Buenos días a todas y a todos, puesto que desaparecì hace como unos mil años luz les vengo a dejar un especial :3 Espero que les guste y que estén bien en sus casas con esto de la pandemia. Sin nada mas que decir, comencemos.
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Atsuko Kagari es una chica de 17 años de origen japonés, y que para sorpresa de todos ella no va a una academia que no es como ninguna otra, una academia mágica. Akko, como le gusta que la llamen sus amigos/as y conocidos/as es una chica muy particular. No solo por su dinámica personalidad, sino que también por la gran hazaña que realizò salvando al mundo y además dàndole protagonismo al mundo de la magia. Aunque de eso ya ha pasado un año.
Hoy en día, la castaña está en su país natal y para se más específicos en Tokio. Son las vacaciones de invierno, así que la Academia Luna Nova ha cerrado sus puertas para que todos sus integrantes a excepción de las criaturas mágicas, vayan a visitar a sus seres queridos y disfrutar las fiestas.
La chica de ojos carmesí está esperando en la acera afuera del cine con los brazos cruzados. Lleva una blusa blanca con puntitos de color azul marino y una minifalda del mismo azul, unas zapatillas bajas blancas, una pequeña cartera cruzada y lleva su pelo completamente suelto. La castaña llevaba esperando media hora a que llegara su acompañante, pero no había ni rastro de ella. Hasta que a lo lejos viò como un imponente auto negro avanzaba a toda velocidad dirigiéndose justo a donde estaba ella.
El auto frenò justo delante de ella y la puerta del pasajero se abrió, de esta apareció una chica de 17 años pelirroja. Llevaba su corta melena trenzada en forma de cintillo, unos pantalones rojos de tela, una blusa blanca con delicado encaje, unos tacos rojos y un pequeño bolso de mano negro.
— Chofer: (Asomándose por la ventana del auto) Señorita O'Neill no olvide su saco. Sabe que a su padre no le gusta que no ande correctamente vestida.
— Amanda: (Agarrando el saco y cerrando la puerta) Gracias Sebastián. Que tengas buen dia y cuidate de la furia de mi padre.
— Sebastián: Hasta luego señorita O'Neill.
Amanda O'Neill también asistía a la misma academia que la castaña, aunque a diferencia de la castaña tenía origen en Estados y Unidos. Su padre es un reconocido empresario a nivel mundial y por tema de negocios se trasladó a Tokio, lo que por coincidencia favoreció tremendamente a las dos aprendices de brujas.
— Akko: (Molesta). Te estuve esperando por media hora. ¿Y qué hay con ese auto y el chofer? ¿Y esa ropa?
— Amanda: Lo siento, estaba en una reunión con mi padre y se atrasó más de lo previsto.
— Akko: Eso explica la ropa, pero no lo del auto.
— Amanda: Ah, Sebastián es mi chofer personal lo contrato mi padre para que tuviera "comodidad y elegancia". Aunque yo creo que es para mantenerme vigilada, aunque afuera de mi departamento tambien puso un guardia. Debería de el vivir conmigo en vez de poner a cuidadores, pero prefiere vivir en oficinas y reuniones que en una casa.
—Akko: (Sorprendida). ¡Chofer personal! ¿Que clase de empresa tiene tu padre para contratarte un chofer?
— Amanda: Ya te lo había comentado antes.
— Akko: (Frunciendo el ceño). Dijiste que tu padre dirigía una pequeña empresa.
— Amanda: Bueno tal vez minimicé un poco la situación. (Soltando risitas). Me encantas cuando te enojas.
— Akko: (Sonrojada y desviando la mirada). Entonces, ¿en qué trabaja tu padre?
— Amanda: Ya te dije. (Suspira). Èl es propietario de la empresa familiar, la dirige, la administra, cierra tratos y bueno la empresa para èl lo es todo. Es algo así como el patrimonio y legado de la familia O'Neill, así que a mi por ser la primogénita me corresponde ser la futura cabeza de la familia y de la empresa. Es una verdadero fastidio.
— Akko: Guau, entonces tienes una gran responsabilidad. Deberías decirle a tu padre que empiece a buscar otros herederos para manejar el negocio, antes de que tu desmorones su preciada empresa.
— Amanda: ¡Eh! ¿Qué quieres insinuar?
— Akko: (Entre carcajadas). Bueno, solo digo que no es como que seas muy aplicada para manejar una empresa. Sobre todo si tomamos en cuenta que todo lo consideras fastidioso y no te gustan los compromisos.
— Amanda: Claro que soy muy aplicada. Yo soy exelente, soy la mejor. Si me hubieses visto en acción en la reunión de hoy hubieses quedado impresionada. Mejor entremos.
— Akko: Bueno si tù lo dices. Aunque si tengo que aceptar que esa ropa te queda bien.
— Amanda: (Sonrojada). Tal vez empiece a vestirme mas seguido asi. Sabes, hay un compromiso que me encanta.
— Akko: Ah, ¿enserio? ¿Y cual es?
— Amanda: (Se acerca al rostro de Akko). El de ser tu novia. (Le da un beso suave y lento a Akko).
— Akko: (Roja entera). ¡¡¡Boba!!! ¡¡¡Se supone que debemos ser discretas!!!
— Amanda: ¿Acaso no te gustò?
— Akko: Claro que sì, pero estamos en público.
— Amanda: (Susurrandole en el oído a la castaña). Entonces en vez de entrar a ver la película podemos ir a mi departamento a hacer algo más divertido.
— Akko: (Sonrojada a un nivel inimaginable). Yo... etto.
— Amanda: Jajajajaja eres tan tierna. Vamos, no te quedes ahí parada. Si no elegimos pronto una película el cine va a cerrar.
— Akko: (Viendo como la pelinaranja ya está casi dentro del cine).Ey, no me dejes atrás. Eres muy mala señorita O'Neill.
— Amanda: No me digas asì.
— Akko: ¿Por què? ¿Acaso no te gusta? Señorita O'Neill, Señorita O'Neill.
— Amanda: Y después la amal soy yo, vamos escoge una película luego.
— Akko: (Riendo). Te amo.
— Amanda: (Sonrojada). ¿Què dijiste?
— Akko: Mira veamos esa, està apunto de comenzar. Vamos, apurate.
— Amanda: Oye no, repite lo que dijiste antes. Espérame, vamos no me dejes asì. ¡¡¡¡Atsuko!!!!
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El amor es la esencia de la vida
Fiksi Penggemar· Luego del gran triunfo de las nueve brujas aprendices, en contra el misil que amenazaba a la Tierra y su forma de vida, tal como hoy la conocemos. El mundo comienza a ver que las brujas son tanto útiles como necesarias, generándose como consecuenc...