Peaky Blinders - One Shots

Finn Shelby

Lugares  extraños

Finn Shelby - Lectora

(Maratón 4/5)

Sin aliento, Finn se derrumbó en la cama a tu lado. Los dos miraron al techo, sin saber muy bien qué decir.

-¿Eso fue... bueno? Para ti?, quiero decir, sé que fue bueno para mí- Preguntó en voz baja, tirando de las mantas a tu alrededor.

-Sí- fue todo lo que respondiste, todavía en estado de shock.

Te volteaste de lado y lo rodeaste con tus brazos, él llevó sus manos a tu cintura, sin saber muy bien qué decir.Los dos acababan de perder su virginidad el uno con el otro. No era un momento perfecto, estaba lleno de pánico y preocupación, pero había sucedido. No te arrepentiste ni un segundo, esperabas que Finn tampoco.

Definitivamente te alegrabas de estar en su habitación y no en la tuya, lo último que querías era que tus padres te escucharan. Finn tampoco quería que nadie lo oyera, pero si alguien lo oía, no querías que fueran tus padres.

Siempre te sentiste tan segura en los brazos de Finn, él te proporcionó ese consuelo extra que anhelabas.

-¿Finn?- Llamaste, sacándolo de su pensamiento profundo.

-¿Hm?- Te miró con ansiedad en sus facciones.

-¿Besame?- Le pediste, tratando de hacer la noche lo más romántica posible.

Una sonrisa salvaje adornaba su rostro mientras se inclinaba, pero se congeló cuando escuchaste pasos en las escaleras. Era imposible saber si era uno de sus hermanos o las botas de tacón de su tía Polly.

Saliste de la cama, recogiendo tu ropa maniáticamente. Se apresuró a ponerse la ropa interior mientras tú te subías la falda por las piernas y te metías los brazos por la blusa. No hubo tiempo de abrocharla antes de que los pasos estuvieran fuera de la puerta.

Los ojos de Finn estaban muy abiertos por el miedo mientras mirabas alrededor de la habitación en busca de un lugar donde esconderte, terminaste presionándote contra la pared detrás de la puerta. Cruzaste los brazos sobre tu pecho y te mordiste el labio cuando la puerta se abrió de golpe. La manija de la puerta se balancea a centímetros de ti cuando uno de sus hermanos entra, es John.

-¿No vas a venir a la guarnición, Finn?- Preguntó John, desde donde estabas parada, tenías una vista perfecta de la parte posterior de su cabeza.

Todo iba bien, aún no te había visto. Pero sentiste que te quedabas sin aliento en la garganta cuando viste tu ropa interior en el suelo, apenas a dos pasos de donde estaba John y Finn estaba manteniendo bien la conversación y no estabas segura de cómo va a salir John de la habitación sin ver detrás de la puerta entreabierta.

-Sí, está bien, Finn, te veré en un momento- Concluyó John, antes de pasarle un cigarrillo a Finn.

Se detuvo cuando algo quedó atrapado alrededor de su zapato negro. Lo recogió y se lo tendió. Era tu ropa interior. Tu boca se quedó boquiabierta y tu rostro se puso rojo oscuro.

-¿De quién son estos Finn? ¿Dónde está la desafortunada?- Él se rió, una carcajada demasiado fuerte a tu parecer.

-¿Es T/N?- Preguntó, manteniendo la voz baja como si hubiera gente en la habitación.

-Mira, John  yo- Comenzó Finn, buscando a tientas el cigarrillo en sus manos

John lo interrumpió lanzando sus manos en el aire

-En realidad, no quiero saber- John giró sobre sus talones, listo para escapar hacia la puerta.

Pero antes de salir te vio tratando de esconder tus pechos con tus brazos.

Sonrío al verte, pero no dijo nada, pero pudiste oírlo reír para sí mismo todo el camino bajando las escaleras.Pasaste tus manos por tu cabello, incapaz de creer lo que acababa de pasar, agarraste tu ropa interior del piso.

-Esto va a sonar chistoso, pero creo que salió bien- Dijo Finn, sosteniéndote el cigarrillo como si fuera una disculpa. Lo tomas de sus manos y lo guardas en tu bolsillo para después

-Si le dice algo a alguien, los voy a matar a los dos- Le dijiste enojada.

Él agarro tus dos brazos

-¿Por qué me vas a matar?- Preguntó, luciendo tan inocente como el pecado, apartaste la mirada de él mientras te encogías de hombros.

-Te veré más tarde- Dijiste con indiferencia, abrochándote la blusa y abriendo la puerta, pero antes de irte, corres hacia él para darle un beso en la mejilla.

La noche siguiente, esperabas a tu novio fuera de Garrison, con cuidado de mantenerte alejado de los borrachos que entran y salen del pub. Cuando lo ves, rodeado de su familia, lo saludas con timidez, y sientes que su cara se sonroja cuando ves a John sonriendo.

Finn te sonrío y se quedo afuera para saludarte correctamente después de que todos hayan entrado. Te besó lentamente, una mano en tu cadera y la otra rozando tu mejilla.

-Estoy adolorida en lugares tan extraños- Le susurraste, en referencia a la noche anterior, él te sonrió mientras tomaba tu mano y te guiaba adentro.