Estaba inquieta, ansiosa. Sentada en segunda fila, observando como el resto de la clase comenzaba a llegar, llenando el salón, mis nervios y ansiedad me carcomían por dentro.
Mi día iba de maravilla. Por la mañana, tras un increíble desayuno, asistí a mi primera clase de lenguaje moderno, español. Por supuesto que se me hizo fácil. Luego, francés. Tuve una hora libre y otra clase de redacción y narración. Había almorzado con Lenna y ahora me encontraba en mi última clase del día: literatura inglesa. Estaba emocionada por ella. Durante el fin de semana había leído Romeo y Julieta por enésima vez. Y lo mejor, es que después de clases, iría al café con Harrison.
Golpeo con mis dedos sobre mi Tablet, esperando que llegara la hora para que la profesora llegara. Observo la puerta de entrada, los alumnos siguen llegando.
Y entonces lo veo. Mi sonrisa se desvanece y suelto un bufido. En los demás se causa cierto revuelo. Risitas, exclamaciones, cuchicheos.
Tom va entrando seguido de un sequito de personas que casi le lamen el culo. Hago una mueca de disgusto y miro al frente. Siento sus ojos posarse en mí. Demonios, estaba teniendo un día tan agradable, y ahora, el mujeriego este.
Bien, no seas prejuiciosa. Simplemente ignóralo me digo a mi misma.
—¿Está ocupado? —escucho a mi lado. Levanto la cabeza lentamente. Por supuesto.
—Sí —respondo de mala gana. Él ignora mi respuesta y se sienta en elpupitre contiguo.
—Siempre tan amable —bufa con sarcasmo.
—Y tú siempre tan atento —replico con ironía.
—Así que... según tus estándares, yo soy un fuckboy ¿no?
Volteo a mirarlo.
—Vaya, Harrison tiene la lengua suelta —comento. Él sonríe burlón.
—Un poco. Tal vez la princesita debería aprender a cerrar la boca.
—Y la superestrella debería aprender a tratar mejor a la gente —respondo mordaz—. Por cierto, ¿hablan de mí muy a menudo que he salido a colación?
Su sonrisa desaparece. Touché.
—Pensé que la vida de los famosos era más entretenida.
—Hablamos tan a menudo de nosotros mismos, que hablar de alguien más, aunque sea una princesita quisquillosa y enojona como tú, es mejor tema de conversación —replica.
Lo fulmino con la mirada.
La profesora entra y la clase se calla, los ojos puestos en Tom, por supuesto. La mujer comienza a hablar, sobre la lista de lectura, el calendario académico y los ensayos que debemos entregar este semestre.
—Psst —me dice Tom, lo ignoro. Me lanza un trozo de papel. Le miro mal. Él sonríe con arrogancia.
Abro el bendito papel. Escrito con una letra desprolija y fina, leo "te ves adorable cuando te concentras ¿Qué haces por la tarde?". Lo miro, incrédula. ¿Pero este idiota qué? ¿Coquetea conmigo?
—¿No me vas a responder? —susurra.
Respiro profundamente y le lanzo el papelito a la cara. Idiota. La profesora comienza a hablar de Shakespeare. Me tira del cabello. Lo miro molesta.
—¿Qué cojones te importa lo que haga en la tarde?
—Quiero saber si puedo invitarte a salir —replica divertido. Suelto un bufido.
—¿Y a ti que te hace pensar que aceptaría salir contigo? —pregunto. La profesora comienza a nombrar Romeo y Julieta, comparándolas con las tragedias griegas.
—Puedo ser muy persuasivo —responde. Pongo los ojos en blanco.
—Pues para tu información, saldré con alguien —digo. Ríe por lo bajo.
—¿Ah sí? ¿Con quién? —pregunta burlón, sin creerme. Sonrío con sorna.
—Con tu mejor amigo —replica.
Su sonrisa se desvanece. Me mira fijamente.
De pronto, la profesora carraspea, este de pie mirándonos.
—Alumnos —saluda. Me sonrojo—. ¿Pueden decirme su opinión sobre Romeo y Julieta? ¿Y su base en la tragedia griega? —pregunta.
—Romeo y Julieta es un clásico de Shakespeare, que a mi parecer está algo sobrevalorado —replica Tom. Abro los como platos. ¡¿QUÉ?!—. Ven como algo valiente y hermoso que su amor haya hecho que ambos se suiciden. No hay nada valeroso en el suicidio, y claramente su amor debe ser considerado algo patológico.
Un murmullo recorre el salón. La profesora asiente y me mira.
—¿Quiere decirle algo a su compañero? —pregunta la profesora.
Oh, quiero cagarle a trompazos su estúpida cara.
—Si —respondo, conteniéndome—. Romeo y Julieta es probablemente una de las obras más trascendentes de la literatura inglesa. En primer lugar, hay que recordar que Shakespeare se basó en un cuento italiano de Mateo Bandello para escribirla. —Miro a Tom que sonríe con suficiencia—. Y no glorifica ni tacha de valiente el suicidio de los jóvenes, sino que lo muestra como una consecuencia de las guerras sin sentido que tenían sus familias, cuyo odio había nacido hace mucho y que solo por continuar aquel legado, su desenlace fue fatal.
Tom entrecierra los ojos, mirándome fijamente. La profesora sonríe, los demás estudiantes observan entusiasmados.
—¿Y qué hay de su influencia griega? —pregunta la profesora.
—Claramente una tragedia —responde Tom.
—Es una tragicomedia —respondo yo. Tom me mira.
—Las tragedias griegas se caracterizan por su desenlace fatídico e irreparable, presagiado por los dioses, mostrando la lucha de los protagonistas contra el destino —argumenta Tom.
—Es una tragicomedia. Los diálogos de Shakespeare fueron reconocidos por sus fluctuaciones entre la comedia y la tragedia —rebato yo.
—Pero termina con un final fatídico —insiste.
—Bajo ese concepto, la película Titanic también sería una tragedia —replico. Abre la boca para responder pero la profesora nos detiene.
—Suficiente. Estudiantes, este es el tipo de debates que quiero en mi clase. Pensemos por nosotros mismos, rebélense contra lo que les enseñaron. Cuestiónense.
Respiro hondo y miro a Tom. Tiene la mandíbula tensa. Dios, jamás había discutido con una persona tan seguido. Es como si el sacara mis demonios y los liberara. Una guerra nuclear está por formarse.
***
¿Soy yo, o entre ______ y Tom hay tensión?
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Intercambio de miradas (Tom Holland y Tú)
Fanfiction______ (Tú) esta de intercambio en Inglaterra, junto con su amiga Lenna. Ansiosas de vivir aventuras y divertirse, todo se vuelve aún más emocionante cuando el actor Tom Holland llegue a compartir clases con ella. Con tantas cosas en su vida, ¿qué l...