impecable, me sonrió al verme.

—¡Feliz Navidad, papá! — Dije apenas lo vi.

—¡Buenos días, princesa! ¡Feliz Navidad! —dijo con entusiasmo, aunque había un toque de cansancio en su voz—. ¿Cómo te fue anoche? ¿Te divertiste con Sendoh?

Sonreí mientras me servía una taza de café. Siempre había algo reconfortante en esos momentos con mi padre, a pesar de que eran tan raros.

—Sí, fue genial —respondí, tomando un sorbo—. Cenamos y luego fuimos a mi nuevo lugar favorito, un teatro restaurante.

Sean asintió, como si esperara esa respuesta. Pero también había algo más en su mirada, un toque de preocupación.

—Me alegra escucharlo, hija.—dijo, tomando un respiro—. Quería hablar contigo sobre algunas cosas. Primero, el asunto de Nigel... Me costó bastante que el Sr. Wembley me diera una respuesta con todo este trabajo, pero, finalmente se dio un momento para decirme que no te preocupes por el compromiso. Dijo que es puro marketing, lamenta no haberlo planteado antes, tú sabes, a veces la gente poderosa hacer lo que quiere. Eventualmente lo cancelará, pero que no quiere hacerlo público todavía. Así que, por ahora, estás libre de eso.

Fruncí el ceño, pensando en Nigel y su extraña actitud en la escuela. Decidí contarle a mi padre lo que había pasado.

—Papá, tengo que decirte algo —comencé, con cierta duda—. Nigel está en mi escuela, pero se hace llamar John Smith. Y actúa como si no fuese él mismo. Es un resumen, pero no es como que haya algo más. Solo existe por la escuela.

Sean se quedó en silencio por un momento, procesando la información. Luego, dejó escapar una risa nerviosa.

—¿En serio? ¿John Smith? —dijo, sorprendido—. ¿Qué le pasa al Sr. Wembley? Ese hombre está loco.

Sonreí levemente, pero aún sentía una incomodidad latente. Nigel era un enigma, y su actitud solo complicaba las cosas.

—Sí, es raro —dije—. Pero bueno, no tengo que preocuparme por eso, ¿verdad? Nigel... o John... está fingiendo que no me conoce. No quiero pensar tanto en ello.

Sean asintió, pareciendo un poco más relajado.

—Sí, no te preocupes por eso —respondió—. El Sr. Wembley me aseguró que todo está bajo control. Pero si algo te molesta o necesitas ayuda, me lo dices, ¿de acuerdo? Es un viejo algo excéntrico. Sé que no he estado mucho por aquí, pero estoy para lo que necesites.

—Papá, ¿Qué harás después? —pregunté, tratando de cambiar el tema—. ¿Vas a quedarte un poco más esta vez?

Sean suspiró, pareciendo un poco incómodo.

—Me quedaré unos días más —dijo—. Tengo trabajo, pero quiero pasar tiempo contigo. No hemos hablado mucho últimamente.

Asentí, agradecida por el esfuerzo de mi padre por estar allí para mí. Aunque mi vida era complicada y siempre estaba viajando, Sean hacía lo posible por mantener una conexión conmigo.

Mientras nos poníamos al día, Katora llegó y saludó a Sean antes de salir a visitar a sus padres.

Continuamos hablando durante un rato más, compartiendo historias del pasado y planes para el futuro. Le conté sobre mi idea de estudiar algo relacionado con el teatro, y Sean me dio algunos consejos sobre la universidad y las posibles carreras afines. Fue un momento tranquilo y lleno de calidez, algo que realmente necesitaba.  Era agradable tener a mi padre en casa, aunque siempre parecía que el tiempo con él pasaba demasiado rápido. El trabajo lo mantenía en movimiento, pero cuando estábamos juntos, Sean hacía todo lo posible para concentrarse en mí.