En un juego, uno siempre tenía que anotar los puntos y cosas importantes.
Adrien lo hacía en unas páginas cremas de un diario con cubierta de cuero; un regalo de la mamá de Lila cuando Adrien tenía 16 y había convencido a todos que era apegado a la literatura solo porque estaba aburrido – y porque el sexo oral en la biblioteca era un nuevo y divertido descubrimiento.
La tarde era algo fría y las nubes estaban grises amenazando con dejar caer la lluvia. Adrien decidió que era un día perfecto para abrir su cajón y sacar su diario. Se suponía que debía empezar una nueva página sobre su último y más grande reto: Marinette Dupain-Cheng. De cualquier modo, no sabía dónde empezar. No sabía si quería escribir sobre ello antes de ganar, y para ser honesto, ni siquiera sabía si podría ganar después de tantos giros equivocados. No quería desperdiciar hojas en una derrota y arruinar su éxito. O eso es lo que se decía a sí mismo.
Adrien pasó las hojas escritas: Leah, su última conquista femenina y a quien se había acercado solo porque la maldita de su madre cobraba demás. La consejera del campamento, una chica bastante sexy. Juleka Couffaine, porque Juleka había estado triste y Adrien aburrido y había habido cerveza y marihuana de por medio; la secretaria del antiguo decano, porque Adrien quería que le cambiara algunas notas; y a Le Chien Kim, porque no sería un colegio hasta haber tenido sexo oral con un jugador de soccer en los vestidores mientras su tonta novia porrista esperaba fuera.
Adrien pensaba que Marinette sería una buena adición a todo. Acostarse con una chica de la ciudad, hacía que las demás fueran más de lo mismo. Además, no había agregado hojas nuevas por esa misma razón, pero con Marinette era una historia muy diferente.
Adrien nunca había enfrentado el obstáculo de los 'principios/virtudes' antes – hasta ahora solo había tenido que lidiar con novias y supuestos hetero.
Siguió pasando las hojas llenas de rostros y nombres que no recordaba.
Entre todos los escritos había varias entradas sobre Lila – sus hábitos, conversaciones con Adrien, su poco esfuerzo nada honorable para entrar a la ENS, y los múltiples intentos de Adrien para seducirla.
Lila era lo único que le importaba de toda esta apuesta. Mientras que Marinette sería un bonito trofeo, y entrada en su diario, a Adrien le importaba un cuerno la chica en sí, es más, hasta olvidaría su nombre en unos meses.
Pero llevarse a Lila a la cama sería su más grande victoria.
La cadena de pensamientos de Adrien fue interrumpida por un fuerte suspiro.
—¿Cuándo me dejarás leerlo?
—Nunca.— Adrien dijo animado. —¿No es jueves?
—Les dije que tenía laringitis.— Lila movió impaciente su pie contra el suelo mientras veía a Adrien guardar con llave su diario. —Cuarto de vigilancia. Ahora.
Adrien arqueó la ceja.
—Pervertida.
☆゜・。。・゜✺ ゜・。。・゜★
—Escucha, ya sé que el tipo es atractivo, pero si la cámara estuviera mejor ubicada entonces estaría impresionado.
—Shh,— Lila lo calló. —Solo mira.
—Esa es una horrible fedora.
—Sí.
Giraron hacia la pantalla grande – la cual daba una mejor vista de todo. Nathaniel golpeó con los puños su mesa.
—¡No entiendo! Al diablo los diferentes tiempos.
—Tranquilo.— El tutor le aseguró. —Iremos lento.— Se sentó a su lado.
Sus rostros estaban peligrosamente cerca, aunque el tutor parecía ignorar eso y solo repasaba la lista de verbos y cómo cambiar de pasado a presente – todo mientras Nathaniel le prestaba mucha atención, solo que..., no a lo que decía.
Medio minuto pasó antes de que el tutor se diera cuenta de ello. Sus ojos encontraron los de Nathaniel por un silencioso y tenso momento, y luego lentamente le quitó la fedora.
—¡Oh, gracias a Dios! ¡Pensé que esa horrible cosa no se iría!— Lila soltó un suspiro aliviado.
Nathaniel se acercó más al tutor, separando sus labios pero entonces su celular sonó.
—Demonios, es mi mamá. Tengo que irme.
Lila apagó el monitor.
—Esa mujer es una entrometida.
—Ya, pero no veo qué tengo que ver en esto.— Dijo Adrien. —Aparte de que va a estar difícil hacer que tu tutor de inglés se arrodille ante mí.
—El punto es que nuestro pet grita gay por cada poro. Y por ello, puede ceder ante ti. ¿Por favor? ¿Por mí? Sabes que no pido favores a menos que sea importante.
Adrien casi dejó caer su silla de lo rápido que se puso de pie.
—¿Ahora quieres ser misericordiosa? ¿Crees que aceptaría porque es fácil? ¿Quién crees que soy?
—No es-
Adrien la hizo retroceder antes de dirigirse a la puerta.
—No lo haré. Estoy ocupado haciendo que Marinette me ruegue que la coja, y luego vendré por ti. Espero que te guste el bondage.— Fue lo último que dijo antes de dar un portazo.
Adrien se recargó en la puerta, respirando pesadamente. Estaba algo agitado.
Frente a él, el chico de seguridad a cargo del monitoreo estaba fumando. Lucía como si no fuera nada que Adrien gritara sobre bondage.
—¿Todo bien ahí?
—Sí. Y no puedes fumar aquí.— Adrien le quitó el cigarro al irse, dando una gran calada cuando supo que el chico no podía verlo.
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Crueles Intensiones (Adrinette)
FanfictionSummary: Los juegos son divertidos, buscar la presa, atraparla, conseguirla, desecharla... pero nadie contó con que él sería el atrapado. ☆゜・。。・゜✺ ゜・。。・゜★ Disclaimer: Historia basada en la película 'Cruel Intentions'. Portada hecha por: @KatuSegura1...