Dos Siglos Atras.

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Es de día en el trono blanco, la capital de Benergoth, reconocida ya que es la ciudad que está ubicada en lo alto de Benergoth esta tiene la vista más amplia de todo Benergoth, desde donde se puede apreciar toda la tierra es desde la muralla de Flecha, una muralla muy alta la cual se tardó en hacerse en 40 años con piedra caliza marmolada, la muralla es blanca y con forma de la punta de una Flecha donde se ve a lo lejos la ciudad.

El rey Mcquintaer o mejor conocido Galahad, viendo su tierra en la pasarela que tiene la muralla de forma de balcón.

Apreciando toda la vista a lo lejos ve las montañas de pico nevado con las nubes rodeándolas a los pies de las montañas ve el lago Celestino, y junto al lago un poco más a la derecha ve como empieza el bosque y en el horizonte se aprecia la ciudad de Venester.

La ciudad de los 9 magos de la corte, Galahad se da media vuelta ya que escucha las campanadas de la ciudad, estas campanas solo sonaran cuando su hijo llegue de las cruzadas, Galahad dio un respiro hondo y mientras cierra los ojos y el aire fresco llena sus pulmones, suelta lentamente el aire y abre los ojos, su esposa Penélope lo toca por el hombro y con la mirada el Rey haciende suavemente con la cabeza, coloca su brazo izquierdo en forma de gancho y su esposa se sujeta de el mientras se encaminaban a la plaza principal a recibir a Leoric.

Mientras caminan por la ciudad la gente arroja pétalos de rosas, en muestra de felicidad por la familia real, toda la ciudad se paraliza y salen a recibir al príncipe.

Mientras el rey se acerca los guardias abren el pazo entre la gente que se desvive por poder tocar al rey, Galahad saluda a toda la gente mientras su esposa hace lo mismo.

Llegando a la plaza central, las puertas estas se abren y Galahad lo primero que observa es a ese guerrero de armadura plateada con bordes dorados, capa azul rey y ese pelo color amarillo claro, era su hijo Leoric.

Leoric se acerca a los pies de su padre, desenvaina su espada desde la cadera y la clava en el piso arrodillándose, guardias, soldados, hombres, mujeres, clase media, pobres, y ricos, guardan silencio y se arrodillan en perfecta sincronización.

Galahad con el brazo que tiene libre, lo extiende por encima del hombro de Leoric mientras este se coloca de pie y su madre lo abraza por el otro lado, así conformando el abrazo familiar, en ese momentos todos ovacionan a la familia real, y siguen tocando la música con las flautas y tambores y siguen arrojando los pétalos de rosas.

Galahad muy feliz le dice a Leoric –me da gusto verte hijo mío.

Leoric sacando la espada del suelo responde –padre, a mí me da más gusto volver a mi hogar, cumplí con mi misión pude matar a ese demonio que los orcos trajeron.

Galahad sin poder contener la sonrisa –sabía que podías muchacho, ¿cómo están los hombres?.

Pregunta el rey, Leoric desciende con la cabeza –perdimos a muchos, la catedral donde se escondía estaba protegida por orcos no fue fácil pero está hecho. El cadáver del mismo lo traen en el cargamento.

–sabia que iban a morir muchos por eso no quería que fueras. dijo el rey preocupado.

–lo se pero son riesgo que tenemos que afrontar y si voy hacer rey quiero haber podido conocer y luchar con mis hombres. Dice el príncipe con imponencia.

 Dice el príncipe con imponencia

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El Rey Del Frio La Helada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora