Nervios, eso es lo que siento en este momento, creí que seria fácil atravesar la cafeteria y solo preguntarle de una forma civilizada a que se referia... en que mierda estaba pensando.
Siento la mirada de todos mientras voy avanzando hacia su mesa, algunos susurran otros me dan miradas de interrogación y el resto solo observa haber que pasa.
—em hola— susurre bajo desde una de las esquinas de la mesa.
—Cas, ven siéntate— me dijo As sonriendo, me senté a su costado.
—todos nos miran— dijo Alda la hermana más chica.
—es normal solemos sentarnos solos— le dijo su hermano Mirco y me miró interrogante.
—yo venía a hablar con Malek— el nombrado solo me miró y siguió comiendo, genial acaba de ignorarme olímpicamente.
—solo hablará contigo cuando nadie los observe, sino dañara su reputación de chico mudo y eso les encanta a las chicas— se burló su hermano.
—solo será un momento, luego te dejo en paz— hable de forma fría haber si así me toma en serio.
Este bufo y señalo con su cabeza la puerta, comenzó a caminar y yo detrás de él, cruce la mesa de mis amigos y Am me guiño un ojo y yo le saqué el dedo medio.
Detuvo su paso frente a un árbol, apoyo una pierna en el y saco un cigarrillo, yo solo lo miraba, ¿como alguien puede ser tan misterioso y atractivo al mismo tiempo?.
—querias hablar, habla— dijo expulsando el humo en mi dirección.
—quiero saber a qué te referías el viernes.
—tendras que ser más específica— tiro el cigarrillo y metió una mano en el pantalón mientras que con la otra se desordenaba el pelo.
—a que te referías con que no me conviene ser curiosa— el sonrio y nego con la cabeza.
—me refiero a que te mantengas alejada, no nos gusta la gente entrometida— comenzó a caminar, si cree que siempre puede tener la última palabra esta muy equivocado.
—por si no te has dado cuenta, tu viniste con nosotras en mi cumpleaños— hice énfasis en mi cumpleaños, se giró en mi dirección y dio cuatro pasos hasta quedar frente a mi.
—no lo hice por gusto, solo cuido a mi hermana— estaba tan cerca que su respiración puso mis pelos de punta.
—solo digo lo que veo, el curioso pareces tú no yo— sonreí ante su cara de desagrado.
—se todo de ti, nunca me generarías curiosidad— frunci el seño y el cerro los ojos como si hubiera cometido un error.
—a que te refieres conque sabes todo de mi, ni siquiera me conoces— dio dos pasos hacia atrás y rodo los ojos.
—eres aburrida, curiosa e irritante se lo suficiente pero tu no sabes nada de mi y eso te está matando— su cara derrochaba arrogancia.
—tu eres un completo idiota y no hace falta conocerte para darce cuenta— salí disparada hacia la puerta de la escuela con las rodillas temblando, sentí su mirada clavada en mi espalda todo el trayecto.
—no puede creer que le hallas dicho idiota, espero que no te mate por eso.
—solo le dije la verdad, además el me atacó primero— Am solo negó con la cabeza.
—estas cabando tu tumba amiga— eso no me hacía sentir mejor, es más las últimas horas estuve paranoica, me mordi tanto las uñas que me duelen.
—¿iras a la biblioteca?— le pregunté, teníamos que terminar un trabajo de historia para la próxima semana.
—no, mamá quiere que la acompañe a casa de la tía Marta— lloriqueo, su tía es bastante irritante y odia a Am.
—oh bueno, te deseo suerte, nos vemos mañana— nos despedimos y yo tome rumbo a la biblioteca.
Quien diría que la revolución rusa sería tan larga, llevó tres horas y ya está anocheciendo, la biblioteca esta completo silencio, todos se fueron menos Marian, la señora de la recepción.
—linda, es tarde deberías irte— me sonrió con amabilidad.
—si ya me iba, adiós Marian nos vemos mañana— paso bastante tiempo en la biblioteca por lo que le tome cariño.
Busco mi auto y para mi sorpresa mis ruedas están pinchadas otra vez.
—esto tiene que ser una broma— quien diablos pincha mis ruedas, saco mi teléfono para llamar a mamá y que venga por mi.
Antes de marcar, escucho como unas ramas crujen como cuando alguien las pisa, giro mi cabeza hacia esa dirección y veo una sombra, esto no me gusta.
Comienzo a caminar alejándome, llamo a mamá pero no contesta, maldición.
Comienzo a correr cuando la sombra acelera el paso, miro de ves en cuando hacia atrás y ahora la sombra se convirtió en la figura de un hombre.
Tropecé con una piedra callando de lleno contra el piso, siento el ardor en las manos y la línea de sangre que cae desde mi frente.
—¿que diablos quieres?— no podía ver su cara pero si su pelo, era castaño y alto.
Parecía que estaba por responderme cuando la luz de una moto nos alumbró y el chico salió corriendo.
Enfoque la vista y me sentí la persona con menos suerte del mundo, de todas las posibilidades de que alguna persona me ayudará,¿tenia que ser el?.
—parece que el idiota acaba de salvarte— dijo sonriendo victorioso.
—que suerte la mía— susurre con sarcasmo.
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Gracias por leer, espero que les guste❤
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Nuestro Tono Neutro
Teen FictionQuien diría que viví toda la vida sin ver más allá de lo neutro.... que la palabra especial es tan llamativa como ordinaria. Nunca pensé que ambas encajarían conmigo a la perfección.