John Shelby

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Experiencia en niños revoltosos

John Shelby - Lectora


Ha sido un largo día de trabajo y una larga noche en el pub y, finalmente, estas agradecida de volver a casa. Pero primero tienes que esperar a que Beth encuentre sus llaves para poder ayudarla a irse a la cama, un proceso muy retrasado por las seis ginebras que bebió en el pub. Estas esperando, con los brazos cruzados apoyados contra la pared cuando notas a una niña corriendo a toda velocidad por la carretera.

Asientes con la cabeza hacia ella.

-¿Quién es esa?-

Beth se gira, con demasiada violencia, así que tienes que agarrarla.

-Oh, esa es la hija de uno de los Shelby. Ella se irá a casa eventualmente.

-¿Eventualmente? Son las doce, ¿por qué no está en la cama?-

-Mmmmm, no lo se, aunque no aparece mucho por aquí, estoy segura que el resto probablemente estará aquí pronto, ululando y gritando. No me preocuparía por eso- Espeta

-¡No te preocupa?, ella no tiene zapatos ensangrentados como su padre Beth, es solo un bebe! ¿Qué edad tiene ella? No pueden ser más de tres- Dices tratando de no sonar preocupada

-T/N ella tiene cuatro ahora. Anunciaron una gran fiesta para ella, ¿no es así? ¡Ajá!- Celebra finalmente logrando abrir su puerta. -Las damas primero- Hace un gesto con una sonrisa, pero no lo notas debido a que no puedes apartar los ojos de la niña, y justo cuando Beth resopla y entra por la puerta, la Shelby más joven tropieza y se estrella la cara en la carretera.

El sonido es seco y resuena por la calle, congelando el tiempo hasta que ella deja escapar un grito impactante y estalla en lágrimas. No puedes evitarlo, tus pies te impulsan hacia ella para poder levantarla del suelo.

-Oye, ¿qué hay de mí?- Beth grita desde el interior de su casa.

-¡Oh, puedes cuidar de ti misma! Te veré el lunes- Le gritas de vuelta, volviendo tu atención a la niña en tus brazos. Le apartas el pelo de la cara y tratas de limpiar un poco de suciedad de sus mejillas.

-Está bien, ¿cómo te llamas cariño?-

-Es Ka-Katie, Sh, Sh, Shelby- Balbucea entre lágrimas.

Hay un chichón impactante en su frente y un moretón de color púrpura oscuro ya está floreciendo en su piel pálida.

-Shh, Katie ... Está bien, ¿te llevamos a casa y podemos conseguir un paño mágico para tu cabeza, y mejorarlo todo?-

Ella solloza y asiente, aparentemente apaciguada por tus palabras. Limpias la mayoría de sus lágrimas y mocos en tu manga y cuando comienzan a caminar hacia su casa, ella acaricia tu cuello, con su pulgar en su boca y su mano libre girando los rizos sueltos en tu cuello.

No sabes exactamente dónde vive John, pero no es necesario; cuando doblan por la siguiente calle, él está parado en medio de la calle, otros tres niños corren descalzos a su alrededor persiguiendo a un par de perros.

-Lo juro, si no entran ahora, habrá problemas. ¿Y dónde diablos se ha ido tu hermana?-grita, girando y tratando de agarrar a los niños.

-¿Señor Shelby?- Gritas: -¿Ella también es suya?-

Parece relajarse un poco al ver a Katie, pero se pone rígido de nuevo cuando te acercas y ve el bulto en su frente.

-Ella salió volando por la carretera y se golpeó la cabeza. Pero, ella está bien, más conmocionada que cualquier otra cosa que creo -

La muevo de mi cadera hacia su padre, pero se aferra más a mi vestido y se acurruca más en mi cuello.

John intenta sonreír, pero puedes ver el cansancio y la frustración detrás de sus ojos.

-¿Quieres ... quieres ayuda?- Ofreces.

Deja escapar un profundo suspiro y se frota la cara con la mano.

-¿Te importaría? Me están atacando en este momento.-

Como si fuera una señal, el hermano mayor empuja al menor al suelo.

-Billy, discúlpate con tu hermano y ENTRA AHORA A LA MALDITA CASA AHORA!- John grita, lanzándose hacia el chico más joven mientras pasa corriendo a nuestro lado.

John falla, pero cuando Billy se desvía, agarras su mano y lo giras hacia la puerta.

-Escuché que hay algunos caballos perdidos en el parque- Le dices al pequeño y observas que sus ojos se iluminan con el pensamiento. -Si te vas a la cama ahora, puedes levantarte temprano y es posible que todavía estén allí ...-

Billy levanta una ceja y no puedes evitar reírte de lo mucho que se parece a John.

-Ve- Le digo, con calma pero con la fuerza suficiente para que no discuta.

-¿Podemos ir a ver los osos también?- Pregunta la niña mayor.

-Depende de lo rápido que te metas en la cama.-

Los dos niños restantes se apresuran a entrar en la casa, empujándose unos a otros mientras suben corriendo las escaleras, seguidos de cerca por los perros.

John mira las escaleras vacías y deja escapar una risa entrecortada.

-Sabes, podría besarte ahora mismo.- Dice.

-Wow tranquilo, señor Shelby.-

-Hablo en serio, normalmente tengo que esperar hasta que se les acabe la energía. No puedo agradecerte lo suficiente. ¿Eres un ángel real acaso?-

-No en realidad, solo la mayor de ocho, en realidad la mayor con mucha, mucha práctica con niños revoltosos.-

-Bueno, tendrás que enseñarme algunos trucos alguna vez- Dice, y a pesar de su claro agotamiento, hay una punzada coqueta en sus palabras y no puedes evitar sonreír.

-¿Qué tal si me invitas a entrar para que pueda arreglar a tu hija y podemos empezar a partir de ahí?-

El sonríe y  te guía hacia el interior de la casa.

Vaya que fue una noche larga.




Que show bombones, como estan?

Que tal su dia?

Les gusto el shot?

Peaky Blinders - One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora