Capítulo 12

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Narra Lauren:

-Hola Mani, necesito tu ayuda.- Pedí. Caminábamos por los pasillos, tiempo antes de entrar a la cafetería.

-¿Qué se te ofrece?-Preguntó.

-Camila irá hoy al invernadero conmigo.- Susurré.

-Uuhh, pilla.-Sonrió.

-No es eso, Maní.- Dije rápidamente.

-¿Entonces?- Me miró.

-Quiero que vayas antes, porque hay algunas flores que requieren de tu atención en específico.- Comenté.

-Oh, ya veo.- Razonó.- Dame un momento, le pediré a Ally que compre mi almuerzo.- Dijo tecleando un mensaje de texto, para luego guardarlo.- Andando.

Al llegar al complejo, lo abrí con mi llave. Al entrar, Normani se dio cuenta de que yo ya había hecho un gran avance en remodelar.

-Pobresitas.- Normani tocó unas violetas casi marchitas.

-¿Crees poder ayudarlas?

-Me ofende tu pregunta.- Sonrió.
De pronto, Normani colocó su mano sobre las pequeñas flores agonizantes, dándoles vida al instante. Inmediatamente después, se pasó a los arbustos secos que rodeban al gran árbol del centro del complejo de cristal. Lo que Normani estaba hacienda era hermoso.

-Necesitarás ayuda para cuidar de este lugar.- Comentó mi amiga mientras seguía reparando algunas plantas más.

-Puedo atenderlas todas con mis poderes.- Comentemé con simpleza.

-Tu no lo entiendes.- Me regañó.-Algunas flores requieren mas que los cuidados básicos del agua o fertilizantes, y demás; otras, simplemente requieren de atención especial. Quieren que les hables o que las trates tiernamente con suma delicadeza, ¿entiendes?- Comentaba mientras reparaba la parte seca de los rosales.

-Entiendo.- Comprendí- Eso de tratarlas... me llevaría tiempo, entonces.- Normani asintió ante mi conclusión.

-Hola, lamento llegar tarde. Había una enorme fila en la cafetería.- Camila se anunció.- Oh, hola Normani.

-Hola, Mila.- Saludó la morena.-Escucha mi consejo, Laur.- Normani tomó su bolsa y caminó hacia la salida.- Nos vemos, chicas.- Se despidió alegremente.

-Bye.- Contestó Camila, luego de unos segundos me miró.- ¿Quieres un poco?

-Vaya trajiste mucha comida- Dije al verla.

-No sabía si ya traías de comer o....

-Está perfecto, gracias.- Rapidamente, le sonreí a Camila en agradecimiento. Ambas colocamos las cosas en la banca de antes.

-Wow, todo floreció.- La castaña se sorprendió al ver que todas las plantas se veían vivas nuevamente.

-Sí, es hermoso.- Pero yo sabía la verdad detrás de esta recuperación instantánea y milagrosa.

-¿Qué hay para hacer hoy, jefa?- Camila imitó el saludo militar de forma muy graciosa.

-Hay que limpiar aquella plataforma.- Le señalé un pequeño lugar en alto en el que habían más cajas y cosas amontonadas.- Mientras yo, acomodaré toda la herramienta, ¿de acuerdo?- Ella asintió.

Me fui al único muro de ladrillo que había en todo el invernadero, y era prudente, porque allí podía colgarse la herramienta. Así qué, sacudí un viejo tablero de madera y lo clave en la pared cuidadosamente.

-¡Hey!

-¡Auch!- Expresé dolor al pegarme en mi nudillo del dedo índice. Camila había pegado un grito repentino y yo me había pegado con el ladrillo.

Montañas de Cristal (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora