Miedo

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-Te juro que estoy bien Chris! -Me puse de pie y caminé hasta la salida del salón de clases. -Sólo me he sentido un poco cansado por el entrenamiento... Es sólo eso.

-No Jorge, sé que algo sucede y me entristece saber que aún no me tienes confianza para contármelo. - Se acercó lentamente hasta poder quedar cara a cara. Pude notar decepción en su mirada. -Tienes dos semanas evitándome, desde que fuimos a patinar te has comportado muy distante y eso me tiene preocupado. ¿A caso hice algo que te molestara?

No supe qué responderle en ese momento. Muchos sentimientos llenaban mi mente de pensamientos inservibles, ya no aguantaba más. Sé que puedo confiar en Chris, pero no quiero involucrarlo en problemas que puedan afectarlo.

No pude más así que me eché a correr por el pasillo intentando no llorar, pero tan mal me sentía por todo que ignoré que lagrimas escurrían por mis mejillas.

Llegué a los baños del segundo piso para evitar a cualquier persona que me pudiera ver. Por suerte no había nadie pero aun así decidí encerrarme en uno de ellos para poder desahogarme a gusto.

Lloré por algunos minutos hasta que escuché que alguien tocaba la pequeña puerta de metal.

-Vete Chris, ahora no quiero hablar con nadie.- Hablé hipando un poco. -Por favor déjame solo.

-Soy Alexis. -Contestó el chico por el otro lado. -¿Te encuentras bien? Te vi correr por... por el pasillo... y pensé... pensé que necesitabas ayuda.

-Estoy bien, sólo... Sólo déjame solo.

-No me iré de aquí hasta que salgas... -Comenzó a empujar la puerta hasta que no pude evitar que la abriera por completo. -¿Qué tienes?

-¡Vete de aquí!... no entiendes que quiero estar solo? -Sollozando logré responder. -Ni siquiera somos amigos. ¡No tienes nada que hacer aquí!

-Si estoy aquí es porque me importas... - De pronto el chico se acercó y me abrazó con fuerza. -Me importa por que te considero mi amigo.

No sabía qué estaba pasando pero me agradaba. Me agradaba esa sensación de seguridad que él me brindaba. Mis sentimientos ya no podrían estar peor. Podría decir que ya ni sabía qué estaba sintiendo, qué estaba pasando hasta que todo se apagó.

*

Desperté en la enfermería sin saber qué es lo que había pasado. La doctora dijo que había tenido un ataque de pánico el cual causó el colapso. Sólo me duele la cabeza pero siento que estoy bien. La escuela llamó a mi mamá para que me llevara a casa lo cual creo que es bueno ya que no quiero quedarme más tiempo aquí.

Me levanté de la pequeña cama en la que estaba y caminé hasta puerta de salida para ver si mi madre ya había llegado. Para mi sorpresa Alexis estaba esperando afuera de la enfermería en las bancas, el verlo ahí me hace sentir apenado por lo sucedido pero supongo que debería agradecerle el haberme traído hasta aquí.

Gra... gracias por... por traerme... gracias. -Intenté hablar normal pero los nervios me traicionaron.

-No tienes que agradecerme nada... No fui yo quien te trajo.- Se levantó y me miró por unos segundos hasta que se dio la vuelta en dirección opuesta en la que me encontraba y comenzó a caminar. -¿Estás bien? ... lo que pasó... Perdóname.

-Espera!. - Lo alcancé y lo tomé del hombro.- No fue tu culpa... no... bueno, es que... yo... y cuando tu... y en el baño... No es tu culpa el que me haya desmayado.

-De todas maneras debí darte tu espacio... pero lo hecho, hecho está. -Se giró hasta quedar de frente, intentó sonreír pero no lo logró. -Si ya estás mejor, creo que es mejor que regrese a clases.

Me enamoré de mi mejor amigo (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora