The umbrella academy (fanfic)

El castigo

Cinco
— Dios Luther deja de seguirme es raro y no lo soporto más.

— Oh no claro que no, te voy a seguir durante las próximas dos semanas, tengo que estar atento de que no le digas la verdad a T/n, hasta que sea el momento indicado.

Lo fulmino con la mirada, quiero matarlo pero me controlo.

— Ten paciencia solo te quedan dos semanas.

Me voy al techo y grito hasta quedarme sin aire, creo que estoy sintiendo algo por T/n y no quiero, porque no quiero quererla y después ella se entere de la verdad y me odie como predice Luther.

•••
T/n
— Te pasaste Klaus te dije que no jugaras con la hipnosis.

— Lo siento no me acordaba.

— Está bien pero déjame sola.

Klaus se va, necesito volar, despejarme, así que subo al techo.

Pongo unas cuantas almohadas y veo las estrellas, me encanta verlas y conozco cada constelación gracias a mamá.

— ¡Ahhhhhhh!

— ¿Estas bien?

— Ahora me asustaste tu a mi, lo siento no sabía que estabas aquí.

— Ven.— le hago señas para se se acerque y el se sienta al lado mío—

— Te gusta mucho estar aquí arriba ¿No?

— Si, se a vuelto mi lugar seguro.

Me vuelvo a acostar y Cinco me imita.

— Parece que no hablamos hace años, ¿cómo estás? Al parecer no muy bien.

— Am si es solo el colegio y los exámenes, me tienen un poco  estresado.

Nos quedamos viendo las estrellas cuando pregunta.

— ¿Para leer la mente tienes que concentrarte?

— Son como susurros y al principio leía la mente de todos sin querer pero aprendí a controlarlo y no me gusta leer la mente de las personas, siento que es invasión a la privacidad, igual que tampoco me gusta usar los poderes de alguien sin permiso a no ser que sea de vida o muerte.

— ¿Te gustan las estrellas?

— Me recuerdan a mama, ella me enseñó todas las constelaciones.

— ¿Cuál es esa? —dice señalando el cielo—

— Es Orion, ¿vez esas tres estrellas? Son el cinturón de Orion.

Cinco voltea a verme y me besa.

— Oye lo del te amo y que no podrías vivir sin mi fue broma ¿Cierto?

— ¿Que? Cuando dije... Klaus. Si, lo siento Cinco fue broma, me voy a dormir, ¡que duermas bien!

Bajo corriendo a donde Klaus.

— ¡Klauuuuuus! ¡Que te pasa! Me hiciste decirle a Cinco que lo amaba y que no podía vivir sin el. —le doy un pequeño golpe en el hombro y me rio—