Furia

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(Dragón)

—¿Oye y cómo lo consiste?—

—¿Estaba buscando ayuda?—

—¿Tenías un problema con algunas cuentas?—

—¿Lo raptaste a la fuerza?—

Que espíritus más molestosos... están insistiendo hace varios minutos para que les diga todo sobre Ruben, no quieren perderse de ningún detalle y tratan de quitarme la información a la fuerza. Pero no les diré absolutamente nada.

—Me voy— Me sentaré un rato afuera para evitar verlos, de verdad que ya no los soporto.

—¿A dónde vas?— Mierda, el superior—La fiesta está a punto de empezar—

—¿Fiesta?¿Cuál fiesta?— ¿No que me iban a enjuiciar?

—Vamos, siéntense todos que comenzaremos ahora— Dijo caminando hasta uno de los asientos que mantiene tapado—Hoy tenemos el honor de disfrutar de esta comida— Comentó para luego quitar el paño.

—¿Esto es una broma...?¿Para esto me trajeron?— Tienen a Ruben amarrado a la silla, con los ojos y la boca tapados para que no diga nada.

—¿Cuál broma? Era obvio que pasaría esto al traerlo aquí— Sabía que no tenía que dejarlo en el templo. Esto no estaría pasando.

—¿De verdad que nos lo podemos comer?—

—Tigre... lo puse aquí para eso. Así que si quieres, ven y comienza— No lo dejaré. Lo van a matar.

—¿Qué haces...?¡Oh por dios, ya detenganse!—

—¡Los voy a quemar a todos si no lo sueltan!¡Tienen 5 segundos!— Estoy muy enojado. Juro que no me sentía así hace años. Esto me está hirviendo la sangre.

—Primero te me calmas. No voy a tolerar que nos pongas en peligro por un humano—

—¡Es mi humano. Puedo hacer lo que sea para que no le hagan daño!— Quiero arrancarle la cabeza a todos. Pero sé que si muevo un solo dedo me lo arrancarán a mi.

—Perro, Caballo. Agarrenlo—

—¡No me toquen. Son unos desgraciados!—

—Tranquilo. Por favor ya cálmate, nos pones en aprietos a todos—

—Sueltenme, ahora...—

—Ya no más... me está partiendo el corazón escuchar todos esos gritos— ¿Está llorando?

—Ay estos humanos...— ¿Qué le va a hacer?

—No lo toques—

—No me digas que hacer... además solo le iba a quitar las cosas—Pero si se acerca con esa actitud de odio ¿Qué espera que diga?—Ya... como todo se fue por el caño, será mejor ir al grano—

—¿Ya lo podemos soltar? Está tirando demasiado para que lo dejemos—

—Sí, ya déjenlo— Dijo el supremo acercándose a mi— Y tú, ven conmigo, necesitamos hablar—

—¿Y él qué? No pienso dejarlo solo con ellos— Sé cómo son y le pueden hacer cualquier cosa debido a su curiosidad.

—Eres malo... yo soy capaz de dar mi vida por ti y no confías en que cuidaremos de tu
tesoro...—

—Perro... sabes que no confía ni en su sombra y lo va a hacer contigo—

—Serpiente tiene razón, pero es obvio que no le haremos nada. Yo sobre todo, si al final soy la causante de que ellos sigan vivos—

Ofrenda (Rubegetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora