Relatos cortos, historias largas.

"El vacío"

Me encontraba en el auto, sola, esperando a mi familia que salieran de la fábrica. En la parte trasera acostada algo adormilada. El frio empaña las ventanas por lo que apenas se ve el exterior. Era de noche y no había sonidos, sólo el de mi respiración y el rechinido del asiento trasero del auto donde me encontraba. La fábrica apagó sus luces, por lo que supuse que mi familia ya saldría, sin embargo, nadie apareció. Me reincorporé en mi asiento y me quedé mirando a través del cristal ¿Cuánto tiempo tardarían en llegar? De pronto comienzo a sentirme incómoda. La piel se me eriza, presión en la nuca, aceleración al corazón. Comienzo a notar alguna respiración, pero al cabo de unos segundos me doy cuenta que es la mía totalmente descontrolada. Estaba entrando en pánico. Me acerqué a la ventana donde daba la fábrica y no veía absolutamente nada. Me acerqué a la otra ventana y vi una silueta a lo lejos. Lo observé por un determinado tiempo hasta que me di cuenta. No había nadie. No había sonido. Esa fábrica estaba vacía. No había vida allí dentro. Si salgo de aquí iba a morir. Comencé a mirar en el auto que había para poder defenderme. Nada. Volví a mirar la ventana del lado de la fábrica. No debí hacerlo. Las ventanas de la fábrica, en cada una de ellas, había algo detrás de ellas, de cada una. Mi cara se deformó. Estaba realmente asustada. Esto no era nada, nada bueno. Volteo lentamente hacia la otra ventana, y me doy cuenta el aquella figura que estaba a metros, ahora está a centímetros. No llegaba al metro. Decidí no mirar más las ventanas y cubrí mis ojos con mis piernas rodeándolas con mis brazos. Comencé a llorar, no quería morir. Los desconocidos, se acercaban al auto, salían de todas partes, lo sabía sin mirar. Escuchaba sus susurros, horribles susurros inentendibles. Y uno solo. Sólo un murmullo logré entender, y es el que apagó mi existencia en este mundo.