"Silencio"

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Poner a tope los auriculares es algo simple de hacer. Un simple botón para ensordecer nuestro alrededor y es lo único que necesito. Una canción ruidosa pero de buen ritmo penetra mi mente y oídos. Tal vez mi decisiones no eran las mejores pero nadie puede negar que la música es parte de uno mismo. Cada momento es indispensable incluso mas con música. Bailamos, lloramos, reímos. Todo.Pero yo escucho música para huir. Para imaginarme que soy el protagonista de un videoclip famoso mientras el bus avanza. Ni siquiera estoy en un estúpido bus. Solo estoy en mi computadora escribiendo esto mientras la música inunda mis auriculares y mis ojos en lágrimas. La habitación esta a oscuras. Siempre lo ha estado. El brillo de la computadora no me molesta ni me ciega. Las ventanas del navegador abiertas en cada red social existente de mi identidad. Hay tantas preguntas que no soy capaz de responder por que no soy capaz de describirlo. Trataré, aunque posiblemente no tenga sentido ya que solo me estoy dejando llevar por mis sentimientos y la música que estoy oyendo a la par que escribo los detalles de lo sucedido.Estaba aquí mismo. Navegando, escuchando canciones al azar, tomando el sorbo de té que ya estaba frío. Pensaba en comprar un juego nuevo que había salido al mercado. El volumen de las canciones esta corrompiendo mi cabeza. Sigo odiando el silencio.No escuché cuando abrieron la puerta. Alguien gritaba en mi oído mientras burlaban la seguridad de mi casa. De casualidad me quité los auriculares para bajar las escaleras y comer algo. Lo típico de gente nocturna; ir a comer algo a las 4:49 A.M. Algo no iba bien. Había demasiado silencio incluso si era capaz de escuchar claramente la música que salían de los cascos con nitidez. Suspendí rápidamente la computadora y me subí a mi escritorio para poder llegar a mi armario. Era una parte angosta pero habían unas cajas que cubrían la parte delantera y había colocado una frazada para esconderme en ese lugar. Era el Rey de las escondidas de niño y seguiré siendo de grande.Estuve tieso por no sé cuanto tiempo. Odio el silencio. No me gusta para nada. Siempre trae cosas malas.Un sonido. Dos sonidosUn disparo. Dos disparos. Una discusión.Silencié mi teléfono y llamé al 911. Un nuevo sonido se hizo presente. La puerta de mi habitación abierta de par en par. Dejé de respirar. Mi ansiedad se disparó por el techo. Temblaba, escuchaba los latidos de mi corazón tan erráticos que temía que quien sea que estuviera en mi habitación pudiera escucharlo. Corté la llamada.¿Dejé algo extraño o fuera de lugar? ¿Algo que delatara mi ubicación?Oí como revolvían todo el lugar buscando algo. Hablaban de dinero pero... No había nada como eso aquí. Todo estaba en las tarjetas de mi padre y de mi madre. Casi nunca manejábamos efectivo. Escucho las manecillas del reloj de pared: Tik. Tak. Tik. Tak. Tik Tak.El corazón desbocado, el alma destrozada, lágrimas destruyendo mi barrera. La mucosidad de mi nariz caía, pero si me movía o respiraba, sabrían donde estoy. Mis extremidades estaban tan frías que dolía. Recuerdo que no pensé en mis padres siquiera un segundo. Mi mente estaba paralizada al igual que mi cuerpo. Revolvieron cada parte del cuarto excepto donde estaba. Sus voces eran adultas. Graves. Los escalofríos salían desde mi pecho y se deslizaban por mis hombros hasta mi espalda baja. Las voces se fueron apagando hasta que no pude oírlas más. No se cuanto tiempo estuve escondido. Acorralado como un perro. El dolor se propagó como una plaga en mi pecho. Mis lágrimas estaban secas por mi rostro. No quería pensar. La oscuridad se desvaneció para que la luz del exterior me alertara que debía salir de ahí. Podrían volver.Asomé la cabeza y como pensaba. Toda la habitación destrozada, revuelta. O tal vez es una descripción de mí.Llamé al 911 nuevamente. No oía absolutamente nada. Tal vez mi celular estaba roto. Bajé del armario y evité por completo la habitación de mis padres. No quería entrar.Levanté el teléfono fijo del suelo e intente hacer la llamada nuevamente. Nada. La línea muerta. Salgo al exterior. No sabía que hora era pero algunos niños ya estaban saliendo. Visualicé a mi vecina de enfrente y me acerqué a ella para pedirle que llamara a emergencias.Pero cuando trato de hablar, mi voz no sale. Ella se cubre los oídos y mueve sus labios. Disgustada.Gritó a todo pulmón. Sé que estoy gritando, estoy desgarrando mi garganta. Y aun así... nada.Absoluto silencio. No puedo oírme. Grité que llamara al 911 y así lo hizo. Aquí estoy. No hay nadie en casa. Todo lo que amaba se fue. Tengo la música a tope. Pero no soy capaz de oír. Ya no queda nada mas que un vacío que absorbe cada pedazo hecho trizas de mí. Se me arrebató todo.

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