Tengo un mal presentimiento, el solo me mira, me analiza y los gritos de Malek no ayudan en este momento.
—Al fin puedes conocerme.
No respondí, quería que las vueltas terminaran y bajar, el por otro lado no parecía querer quedarse callado.
—es tan curioso como nunca lo has notado— suspiro —creo que eres ingenua o ellos son muy bueno en hacerte creer que vives una vida completamente ordinaria- mi respiración se puso errática, sus ojos celestes eran intensos.
—nose de que hablas, pero creo que te has equivocado de persona— asegure
—lo dudo, Casandra blindvurld, la chica que no sabe absolutamente nada de ella misma— se ríe, frunci el ceño ante lo último que dijo.
—¿que quieres decir con eso?.
—como me das un poco de pena te daré una pista— me sonrio —eres especial querida Cas y no tienes idea de cómo puedes cambiar al mundo.
Recorde lo que dijo la vidente y eso fue suficiente para que mi paranoia se hiciera presente.
—¿especial en que sentido?— mi voz sonó irritada y frustrada, justo como me siento.
—has notado que nunca..— se frenó por el grito de fondo de Malek advirtiéndole que no hablara, pero el solo lo ignoró —te enfermas, jamás has tenido ni un simple resfriado.
Su observación me hace dudar ya que no recuerdo la última vez que me enfermé porque no hubo una.
—tengo un buen sistema inmunológico— me defendí.
—nunca te has embriagado, ni aunque te tomes 3 botellas completas de vodka— prosiguió.
Nunca me había emborrachado y eso que era bastante de beber.
—tengo resistencia al alcohol— solo quedaba una vuelta y mi nerviosismo era más que evidente.
—¿has notado que cuando te lastimas tus heridas solo tardan horas en curarse?— con esa pregunta mi mente termina de explotar, ¿como es posible que nunca me diera cuanta de ese mínimo pero importante detalle?.
La vuelta termina y yo estoy tan aturdida que se me hace lejano cuando Malek agarra al chico de la camisa y le da un golpe seco en la mejilla.
—no tienes idea de lo que hiciste Rafael — le escupe las palabras y él solo sonríe mientras la sangre mancha sus dientes.
—créeme, estoy muy seguro de lo que hice— posa su mirada en mi y eso es suficiente para que salga corriendo.
La feria la hacen apartada de todo, así que llevo dos horas caminado por el medio del bosque hacia mi casa.
Como es posible que nunca me halla enfermado, ni fiebre, ni tos...
Recuerdo las noches de juegos, podía beber tantos vasos y ni siquiera me tambaleaba al caminar, siempre creí que era resistencia pero eso ahora ya no tiene tanto sentido.Llego a casa y pongo el agua a calentar, me hago un te y camino junto a More hacia mi habitación, agarro mi libro favorito para luego tirarme en la cama, necesito relajarme y esta es la forma más simple.
Después de algunas hojas ya no estaba pensando tanto en mi sino en la trágica historia que tenía entre manos.
—de tantas veces que lo has leído, ya te sabes los diálogos —asustada de verlo apoyado en mi pared termine derramando la mitad del te.
—¿que diablos haces aquí?—no estaba de humor y menos para el.
—se que tienes preguntas así que vengo a responderlas.
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Nuestro Tono Neutro
Teen FictionQuien diría que viví toda la vida sin ver más allá de lo neutro.... que la palabra especial es tan llamativa como ordinaria. Nunca pensé que ambas encajarían conmigo a la perfección.