(16)Nuestro Amor

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Katsuki mantenía su rostro serio, le daba gracia la situación y su seño fruncido desaparecía cuando algo le entretenía, pocos podían notar esos pequeños detalles.

Y es que, con la repentina afirmación del rubio explosivo, todos miraron en su dirección, este solo soltó una risita, mientras miraba decisivamente a Midoriya, se cruzó de brazos y colocó ambos píes sobre la mesa, pareciendo un poco más relajado, con la única intención de que todos se voltearan para verle.
-Yo no pienso estar mendigando la aceptación de nadie, y una mierda.- Chistó, permitiendo que todos se confundieran aun más, Deku estaba sentado, esperando a que por alguna razón, todo aquello que estaba viviendo fuera producto de su propia imaginación, lamentablemente no lo era.

Siendo sincero no le daba vergüenza amar a Kacchan, pero le aterraba saber si sus amigos lo rechazarían por sus gustos, todo podemos ser inseguros, no hay nada de malo mientras seas capaz de superarlo con el tiempo, El de cabellos rizados siempre necesitó acostumbrarse a un cambio, por el contrario, Bakugou, cuando algo le estresa, suele odiar la sensación de dependencia hacia el uso extremo de los días o semanas para resolverlo, necesitaba actuar correctamente y rápido.

Uraraka se levantó de su asiento, bien sabia que era más pequeña, pero quería aparentar más altura frente a todos.-¿Bakugou-kun, te gusta Deku-kun?- No dudó en Preguntarle

-No.- Declaró bajando de nuevo sus pies al suelo.

Toda la clase gritó alguna incoherencia acerca de la respuesta de Katsuki, pero por sobre todo, Midoriya no sabía como sentirse en aquel instante, ¿apenado? ¿Triste? Estaba por huir del lugar.

-Deku es mi rival Cara Redonda.- El rostro de enfado de Uraraka estaba por teñirse de rojo furia. -Pero si, se podría decir que tiene algo ese bastardo- La simpleza de sus palabras volvieron a generar un escalofrío en la mayoría de las espaldas. Y es que el sarcasmo es Katsuki no era algo habitual, y desconcertó a más de uno.

- Pero, ¿eso es un sí o un no- Katsuki no tenía paciencia para tanto cotilleo.

-¡Joder! ¡Qué sí amo a Izuku! ¿Ya quedó claro? ¿lo repito de nuevo?-

Toda la clase 1-A pasó de un rostro decaído por la confusión, a una tez un tanto más alegre, soñadora. No solo por la declaración de amor, sino de quien provenía. La mayoría no podía comprender como o cuando sucedió, por lo que se mantenían callados divagando un poco. El de menor estatura estaba rojo como tomate, escuchar su nombre salir de la boca de su novio le había afectado más de lo que pensaba, fue demasiado tierno en su opinión, pero ahora sus nervios florecerian por la pregunta de uno de sus compañeros.

-¿Y Midoriya?- Habló Sero muy entusiasmado, al perecer aquella idea le era fenomenal. - ¿Te gusta ese rabioso?- La mayoría rió por lo bajo, producto de la reacción tan agresiva que ese apodo provocó en Katsuki, pero a la vez, prestando mucha atención hacia lo que diría el pecoso.

Ahora toda la clase esperaba su respuesta, eso le provocaba mucha inseguridad, quería que ese nivel de comfianza que existía en la academia no cambiase, y no sabía si desvelar lo que en realidad tenían les iba a afectar de alguna forma, pero, joder, ¿a quien le importaba ya?

-No.- Afirmó desviando la mirada. Una sonrisa especial sobresaltó a todos en aquel instante -Yo amo a Kacchan.- Una risa muy sincera acompañó sus palabras.

-Que cursi Midoriya.- Mineta le miraba un tanto aburrido.

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-Déjame ver si entendí...- Comentó lentamente el rubio de quirk eléctrico, no le quedaba del todo claro por la extraña situación que se le presentaba -¿Ustedes dos... ?-

Solo él, ¡Maldita Sea! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora