Capítulo 7

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"El amor y el dolor van de la mano. Para amar, primero hay que sufrir y despues del dolor viene el amor."

NINA

―¡Por favor! ―Se escucha que grita Jackson. ―¡Solo fue café, director Richardson! ―Guarda silencio. ―¡Ese pedazo de imbécil quiso follarse a mi novia!

Mian a mi lado me pellizca el brazo con temor. No se como, pero logre convencerla de venir a chismear, a través de la puerta de la oficina del director. Por nuestra fortuna la secretaria no vino a trabajar hoy.

―Esto es inadmisible, Señor Crawford. ―Le reprende con su típica voz rasposa. ―Sin duda alguna usted y su amigo Larsson son unos problemáticos. Pero ustedes, hermanos West, ¿Enserio? Cuando llegaron a mi oficina pensé que serian un ejemplo para los demás. Pero ya veo que me equivoqué.

Mian vuelve a pellizcarme. Muerdo mi labio reprimiendo un quejido de dolor. Ella me mira con desesperación, no esta acostumbrada a estas cosas. Yo tampoco pero me entraron unas ganas de venir a escuchar.

Desde que los vi he sentido una gran curiosidad hacia Darrell y Drew. Han causado todo un revuelo, como era de esperarse. Pero no se, siento que esconden algo. Detrás de todo ese atractivo y actitud de superioridad siento que hay algo mas.

Mian y yo hemos hablado de eso. Ambas lo percibimos. Pero siento una inclinación hacia Drew, mucha mas curiosidad por el.

Aquel dia en el club pude ver un poco de Darrell. Es confianzudo, arrogante y hasta algo creido. Eso lo vuelve algo intimidante. Mian me explico lo de la nota que le arrojo y todo esto no puede parecerme mas extraño.

Darrell es extraño pero Drew también. Esos hermanos traen algo entre manos y la pelea que tuvieron en el comedor solo me despertó aun mas las ganas de chismear. Mian, muy en el fondo tambien siente curiosidad. La conozco, quiere saber pero siente algo de temor.

―... Director Richardson. ―Dice una voz que no había escuchado en todo el rato. Es segura, grave y fuerte. Aunque sumamente seria, algo me dice que es Drew. Mian deja de molestarme y pega su oreja a la puerta para escuchar. ―Entiendo que no haya explicación para esto. Estuvo mal lo que hicimos pero solo quiero decirle: si usted viera como amenazan a su hermano menor ¿no lo defendería? Darrell y yo tenemos un gran vínculo. Nos defendemos el uno al otro y asi sera siempre.

Alguien resopla con cansancio.
―Lo entiendo a la perfección. Pero estas no son las conductas que deben tener unos alumnos que a penas ingresan a mi institución. Sin embargo, lo dejare pasar. Pero no quiero otro evento como el de hoy. ¿Esta bien?

No se escucha nada. Supongo que los hermanos solo asintieron de acuerdo.

―¿¡Como!? ¿¡Dejara a estas mierdas irse con tranquilidad!? ―Grita eufórico Jackson. Travis no ha emitido palabra desde que entro.

―Si. En cambio usted tiene un historial muy comprometedor, Señor Crawford. Estoy cansado de lo mismo, y usted, Señor Larsson. Estoy muy decepcionado, tiene que dejar de seguir en todo a su amigo, es un alumno con calificaciones intachables pero en cuanto a su conducta deja mucho que desear. ―Guarda silencio―Ya pensaré en un castigo para ustedes. Por ahora retírense todos y vayan a enfermería, y no quiero que...

No termino de escuchar lo que decía Richardson porque a mi lado Mian tira de mi brazo llevándome lejos. Me mira con los ojos muy abiertos dándole una apariencia de lunática.

―¡¿Estas loca!? ―Susurra en un mini grito. ―Eso fue muy riesgoso. Vámonos a clase ya.

Mian vuelve a tomarme del brazo como si tuviera miedo de que vuelva a escaparme. La sigo algo resignada. Si algo puedo decir es que el director no tiene mucha autoridad. Es decir, ¿No sabes cómo castigar a unos alumnos que se pelearon en mitad del comedor? Ósea, eso merece una expulsión.

El Club de los Corazones Rotos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora