flash

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Nose si golpearlo por su expresión de arrogancia o solo esperar a que se valla.

—¿vas a subir?— inquiere con indiferencia, me paro a duras penas y me mareo volviéndome a sentar.

—eres irritante— susurra por lo bajo, se acerca a mi y me levanta de la cintura sentándome en la parte de atrás de la moto.

—el rojo es tu color— lo miro con el seño fruncido, a que se refiere si no llevo nada rojo.

Como respondiendo a mi pregunta baja la mirada a mi falda, se subió y se alcanzan a ver mis bragas rojas, me tapo rápido y el sultán una carcajada, el color sube a mis mejillas automáticamente.

—ya deja de mirarme— el giro los ojos y subió a la moto.

—¿no vas a agarrarte?— me niego a abrazarlo, así que me agarro de las manijas de los costados traseros, aunque mis manos duelan por esto.

—estoy bien, gracias— le digo cortante.

—como quieras, si te caes yo no vuelvo por ti— sin más arranco la moto acelerando a propósito.

Después de unos 10 minutos me di cuenta de que no íbamos a mi casa.

—¿a donde vamos?— le grite para que me escuchara, tenía que acercarme a su oreja lo que hizo que pegara mi pecho a su espalda, mala idea ahora el podría sentir mi pulso acelerado.

—iras a donde yo te lleve— Rode los ojos, su hermana tenía razón, un arrogante de primera.

Al estar oscuro me costó reconocer el camino, pero después de un par de árboles supe que estábamos yendo a su casa.

Baje de la moto con su ayuda, cada vez que su mano hacia contacto con la mía sentía un cosquilleo, creo que es más por los nervios que por otra cosa.

—vamos, te curare eso— comenzamos a caminar hacia su casa, las luces estaban prendidas pero solo había un auto.

—¿tus papás no están?— el resoplo con cansancio.

—tienen una cena de negocios, pero Asika está por aquí dando vueltas— bien por lo menos no estaba sola con el.

—sientate iré por el botiquín— se fue por un pasillo y yo fui a la chimenea, había varias fotos de todos, una en la que estaba toda su familia, otra de ellos cuatro pero una captó mi atención al instante, era una foto de sus papás con los míos, todos abrazados como amigos, mis padres nunca mencionaron que fueran amigos.

—ya deja de curiosear y siéntate— me ordenó, estaba cansada para para pelear así que solo lo hice.

Comenzo a curar mis manos, el algodón con alcohol ardía en extremo.

—¿nuestros papás son amigos?— le pregunté queriendo sacar conversación.

—no es tu problema— saco otro algodón ahora limpiando mi frente, estaba concentrado así que me puse a detallar su cara, pocas veces lo vi sonreír, pero cuando lo hace se le marca un hoyuelo del lado derecho, su nariz es recta , su mandíbula es definida y sus ojos son extraordinarios, quien diría que los ojos pueden ocultar tan bien los sentimientos, los de el siempre están iguales, serios.

—una foto dura más— me miró frío, sus pupilas no podían distinguirse del negro que las rodeaba.

—ya debo irme— esquive su comentario y me tiré hacia atrás, estaba demasiado cerca y me ponía nerviosa a tal punto que me sudaban las manos.

—te quedarás por hoy, mañana te llevo a la escuela— lo mire como si le hubiera salido un tercer ojo.

—mis papás nunca me dejarían quedarme, y además tengo la camisa llena de sangre— el bajo la vista sin pudor, mi camisa estaba torcida, con barro y sangre.

—te daré una de As, deben tener el mismo talle— dudo que eso sea verdad, As es mucho más voluptuosa que yo.

—llama a tus papás, diles que estás con los Theilor y te dejarán quedarte— como si fuera tan fácil convencer a mamá.

Marco su número y contesta al tercer tono.
~hola amor, ya estás en casa?~ su tono dulce era gratificante en este momento

~no ma, otra vez pincharon mis ruedas y por suerte Malek Theilor estaba por la escuela, me ayudó y me trajo a su casa~

~oh, alguien está fastidiandote demasiado~

~si, puede quedarme aquí?, es tarde y esta oscuro~ya estaba preparada para el rotundo no y eso es lo que quería escuchar.

~claro, no hay problema, es mejor, esta por llover~ mierda.

~nos vemos mañana, te amo-

~yo más, cuídate~ corto despidiéndose.

—y bien, ¿que dijo?— levanto su comisura, sabiendo la respuesta.

—me quedo, aunque no por elección— murmuró lo último.

—Asika está en su pieza, ve ella te mostrará la habitación de invitados— sin más se dio la vuelta y se fue.

Encontré a As y nos quedamos hablando de lo que pasó, después pedimos unas pizzas y comimos con Mirco y Alda, Malek se quedó encerrado en su habitación, según ellos es normal.

—Bien, aquí tienes todo— me dio una remera larga para dormir y la camisa para mañana.

—gracias— se despidió y se fue, la habitación era grande, estaba todo tan prolijo que me daba miedo arruinarlo.

Me cambio y me meto a la cama, cuando le cuente esto a Am le dará un colapso mental.

Pude dormir poco, reviso mi celular y marca más 5 a.m., falta una hora para que suene la alarma, me levanto para ir al baño cuando cruzo la ventana que da al patio.

Mierda, así si vale la pena levantarse temprano, ante mis ojos tengo a Malek theilor sin camisa haciendo abdominales.

La nieba me dificulta la vista, por eso me asomó más, bendito sea el ejercicio, esa tableta debe ser la favorita de cualquiera, distingo que tiene un par de tatuajes pero no logré ver con claridad cada uno.

Llevo unos cuantos minutos mirándolo, agradezco que este tan concentrado así no ve como lo acosó desde las sombras.

Acabo de tener una idea tremendamente mala, el dijo que podía sacarle una foto ¿o no?.

Busco mi celular y lo apunto a el, enfoco lo mejor que puedo y mierda, no esto tiene que ser una broma.

Acabo de sacar una foto con flash, lo tapo rápido para que no se vea pero ya es tarde, el esta mirando en mi dirección y solo se me ocurre una cosa, tirarme al piso, si acabo de tirarme al piso y golpearme las rodillas.

—mierda, ¿porque me pasan estas cosas a mi?- le digo al techo, me arrastro hasta el baño fuera de la habitación, hago el menor ruido posible y me vuelvo arrastrando hasta la cama.

Me acuesto y lo único que quiero es que las sábanas me traguen, que vergüenza, con el pulso acelerado cierto los ojos intentando volver a dormir. 

—arriba bella durmiente— grita alguien desde la puerta, me levanto y veo a As con su pijama y un rodete desarmado, aún así se ve fantástica, yo seguro parezco payaso de feria.

—tienes 20 minutos o llegaremos tarde— como viven lejos deben salir antes, pequeño detalle que olvide.
 
Me cambio a toda velocidad poniéndome los mismo que ayer solo que con la camisa de As.

Voy al baño y como si la vergüenza de hace unas horas no fuera suficiente, abro la puerta sin tocar, estoy acostumbrada a ser hija única y me llevo la sorpresa de la mañana.

Yo y me bendita suerte.. 

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Gracias por el apoyo que le dan a mi historia
No saben los mucho que significa para mi.❤

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