Mil años antes (1/2)

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(Dragón)

Insignificantes aldeanos...ya es la 5ta vez en la semana que vienen a molestarme a mi templo para que les ayude como si fueran mi responsabilidad.

Yo no soy el causante de su desgracia. Ellos con sus descuidos han causado que esa tierra pierda toda su vida. Y no hacen más que nada, solo rezar y pedir.

Los escucho venir todas las mañanas con comida y regalos cualquiera. Deben entender que los dioses no tenemos la necesidad de comer y todo lo que traen se pudre a las horas o 2 días como máximo. No sacan nada con seguir haciéndolo...

—Por favor Dios Dragón. Le pido ayuda por el bien de mi familia y mis vecinos, ya no podemos soportar más está situación— Y otra vez vienen a buscarme...ya estoy pensando en aceptar solamente por pena—Por favor ayúdanos, te ofreceré a una de mis hijas si es necesario— Esperen... eso es nuevo.

Me asomé sutilmente por una de mis paredes para ver quién era el que estaba ofreciéndome tal cosa. Él seguía con sus manos juntas tratando de aferrarse a esa fe que aún no lo hacía cometer alguna locura. No sé si es que me dio demasiada pena ver como sufría en silencio o solo estaba atraído a su ofrenda, pero terminé saliendo sin hacer mucho escándalo. Ser un Dios Dragón tiene muchas desventajas. Todos los que me ven escapan asustados.

—U-un...¡Dragón...!— Ven, a eso me refiero...no puedo estar con mi forma real ante los humanos.

En fin... tuve que adoptar una forma humana que estuviera acorde con la vestimenta de ellos. Pero la idea de tener un kimono de vestimenta no me pareció muy cómodo.

—¿Puedes tranquilizarte?, no es necesario que grites, no te voy a comer— No tuve problemas en decirle eso, ya que con tantas visitas me aprendí su lenguaje a la perfección.

—D-disculpa...pero no pensé que eras tan grande— Típico de ellos, asustarse por cosas nunca antes vistas.

—Mejor dime de una vez que es lo que quieres...no tengo todo el tiempo del mundo para ustedes—

—Esta bien... quiero que mi pueblo ya no sea centro de ataque para los bandidos...y que nuestros campos de arroz vivan como hace años atrás— Este sujeto no quiere nada...

Suspiré tratando de asimilar todo el trabajo que tendré que hacer desde ahora. Pero la ofenda no me disgusta para nada. Así que acepte sin mayor problema.

—Muchas gracias. Te estaremos infinitamente agradecidos de por vida— El aldeano no hacía más que llorar de alegría.

Antes de irse, me prometió que mañana vendría de nuevo y con él traería a la hija más pequeña.

De seguro debe tener como unos 20 años, porque el aldeano se veía de mucha edad. Así que por el momento lo único que puedo hacer es esperar hasta mañana para recibir mi paga por tener que cuidarlos.

Sólo espero que no sea una mentira, porque o si no, yo seré el que terminará destruyendolos por completo.

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Cabros caí en el vicio del Rubegetta, pero es solo esta historia hasta el momento.

Además la estoy subiendo en una página de Instagram, no diré cual porque espero que la descubran solos :)

Igual tengo otra wigetta guardada para cuando logre terminarla.

No dejaré algo tan bello tan fácilmente >:v

Ofrenda (Rubegetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora