yo soy su luna

capitulo 25

Narra Isabel

Mi alfa salió muy temprano y estoy con los cachorros en la escuela después de ir a dejar personalmente a Maya y Mari en su escuela.

Se acerca la semana de celo, siento el caliente en mi cuerpo eso quiere decir que ya Jean está en celo y tenemos que proteger a las cachorras y mujeres.

-¿Donde estás?- ya se que Carl tiene el control.

-mi amor te espero en casa.-le respondo y me apresuró para llegar a la casa primero que él.

Llegó a la casa y subo directo a nuestra habitación no termino de cerrar la puerta cuando unos brazos me lo impiden, se que es él quien entra y cierra la puerta tras él.

Dos semana despues

se tomaron todas las medidas necesarias, las mujeres sin mate y las cachorras están encerradas y los lobos sin mate fueron sedados durante la semana de celo , Damián se hizo cargo de la manada durante la semana de celo.

Tiene un control asombroso.

Estoy caminando por el jardín trasero de la mansión.

-Me hizo el amor, fue tan tierno, fue perfecto- es la voz de maya.

-¿Que demonios hizo?- susurro para mí misma.

Llegó a donde está sentada con mari en el jardín.

-¿Que carajos hiciste mocosa? Pregunto sujetándola fuerte por su brazo.

-Nada madre, nada- me dice asustada.

-Te escuché, ¿con quién te acostaste?- pregunto con dientes apretados.

-Huele a lío, no se porque no te has dado cuenta-

-no juegues isa-

-no es un juego- me responde y corta la conexión.

-Luna la está lastimando- interviene Mari.

-Responde-

-Con Damián- dice con cabeza agachada y suelto mi agarré.

-No puede ser, ¿cuándo? Tu padre se volverá loco, ¿como pudiste hacer eso?- no se porque le reprochó si a quien tengo que matar es a Damián.

-Luna, maya siempre a estado enamorada de Damián desde pequeña y digamos que es él amor de su vida y pues quizás se apresuró pero ella está...

-cállate estupida- dice cubriendo con su mano la boca de Mari.

Narra Damián

Sus besos, sus caricias, sus gemidos, su cuerpo, sus senos, me sentí completo al tenerla en mis brazos, se entregó a mí, es la señal de que me ama.

-¿Se puede saber en qué piensas?- pregunta Lucas.

-yo no, en nada, no estoy pensando en nada- respondo.

-Claro y por eso sonríes y te muerdes los labios- su comentario me agarra desprevenido y suelto una carcajada.

Le digo o no le digo.