"El Olvido en el no hacer" (Libro 6)

Capítulo 12

Capítulo 12

5/11/97

SON IMPECABLES.

RECUERDEN QUE CADA MOVIMIENTO DEBE SER SIN EXCEPCIÓN EL MEJOR

Y EL ÚLTIMO DE SUS VIDAS.

UN BRUJO JAMÁS DEBE SER ATRAPADO NI QUEBRADO.

PRUEBEN AVANZAR Y RETROCEDER

CUANDO SEA NECESARIO.

SIEMPRE ESTAMOS CON USTEDES.

W und S

Diario de él:

Después de la charla Juan siguió acrecentando su importancia con respecto a ese posible ofrecimiento de cargo político. No entendí qué quiso decir con eso de su Historia Personal, y sobre todo con la etapa más traumática. Ya que lo único que tuvo de traumático fue el tener que viajar a La Plata algunas veces y le permitió hacerse de mucho dinero y posesiones.

Cuatro meses han pasado desde que Alicia y Ezequiel se mudaron a Nehuén Curá. No tiene problemas porque pidió un traslado desde el ministerio en que trabaja y le otorgaron el pase, así que económicamente le va bien.

El problema radica en que no trató a fondo con el padre de Ezequiel el tema de viajar y distanciarlo de su hijo más de 400 kilómetros, solo fue una charla informal, y de un día para otro decidió mudarse. Ezequiel extrañaba a su padre, mi hermano. Estuvimos viéndonos con Alicia y Ezequiel varias veces en esos cuatro meses. Alicia estaba mal anímicamente y a veces tenía arranques un tanto violentos con su hijo, seguramente por los planteos que este hacía por la distancia que lo separaba de su progenitor.

Una vez Ezequiel estaba lavando el plato y los cubiertos que había usado e hizo un comentario que Alicia tomó como un reproche, pero que no fue tal pues no alcanzó a escuchar qué había dicho su hijo, y se acercó a él que estaba vestido con un pantalón corto y con su ojota le dio dos chirlos en las piernas. Ezequiel, llorando, le preguntó: −¡Y ahora qué hice? – a lo que ella le respondió: ¡esto es por las dudas! Laura y Yo la increpamos.

En otra oportunidad, vi que Ezequiel estaba triste. Se me ocurrió preguntarle por qué. Él con sus nueve años dijo que le gustaría poder estar más cerca del padre; que le hablara más, porque las veces que fue a La Plata a visitarlo hablaron poco, −mi papá siempre está ocupado y no me da bola.− dijo. Y era cierto, mi hermano era poco comunicativo.

Como somos muy parecidos físicamente le propuse a Ezequiel que me usara como partener en reemplazo de su padre y dijera, como si yo fuera él, todo lo que quería decirle. Hice una muy buena imitación de mi hermano. Él es mecánico de autos. Representé mi papel como si estuviera al lado del banco de trabajo (que en realidad era la mesa de la cocina de Alicia, y me puse a arreglar un carburador imaginario mientras Ezequiel pudo explayarse. Indudablemente acomodé sus núcleos porque Ezequiel se manejaba como si realmente estuviera allí su padre, en el taller. Ante mi actuación algo fría y distante (como lo haría mi hermano) entre la adultez de él y la niñez de su hijo, Ezequiel, rompió en llanto y tuve que consolarlo y explicarle que mi hermano no había aprendido otra cosa, otra forma de comunicación con nuestro padre, pero que eso no significaba que no lo quisiera. Se tranquilizó y continuamos charlando con Alicia sobre el problema, hasta que un día ella vino a la Casa de Dos Puertas muy desestabilizada ya que Ezequiel le dijo que querría ir a vivir con su padre para tratar de cambiar esa relación. A ella no le agradaba en lo más mínimo. Tomaba a Ezequiel como de su propiedad; como si por el hecho de haberlo llevado en su vientre durante el embarazo fuera un privilegio que mi hermano no tenía. Además, cuando Ezequiel volvía de La Plata en las oportunidades en las que viajó a ver a su padre, lo hacía con una actitud totalmente altanera y muy parecida a todos los que allá le mostraban mezquindad y trataban de alejarlo de Alicia.

30/11/97 1:45

—Guten Nacht! –saludamos al entrar

─Escucho. –dije y Alicia, dubitativa expresó

−Emmm!... Bueno, no sé bien qué preguntar. Pero... este... Ezequiel, con sus 9 años se quiere ir a vivir con el padre a La Plata, ¡y a mí me pasan un montón de cosas! Pero, por un lado pienso si la prueba tiene que ser que siga estando con él, con Ezequiel, acá, o darle la libertad que él quiere y dejarlo elegir que haga lo que lo hace feliz.

−Sería bueno que te escuches hacer la pregunta. Porque, justamente, dentro de la pregunta está la respuesta. Te propongo escucharte y luego charlamos. ¡Sí? –pregunté

−Sí. –contestó Alicia y los dejamos un rato. Al volver continué

−Cuando decís dejarlo elegir quiere decir que una de las dos opciones no sería una elección, ¿verdad? –expuse

−Sí –dijo Alicia y continué

−Y es cierto, sí, que si uno elige, uno es feliz, pero también aprende a ser responsable. El dolor es producido por los Apegos. Sería más fácil decir "que se quede conmigo" porque sería menos doloroso para vos; porque las batallas serían pequeñitas y cotidianas, y en definitiva aparentemente es más fácil lidiar en algunos momentos.

−Sí, sería más fácil que se quedara.

−Más fácil y menos doloroso. En este caso, tal vez sea cuestión de tiempo y enfrentar la prueba. No hay prueba más grande y más sublime que amar sin esperar nada a cambio. Ustedes están en este camino para enseñar cómo es el Amor Supremo. Y una vez dijimos que el Amor Supremo es  "Autocomunicativo"; que el que no lo siente lo recibe del que sí lo siente, y entonces comienza a conocer un poquito de lo que significa. El Amor Supremo es felicidad, aunque parezca que no. Porque en este momento está opacado por los sentimientos de amor inferior que hemos aprendido. Por el sentimiento de pertenencia, egoísmo. La posesión del objeto amado, agobiado por el peso de las enormes cadenas sin las cuales no nos atrevemos nosotros mismos a vivir. Pero si podemos transmitir a nuestros niños que se puede ser libre y se puede ser feliz, haciéndose siempre responsables de la decisión que tomen, entonces nada habrá más maravilloso para ellos que haber conocido el Amor Supremo. En realidad, el amor supremo brilla por sobretodo y, en definitiva solo nos da felicidad. Vuelvo a decir: "aparentemente no", pero todo lo que en este momento sentís es "aprendido", y "todo eso que aprendiste" te sirve para "ser lo que sos". En el momento que comprendas que podés ser vos misma y no el producto de lo que aprendiste, comprenderás entonces lo maravilloso de amar sin esperar nada a cambio; absolutamente nada, y que por el solo hecho de amar formamos parte del otro, y el otro forma parte de nosotros. Esto es así. El amor supremo ama a pesar de todo. Ama lo que es, no lo que quisiéramos que fuera. Ama Ahora, no lo que anhelamos que sea. Por lo tanto, una vez dijimos, ¡te dijimos!, que sería bueno que releyeras sobre el amor supremo; que tuvieras en cuenta el amor supremo en relación a tu hijo. Bueno, pues, tal vez esta sea la prueba. En definitiva vos elegirás. Y una vez más decimos que el dolor permite crecer a un hombre de conocimiento porque le permite no estancarse; no quedarse en el pasado, sino avanzar fortalecido porque sabe aprovechar el dolor de forma creativa. Si querés podés analizar esto y luego charlamos. Queremos decirte que te amamos y que amamos a tu hijo porque es tu hijo. Que los amamos enormemente, y que nos alegra muchísimo que estén charlando con nosotros. ¡Auf! – y nos fuimos.