Ofrenda (Rubegetta)

Isekai

(Ruben)

Debí haberme ido de aquí en el momento te sabía que esto no iba a salir bien... solo espero que mi mamá no esté preocupada por mi y que si llego a morir, que no se de cuenta.

—¿Estás listo?—

—Eso creo... pero estás seguro de que todo saldrá bien?—

—No estoy tan seguro, pero si llegan a darnos una opción que nos favorece a los 2, es mejor tomarla sin negociar demasiado— ¿Qué clase de tratos serán...? de igual forma me siento inseguro.

—Oye... ahora que lo pienso ¿Puedes borrar memorias, verdad?—

—¿Cómo escuchaste eso?— Se alteró... debe ser un tema muy delicado.

—Bueno... escuché un poco de lo que hablaban la semana pasada y oí eso—

—¿Y qué quieres?¿Que te borre la memoria?— Negué explicándole que si una de las opciones era que me borraran la memoria que no dudara en hacerlo. En todo caso se evitarán más problemas.

—¿Vas a llorar?— Tiene cara de querer llorar.

—No... no puedo llorar, no tengo esa habilidad— Entonces igual quiere llorar...—Ya vamos. Colócate este amuleto y sube a mi espalda—

—Oye pero deberíamos salir de aquí antes— Se está preparando para salir y ni quiera piensas que no puedo atravesar paredes.

—Por eso el amuleto... agarrate fuerte que ahí voy— Dijo saltando a toda velocidad. Tuve bastante suerte para no caer, pero me quedaron doliendo los brazos...

—¿En dónde está la casa de tu jefe?—

—Está fuera de esta dimensión. Así que cierra los ojos ahora que abra el portal o si no podrías quedar traumado— ¿Traumado por qué?

—Explícate mejor, no te entiendo— Él bufó diciéndome que mejor no lo supiera por mi bien mental, pero a estas alturas sería muy difícil que me pase algo.

—Mejor cierra los ojos y no los abras hasta que yo te diga—

—Esta bien...— No me queda de otra.

Hice lo que me pidió y a los pocos segundos el aire cambió de dirección con mucha rapidez. Seguramente ya estamos en el otro mundo, pero pareciera ser igual al mío, aunque con el viento distinto.

—No abras los ojos, estamos llegando—

—No lo haré. Avísame cuando lleguemos—

—Esta bien...—

(...)

—Abrelos. Estamos dentro—

—¿Quien es?—

—¿Es el humano del que nos hablaron?— Hay más personas aquí... O bueno, no personas, más bien animales transformados.

—Dejenme verlo, necesito saber cómo está— Dijo una señora pasando por encima de todos—Que lindo... ¿No te sientes mal estando con ese Dragón?—

—Disculpen... ¿Pero quienes son ustedes?— Se suman y suman más personas... deberían estar en su forma
normal si están aquí.

—Perdón por eso... yo soy la diosa Buey y ellos son el gato, el perro y la coneja— Creo que escuché de ellos...

—H-Hola...— Me están dando miedo... se ven muy tranquilos sabiendo en la situación que estamos.