Capítulo 39

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Capítulo 39



26/11/01

Diario de Él:

Hace más de tres meses que ninguno de nuestros aprendices da señales de vida. Están entrampados hasta el cuello. Wilheim y Sophia nos dijeron que habían golpeado a la puerta de algunos para poder continuar. Es muy triste ver la inacción, el olvidar todo lo aprendido o recordarlo para justificarse.



Estaban Beatriz y Sebastián, y Arturo con mis discípulos.

─¡Hola! Hola! ¿Cómo están? —dije al llegar con Sophia—

Cuánta felicidad poder charlar con ustedes. Apelamos a varios recursos para llamarlos. Queremos decirles que siempre estamos con ustedes, siempre.

Dentro de algunos días comenzará a llegar un mayor flujo de energía cósmica, como siempre, aprovéchenla; reúnanse, trabajen juntos en el ocaso con aquellas tres cosas. Nos gusta el aroma del pan casero (Guillermo había hecho recién pan en su horno de barro). Para Sebastián y Beatriz: vuestro camino es perfecto aunque falta trabajo, digamos, pulir detalles, protejan vuestra casa, las entradas. Los espíritus de la naturaleza están con ustedes, las manifestaciones que notaron son nuestras, los estamos llamando, no dejen pasar el tiempo de compartir. Cuando están juntos las energías se potencian y se consiguen más cosas. Recuerden desapegarse, no necesitar personas, objetos, sentimientos.

Para Arturo: ¿qué podemos decir? Tal vez nunca cambie, tal vez sí, tenés que definir cuál es tu camino y hacerlo de la mejor manera, digo, hacer el camino que elijas. Pregunten. —dije y Sebastián preguntó si había influencia externa, de la magia en su casa, a lo que contesté—

Acabo de decirte eso, que protegieran vuestra casa. Por eso hace falta la reunión de todos. ¡Cuánto hace, ¿no?! ¿Arturo? ¿Qué? —dije porque estaba ensimismado pensando en lo que dije de él, y contestó

—No, ¡yo sé que me falta! Tengo que definir. Creo que sé lo que quiero pero no me atrevo. —entonces contesté

—Tal vez definirse signifique seguir como estás. Cuando decimos que no somos felices, hay que cambiar, pero si te hace feliz como estás, definite por eso, comprometiéndote.

—Comprometerte a no comprometerte. —dijo Guillermo —y Arturo interrumpió con bronca

—No. No me hace feliz.

—Bien, son Hombres y Mujeres de Conocimiento; saben cómo actuar, siempre y cuando lo que hagan no los aleje, pero saben.

Hoy somos felices porque estamos charlando con ustedes. Siempre estamos. Los amamos muchísimo; siempre estamos. Auf!


1/12/01

Mis discípulos estaban algo desorientados. Entonces decidieron llamarnos.

—Queríamos saber si quieren agregar algo para orientarnos un poco más. —dijo Guillermo, entonces comenté

—Es bueno sentir y analizar lo que se siente, pero mejor es ponerlo en práctica. No desperdicien su tiempo que vale muchísimo. Para elevar el espíritu hablen poco y hagan más, mucho más. Sean verdaderos brujos; trabajen con el ensueño. Observen las señales, no se alejen de la naturaleza, vivan con certezas. Un brujo sabe lo que tiene que hacer y lo hace. Jamás se detiene a pensar cómo, cuándo, dónde, por qué, de qué manera, sino que hace. Vivan cada momento como si fuera el último, y en verdad lo es, pues si no son impecables cada momento, el siguiente será mediocre. La impecabilidad los hace libres. La Importancia, la Historia Personal y los Apegos conspiran contra la impecabilidad, pero no olviden que están allí porque nosotros los alimentamos debido al miedo a la libertad. No necesitar es una meta perfecta, pero estar allí donde somos necesitados. El brujo todo lo sabe, todo lo ve. Sería tan fácil si Dios existiera, ¿verdad? Escucho, ¡no, mejor analicen y luego charlamos. Auf!

"El Olvido en el no hacer" (Libro 6)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora