Llegando al límite

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-¿Ya está la cena?

-Ño! Apenas meteremos la pizza al horno. -Le contesto mientras le extiendo la charola al menor.- Eres un desesperado Alexis, además apenas son las 7 de la tarde. Duérmete o algo.

-Mejor trae unas sodas y un paquete de palomitas de maíz que están en el cuarto del almacén por favor.- Fer interviene amablemente mientras me indica con las manos que encienda el horno.

-Tú no me des ordenes mujer, aquí el hombre y el mayor soy yo! - Le grita a su hermano mientras se acerca a la alacena tomando un paquete de galletas de chocolate.

Fer con la mirada hacia abajo sale de la cocina. Después de prender el horno me aproximo hasta donde el ojiazul disfruta sus galletas. Arrebatándole una de sus manos y ya con su mirada puesta en mi, le golpeo levemente su hombro izquierdo en forma de desaprobación.

-Eres un idiota! No deberías de tratar así a tu hermanito, podrás sentirte muy macho y ser el mayor pero nada de eso te da el derecho de tratarlo como una mierda. - Me siento junto a él y tomo sin pedirle permiso otra de sus deliciosas galletas. - Él te quiere y te admira por ser su hermano mayor, y tú sólo lo estás alejado.

-No empieces, yo sé bien lo que hago y lo que no con él. - Me contesta en voz alta arrebatándome la galleta de las manos. - No es tu hermano, es el mío.

-Pero es mi amigo y me duele verlo así por tu culpa. Si acepté de lleno a venir aquí es porque él me invitó a cenar y no por lo de mis poderes. -Me levanté de la mesita donde estábamos sentados y caminé hasta la salida. Rápidamente Alexis me imitó Y me alcanzó.

-Pues si viniste por él, yo no sé porqué estoy aquí aguantándolos. -Me tomó del brazo evitando que saliera del lugar y alzándome la voz se dirigió una vez más a mi. -Seguro eres igual de marica que él y sólo viniste a una cita ¿verdad?

-Si lo soy o no es mi maldito problema!. -Le grito soltándome de su agarre. -Y si saliera con tu hermano tu deberías de cerrar tu bocota y dejarnos en paz!

Terminada esa oración veo que el menor se acerca a lo lejos con un sixpack de soda de naranja y una caja con palomitas para microondas. Una vez que él entro a la cocina, me acerco y lo beso en la boca con intención de hacer enojar a su hermano.

-Qué bueno que regresaste bebé!- Le digo apartándome un poco de él para poder observar la reacción del mayor. ¨Dios por qué no grabé eso¨ pensé mientras veía cómo nos observaba Alexis con su boca abierta.- Tu hermano no comerá con nosotros porque el no ayudó en nada. Anda!, salgamos de aquí mientras se hornea nuestra pizza.

Lo tomé de la mano y lo saqué nuevamente del lugar. Sin decirle ni una sola palabra, el menor me indicó que subiéramos hasta su habitación. Recorrimos pasillos y pasillos enteros, subí unas hermosas escaleras en forma de caracol y al final del tercer piso hasta el fondo se encontraba una puerta que resaltaba de las demás con un color negro con marco color plateado.

Entramos y con los ojos bien abiertos me sorprendo ante la gran habitación, volteo y por el lado derecho hay casi una replica miniatura de una sala de cine, con sillones y todo. También veo que hay varios instrumentos de percusión, y por el lado izquierdo en una de las esquinas reposa una cama con muchas almohadas y por el otro extremo veo libreros repletos de libros que reconozco porque he leído varios de esos titulo.

-Dios! sí que los rico viven bien! es incluso más grande que la habitación de Chris. -Me acerco y como niño chiquito comienzo admirar todo lo que se encuentra en ese lujoso cuarto.

-No es para tanto, aunque a veces la detesto porque tardo casi 15 minutos en llegar de aquí a la sala. Vivir en casas grandes también tiene sus desventajas. -Me dice mientras acomoda un poco los libros que tomé. Se acercó a mi y me indicó que me sentara con él en su cama. -¿Qué pasó abajo?

Me enamoré de mi mejor amigo (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora