Capítulo 9

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Capítulo 9



19/1/97

Estaban Alicia y Hugo con ellos


—Buenas noches. —saludamos al aparecer

—Buenas noches. —contestó mi discípulo

—Escucho. —dije

—¡Necesito que me hablen! —expresó

—¿Sobre qué? —pregunté

—Sobre...

—Síntesis. —dije

—No sé para dónde agarrar, necesito seguridades, creo estar trabajando, meto la pata, me preocupa la matrí­cula y otras cosas, la reposición de materiales, etc. —ex­puso, a lo que contesté

—Bien... Primeramente es bueno lo que están ha­ciendo, no hay que flagelarse; se trata de ser feliz. Uste­des deben aprovechar esa parte del mundo ordinario que conocen. Por ejemplo: a un agricultor le iría muy mal si se dedicara a construir edificios. Aprovechen, entonces, del mundo ordinario aquello que manejan a la perfección. El lugar en donde se mueven como peces en el agua. Esto es importante: no caer en lo literal. Si no saben leer entre líneas sean sutiles. El desatino controlado es bueno en el Mundo Real, la estrategia es excelente en el mundo ordi­nario. Por favor, analicen esto y luego charlamos.


Después del análisis continuamos.

Escucho. —dije

—¿Tengo que pagar la matrícula? (risas) En defini­tiva, no estamos errándole tan feo.

—No —dije— ustedes viven en un mundo moderno, con máquinas y esas cosas que les son útiles, por lo tanto, aprovéchenlas. Saquen provecho del mundo ordinario. Sean cazadores. Dedíquense a aquello que manejan y conocen como la palma de su mano. Cada uno en su lugar debe exigirse en ser el mejor. Siempre teniendo en cuenta el Mundo Real. Nosotros consideramos que se esfuerzan, por eso siempre estamos con ustedes.

Dentro de pocas horas sería bueno aprovechar un flujo de energía cósmica. Comenzará cerca de las 5:30 hasta alrededor de la hora 1:00 del día siguiente. Caminen mucho; caminen, ejercítense, pónganse en contacto con la naturaleza. Ríanse mucho, jueguen mucho, que eso sí es bueno. Permítanse disfrutar el Ahora. No se apenen tanto por lo que sucederá después. Siempre estamos con uste­des.

Para el enano (refiriéndome a Hugo): cuidado. Siempre estar alerta. Aten­ción a las señales de la naturaleza, a las cosas que suce­den por "casualidad" que no es tal. –luego me dirigí a Ali­cia−

Sería bueno empezar a cambiar ciertas actitudes. Cultivar la fineza y la elegancia, sobre todo para las perso­nas que te conocen bien. Ser la misma, pero también otra muy distinta. Hablar con lentitud, estudiando cada gesto y cada palabra. Y esto con todas las personas de la vida anterior. Sean felices.

"El Olvido en el no hacer" (Libro 6)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora