Pesadilla

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Y ahí estaba yo, en la entrada de un paraíso helado. Todo estaba cubierto de una inmensa capa de nieve y por el techo, cristales de muchas formas y tamaños adornaban el comedor.

-Te gusta? -Se acercó y me abrazó por detrás. -Quería sorprenderte.

-Gustarme? - Me separé un poco y le di un tierno beso en sus labios. -Me encanta... Es hermoso y muy... Tú!

-Chicos chicos! dejen los mimos para después y pasemos sentarnos que literalmente la comida se congela.

-Señor!! no lo había visto. - Me sonrojé ante la vergonzosa escena. -Qué pena conmigo.

-Tranquilo, no es para tanto... si les contara cómo fui a su edad, seguramente ni me tendrían respeto. - rió un poco y se acercó a darme un gran abrazo. - Bienvenido a la familia... No tengo que amenazarte o esas cosas que hacen los padres celosos verdad?

-Papá! ahora tú estás avergonzándome.

Pasamos al comedor y por ser una ocasión especial, todos se encontraban sentados para disfrutar el gran banquete que habían preparado. A pesar de que nadie está relacionado de manera sanguínea con alguien, parecían una gran y hermosa familia juntos.
Daniel y Ana Lucía discutían sobre quién leería el periódico a primera hora mañana, Chris y su papá platicaba con el jardinero Jonny acerca de la nueva decoración que querían en la terraza y yo me dediqué simplemente a observar a todos y cada uno de ellos hasta que el sonido de la copa de Chris me sacó de todos mis pensamientos.

-Atención por favor. -Golpeó un poco más la copa con el cuchillo. Una vez con todas las miradas puestas en él, prosiguió. -Como sabrán, hoy es un día muy especial para mi, pues tengo el honor de informarles que el chico que está a mi lado, ya no es sólo mi amigo... Hoy por la mañana, aproximadamente a las 8:47 Este chico de ojos marrones me robó el aliento al preguntarme si quería ser su novio... - Me tomó la mano y la apretó suavemente. - ... Y yo acepté sólo porque había preparado waffles! ... Por Dios que amo los waffles!

Todos comenzaron a reír, yo no sabía qué demonios debía decir en ese momento, pero si de algo estaba seguro es que me sentía bien, tenía calma en mi interior y eso me hacía muy feliz.

-No... ya. En serio, amo los waffles pero si acepté fue porque desde que conocí a Jorge, cada uno de los momentos que he pasado a su lado son muy especiales. Y lo comparto con ustedes porque los quiero mucho y porque ustedes jamás me han juzgado, pero lo más importante es porque los considero a todos mi familia.

-Por ustedes.- Ana Lucía levantó su copa en señal de brindis mostrando una gran sonrisa. - Por que nunca se terminen esos momentos especiales.

-Por nosotros. -Le contestó mi novio. -Porque sigamos siendo una gran familia.

-Por nosotros.- Dijimos todos al mismo tiempo.

Terminamos de comer y entre risas y anécdotas empecé a conocer mejor a todos.
Les conté la situación en la que me encontraba. Les hablé de mi familia y del por qué aún no les he contado sobre mi orientación sexual, incluso terminé hablándoles sobre mi padre.

Cuando me di cuenta de la hora, pedí disculpas y salí corriendo de la casa para llegar a la mía.

**

-Es muy tarde Colentti ... -Se apresuró a decir cuando me acerqué a abrir la puerta de mi casa. - Dónde diablos estabas? Tengo horas esperándote

-Lo siento... -Me acerqué y lo abracé a modo de saludo sin pensarlo. Al darme cuenta de mi acción, me separé rápidamente por lo apenado que me sentía. - Lo... lo siento...

-Tranquilo... Está bien. - Se separó un poco y me extendió la mano. -Prefiero los saludos de mano con los hombres... - Rió un poco. -Aunque... claro, puedes saludarme así si no te molesta que se enteren de tu homosexualidad.

Me enamoré de mi mejor amigo (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora