Memorias
John Shelby - Lectora
Advertencia: esta un poquito sad
-Abuela, ¿qué hago, cuándo se detiene el dolor?- Victoria preguntó entre lágrimas. - Siento como si me arrancaran el corazón del pecho-
Abrazaste a tu nieta con fuerza. Lentamente acariciaste su cabello, sus lágrimas caían como una cascada, sin parar ni por un segundo.
Ah, esas rupturas. Victoria tenía casi 20 años y acababa de aprender que el amor no solo no funcionaba a veces, sino que también dolía como la mierda.
-Lo sé, querida, lo sé, pero estarás bien. Siempre has sido una chica fuerte -.
Besaste a tu nieta en la frente y mientras hacías un gesto hacia la cocina dijiste.
-Ahora, conozco un remedio para cualquier tipo de dolor de corazón. Helado-
Tu nieta sonrió entre lágrimas, pero te siguió. Dos tazas grandes de helado, hicieron que se sintiera mejor.
Después de todo, las abuelas conocen los mejores consejos. Pero una cosa que dijiste hizo que Victoria pensara. Algo que no suele llamar su atención, pero en ese momento la confundió más que a nada en el mundo.
-Dijiste que sabes cómo se sienten los desamores - la joven hizo una pequeña pausa antes de continuar- Pero pensé que tú y el abuelo se enamoraron a primera vista-
Te reíste por un segundo, estabas sinceramente sorprendida de que Victoria escogiera esa frase.
-Si lo hicimos, me enamoré en el momento en que lo vi, pero él no fue mi primer amor -
La mandíbula de Victoria cayó al suelo, no había escuchado esa historia antes. Nadie conocía la historia, sobre todo porque tu guardabas esa parte de tu vida solo para ti.
- Mierda, eso no me lo esperaba-
-Victoria, ¡tienes suerte de que tu madre no esté aquí!-
Exclamaste, fingiendo estar sorprendida por el lenguaje de tu nieta. Después de todo, había muchas cosas peores que unas cuantas "maldiciones", lo sabias por el lugar en el que te criaste, nada en el mundo se compararía con Birmingham a principios de siglo, un lugar donde las malas palabras se aprendieron antes de la edad de 4.
-Muy bien, lo siento perdón por mi lenguaje, pero Dios mío, cuéntame la historia, por favor-
Ahora el helado casi fundido era la menor de las preocupaciones de Victoria. Había un chisme familiar el cual desconocía.
-Está bien, pero recuerda-
-Lo que dice la abuela se queda entre nosotras- Victoria terminó la oración. Era algo familiar, ya que ella y tu eran increíblemente cercanas.
-¿Cuando sucedió? ¿Era guapo?
-Bueno, antes de comenzar, creo que necesitaremos un vaso del segundo mejor remedio para un corazón roto, vino-
Tu sabías que este era el momento en que se revelaría tu mejor secreto oculto, y era apropiado tomar una buena copa de vino.
-Entonces, yo era joven, no mayor de lo que eres ahora- hiciste una pequeña pausa- Que si era guapo? Maldita sea, era el chico más guapo de toda Birmingham-
-Abuela, si mamá estuviera aquí para escucharte- Victoria jadeó, repitiendo las mismas palabras que hace unos momentos estaban dirigidas hacia ella.
-Lo bueno es que es que no esta- reíste y tomaste un sorbo de vino.
El sabor familiar golpeó sus papilas gustativas. Aquel vino era de el mismo año en que se conocieron por primera vez. Hace toda una vida
-Sí, era guapo- continuaste- Tenía los ojos azules más inquietantes que puedas imaginar. Tenía el pelo claro, definitivamente no rubio, y tenia un peculiar sentido del humor- te detuviste por un segundo, los recuerdos inundaron tu mente- Ah, John, bastardo-
-¡Se llamaba John!-
-Sí, nos conocimos en una sombría noche de octubre. Estaba en un bar, con Elizabeth. La recuerdas, ¿verdad? - Asintió frenéticamente- Luces tenues, alcohol barato y dos chicas que definitivamente no deberían estar allí.
-La tía Elizabeth, ustedes dos eran prácticamente inseparables- Recordó Victoria.
-Lo creas o no, ella tenía una mente llena de malas ideas, pero estar allí esa noche, esa fue la mejor y peor idea, que alguna vez tuvo. Ambas nos habíamos escabullido de casa y estábamos tomando unos tragos cuando de repente un extraño se nos acerco y se presento, hablamos hasta las 4 de la madrugada aquella noche -
Excluiste a propósito algunos detalles de la historia, ya que los tiempos eran muy diferentes y algunas partes de la historia eran mejor enterradas a 6 pies bajo tierra.
-¿Y?- Victoria jadeó, ansiosa por que continuarás. Se había olvidado del vino, de su propio corazón roto, en ese momento solo era su abuela y ese tal John.
-Al día siguiente recibí una invitación para ir a cenar con él, lo creas o no, él era un caballero y tuvimos algunas citas más antes de comenzar a salir oficialmente-
John Shelby, ese huracán que entró en tu vida de repente y en solo una noche nada fue igual. En solo 3 citas te enamoró.
-Oh, cuánto lo amaba, incluso me propuso matrimonio- detuviste la historia, en solo unos segundos reviviste esos 5 años de tu vida. La noche que se conocieron; el momento en que te presento a su familia; la noche que te propuso matrimonio bajo la pálida luz de la luna- Se suponía que debíamos casarnos - Y con esa última palabra se derramaste una lágrima.
-Pero algo salió mal- Victoria susurró.
-Él fue asesinado. Sacrificado cual animal frente a nuestra casa- La copa de vino de Victoria cayó al suelo de repente. El líquido rojo se parecía a la sangre, al igual que la sangre que se derramó ese día - Y de repente mi romance de cuento de hadas llegó a su fin-
Guardaste silencio durante unos minutos y luego te levantaste para limpiar el desorden en el suelo. Durante unos minutos, lo único que se escuchó fueron los sonidos de vidrios rotos que se recogieron con la escoba.
Victoria no sabía qué decir. La linda historia del primer amor de su abuela dio un giro horrible. Eso no fue solo un corazón roto, sino una vida rota.
-¿Cómo viviste eso? ¿Cómo encontraste la fuerza para continuar?-
-No lo sé. Honestamente, los siguientes dos años se sintieron borrosos, no tenía idea de lo que estaba haciendo, a dónde iba- dejaste de recoger los pedazos rotos de la copa de vino- Un día tomé mis cosas y me mudé de Birmingham, esa ciudad me asfixió, solo me recordó aquella vida que me robaron-
-El tiempo ayudó?- preguntó tu nieta, quería desesperadamente saber si te encontrabas bien.
-Para sanar?, No, quien dijo que el tiempo cura es un mentiroso. El tiempo no cura nada, solo entierra la voluntad. Y generalmente entierra bastante profundo. Pero en momentos como estos, cuando pienso en mi historia o lo recuerdo, duele como cuando tuve que comenzar a vivir sin él-
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Peaky Blinders - One Shots
FanficLos Peaky Blinders y tu. One Shots e imaginas de la serie británica Peaky Blinders Algunos salidos de mi imaginación, otros tantos traducidos desde Tumblr Disfruten ✌