¡Descubriendo que es el amor!

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La noche estaba tormentosa, había sido una semana completamente gris y nuestro querido héroe  Naruto estaba recostado sobre su cama pensando, que podía hacer en un día como este. Ya que la lluvia no paraba y la tormenta amenazaba con seguir otro día más atormentando la aldea.

Por otro lado nos encontramos con la kunouchi más hermosa de toda Konoha, si Hinata Hyuga. Ella se encuentra en el dojo entrenado sola, y pensando en su amor Naruto; el cual motiva a esta mujer, para hacerse más fuerte, y ganar más confianza en sí misma, ser reconocida por su clan y también por Naruto.

Hinata - No ha parado de llover hace una semana- Decía dando su último golpe al muñeco de entrenamiento.

En eso llega Hanabi, quien estaba espiando a su querida hermana entrenar.

Hanabi- ¡Onee-Sama!- Decía ya dentro del dojo.

Hinata - Qué pasa Hanabi-Chan?- Preguntaba a su hermana, mientras Hinata tomaba una botella con agua.

Hanabi- Sabes Onee-Sama... Me gustaría entrenar contigo un día de estos.- Decía  Hanabi frente a su hermana. La cual queda atónita, ante la propuesta de su hermana y con una sonrisa en su boca, acepta.

Hinata - Me encantaría, pero ahora no puedo, voy a salir.- Decía ella, pensando en ir a visitar a su hermano Neji y  luego a Naruto; tenia pensado decirle algo.

Hanabi - Ok… ¿pero mañana si podrás? Quiero saber que tan fuerte me he vuelto- Decía Hanabi, con una sonrisa de oreja a oreja

Hinata - Por supuesto que sí, Hanabi-Chan!- Decía Hinata dejando el lugar de entrenamiento para ir a visitar a Naruto y antes que nada, visitar a su primo Neji al cementerio.

Pero antes de que pudiera terminar de salir, Hanabi la detuvo con aquellas palabras que dejaron a una Hianta completamente roja de vergüenza.

Hanabi - Vas a ver a Naruto y le dirás lo amas, verdad onee-Sama? Decía Hanabi de espaldas a su hermana con una sonrisa picara.

Hinata - Hanabi-Chan!- Decía Hinata completamente roja, retando a su hermana; por tal confesión que acababa de decir.

Hanabi- ¿Qué, acaso es mentira?- Decía retándola frente a frente.

Hinata - No, no es mentira. Si tengo pensado ir a visitarlo, pero antes de eso voy a visitar a Neji-nisan.- Decía Hinata, con la cabeza baja, por recordar a su primo que había dado la vida por ella y Naruto en la guerra.

Hanabi - Onee-Sama... Perdón.- Decía Hanabi, con lágrimas que se asomaban por sus ojos, recordando a su primo y por ser tan imprudente, al pensar que solo pensaba en Naruto.

Hinata - No te preocupes Hanabi... Después de todo no sabías que tenía pensado hacer.- Decía Hinata animando a su hermana, al percatarse de lo que había dicho, le había afectado a ella también.

Hanabi - Gracias, Onee-Sama. Te acompaño, yo también quiero visitar a nuestro primo.- Decía Hanabi ya animada, saliendo del dojo, con su hermana para cambiarse e ir al cementerio a pesar del día tormentoso.

Ya las dos se habían cambiado las ropas, para poder salir y contarle a Neji todo lo ocurrido en el día.

Las dos tomadas de la mano, antes de llegar al lugar indicado; donde se encontraba la tumba de Neji.  Pudieron notar la presencia de alguien conocido.

Ambas hermanas se miraron y se fueron acercando para ver de quien se trataba. Quién podría ir a visitar a Neji en un día de tormenta, bajo la lluvia.

Ya a pasos de la tumba, se dieron cuenta de quien se trataba.

Hinata y Hanabi - ¿Naruto-Kun?- Dijeron ambas, asombradas de encontrarse con él en un día como este en el cementerio.