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Era gracioso cómo es que Adrien y Marinette no se encontraron toda la semana – Adrien habría jurado que Marinette era del tipo que exploraba su entorno.

Esta suposición, de cualquier modo, fue probada cierta cuando Marinette entró al área de la piscina y vio a Adrien desnudo.

Marinette dejó salir un pequeño jadeo y retrocedió, casi tropezando con sus pies por la vergüenza que sintió.

Adrien giró a tiempo para ver la expresión de Marinette y estuvo por reírse debido a lo cómica que lucía, pero tenía que seguir su plan y mantener cara de póker.

—¿Podrías girar para poder ponerme el bañador?

Marinette lo hizo.

—Lo siento, lo siento, no quise verte.

Adrien apenas se había puesto el traje cuando pilló lo último que Marinette dijo. Esta no era la primera vez que 'accidentalmente' se había dejado ver por sus invitados, pero ninguno había reaccionado como Marinette.

Giró.

—¿Cómo dijiste?

—Oh, no..., no quise... no es como que yo... es decir, tú eres... umh... pues...— Marinette miró el suelo y de alguna forma logró lucir incluso más pequeña en su mullido albornoz blanco con su cabello negro atado en un moño alto.

Adrien quería sonreír, pero sonreír de verdad. Era la primera vez en toda la semana que había notado que Marinette Dupain-Cheng era una chica verdaderamente adorable.

Adrien contuvo sus ganas de sonreír y en lugar de eso miró con cautela hacia Marinette antes de introducirse en la piscina.

—Me refería a que..., no fue mi intención verte así. Argh... apuesto que ahora crees que soy una idiota.

—No lo eres.— Adrien dijo, dejando ver una pequeña sonrisa. —Quizá no eres la chica más elocuente, así que solo cállate y entra a la piscina.

Marinette se quitó el albornoz y..., traía un bikini rosa de flores.

«¿Era en serio?»

Saltó a la piscina con toda la finura..., que pudo lograr – la cual no fue mucha.

El splash de Marinette interrumpió la cadena de pensamientos de Adrien sobre el horrible bikini. Su rostro estaba ahora lleno de agua, y Adrien estaba algo enojado porque había pasado media hora arreglando su cabello con gel.

A este punto Adrien estaba tan preocupado por su cabello que no se dio cuenta que había dado voz a sus pensamientos.

Marinette solo se alzó de hombros.

—Pues me gusta.

Adrien estuvo cerca de decir algo sobre eso, pero entonces ella de súbito se sacudió el agua del cabello como un pequeño perrito – Adrien no lo admitiría pero creía que ahora mismo Marinette lucía como una cachorrita.

La chica nadó al otro lado de la piscina y cualquier oportunidad que Adrien tuviera para decir algo descarado o incitante se murió en el agua.

—Lamento haber sido un idiota la otra vez.— Adrien dijo cuando la cabeza de Marinette salió del agua. —No quise ser intimidante o algo.

—No estaba intimidado.— Marinette dijo mientras lentamente se cercaba. —De hecho pensé que eras divertido. Algo idiota, pero divertido. Pero tu hermanastra..., es alérgica a las bromas o algo así.

Adrien trató de esconder su risa pero terminó delatándose un poco.

—No conoces a Lila.— Aunque la idea de diversión de Lila era dar brownies especiales – mezclados con laxantes –para la 'buena suerte' a los candidatos rivales para ser presidente estudiantil media hora antes de que digan sus discursos, y también contarle feliz a Adrien cada detalle de sus encuentros sexuales, solo porque sabía que haría enfurecer a Adrien porque él no podía tenerla.

Pero en lugar de decirle todo eso a Marinette, Adrien salió con algo para ganarse su simpatía.

—Pero sí, Lila es la principal razón por la que actúo así. Es decir, ella es tan perfecta, ¿sabes? Hace todo bien, y es duro tener que vivir con eso los últimos tres años. Prácticamente tengo que pelear para tener la atención de mis padres..., o la atención de cualquiera de hecho.

Marinette lo miró con simpatía – y Adrien se felicitó por dentro.

—Tenía el presentimiento de que no eras tan malo, muy, muy en el fondo.— Marinette bromeó con una sonrisa. —Me alegra que te hayas abierto para mí.

Adrien de verdad, de verdad, quería felicitarse.

—Nunca le cuento estas cosas a nadie, pero supuse que podría confiar en ti. Siento una..., conexión contigo, Marinette.

Marinette estaba lo cerca suficiente para que Adrien pudiera sentir su aliento.

—Yo también...— Susurró.

Adrien podía sentir lo cerca que estaba de reclamar su premio. Pensó en todas las mejores formas en las que podría hacerlo, para luego humillar a Lila después de tres años de vivir con su insufrible aire de superioridad. Adrien haría que rogara, e incluso podría hacer que usara el-...

Los pensamientos de Adrien fueron interrumpidos otra vez cuando el agua impactó en su rostro.

«¿Era en serio?»

Solo que esta vez fue deliberadamente.

Marinette le había echado agua antes de rápidamente alejarse de Adrien.

—¿Es en serio? ¿Crees que me tragaré eso? ¿'Siento una conexión contigo'? Tenemos TV en el campo, ¿sabes?— Marinette resopló. —Veamos, ¿el clásico bad boy con un corazón de oro, verdad? ¿Así es como planeabas llevar a la cama a la hija del decano? Mostrarte todo sensible, tocar mi alma, tocar mi corazón, y tocar mis..., otras partes. Usas gafas dentro de casa, Adrien. Los chicos como tú no tienen secretos.

—¡Hey, no puedes asumir eso! ¡No me conoces! Mi apariencia no define quien soy.— Aun cuando Adrien pensaba que debería, había pasado media hora poniéndose gel en el cabello, ¡y solo!

Marinette solo sonrió.

—Ok, ¿y si lo hubiera creído? ¿Habrías ido a la fase dos y me hubieras preguntado sobre mis anhelos, sueños y aspiraciones? Oh, y si eres extra cursi ¿me habrías tomado de la mano y habrías fingido leerla?

«Puede que sí, puede que hubiera tomado las bonitas manos de Marinette y hubiera leído las líneas.»

Pudo haberle dicho cuándo encontraría el amor, cuánto tiempo viviría, etc. Eso le habría dado boleto directo a las bragas de Marinette.

Marinette salió de la piscina y se detuvo en la puerta, en donde se quitó el húmedo bikini sin pena alguna y los dobló, colgándolos en su brazo.

Pero antes de irse, giró la cabeza hacia Adrien y sonrió.

—Buenas noches, Adrien.— Y salió.

En algún punto al mirar el desnudo trasero de Marinette, Adrien olvidó que estaba en una piscina y casi se ahogó. Apenas recordó cómo respirar, decidió que necesitaba un nuevo plan de ataque; fingir ser el príncipe azul no era una opción.

«Ese Jaguar era exclusivo, específicamente diseñado para él, y en definitiva no iba a dárselo a Lila.»

Pero una cosa resultó de su encuentro fallido con la chica; al menos ahora Adrien sabía que Marinette no era lesbiana.

Cinco segundos más tarde, Adrien escuchó a Lila gritar en el pasillo.

—¡Dios, Marinette, así no es como estamos en casa en París!

Crueles Intensiones (Adrinette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora