ʟᴀ ᴄʜɪᴄᴀ ᴅᴇʟ ᴍᴀʀᴛɪʟʟᴏ - ꜱᴏɴᴀᴍʏ ʙᴏᴏᴍ [FINALIZADA]

♡06♡

Si, era cierto. Al momento en el que la observaban en la pantalla en la guarida de Eggman, Amy volvía a su casa para dejar las compras que había realizado, sin duda hubiera querido que alguien la ayudase, pero como todos sus amigos estaban "ocupados" tuvo que hacerlo sola.

Caminaba por Villa Erizo mirando serenamente a los alrededores, no había nada ni nadie nuevo, lo mismo de siempre.

<<Pff, que aburrimiento, creo que debería pensar seriamente en mudarme a otro lugar>> decía Amy en su mente.

Tails estaba cerca de allí, ya que necesitaba algunas herramientas y tenía que conseguirlas en la aldea. La ve a lo lejos, se alegra y vuela en su dirección. La nota normal y tranquila, eso era una buena señal para él. Por ahora.

— ¡Amy!, que bueno verte por aquí —sonriendo, levanta su mano en son de saludo

— ¡Tails! —sonríe muy ampliamente al ver que ya estaban a pocos metros de distancia. — Digo lo mismo, ¿hay algo nuevo hoy?

<<Es ahora o nunca>> se dijo Tails para si mismo. Tenía que descubrir la verdad de sus pulseras a toda costa.

— Si, anoche llovió muy fuerte, ¿lo recuerdas? —ella asiente.— Tengo unas cuantas cosas en mi casa que están mojadas y pesan, y bueno, me gustaría que me ayudes a moverlas.

— ¡Claro que sí! Para eso están los amigos

Le regala una sonrisa más, y juntos fueron caminando hacia el taller de Tails. En su gran cerebrito, estaba tratando de ingeniar un plan sobre cómo lograr que se quite sus pulseras, sabía que si se lo pedía se iba a negar, aparte sería sospechoso.

Al llegar, llama a Sonic desde su comunicador, Amy no podía escucharlo o si no su "plan" iría en decadencia, por eso va hacia la puerta y le comienza a hablar, fingiendo que miraba el cielo.

— ¿Me escuchas Sonic?

Tardó unos segundos en responderle el erizo, después de todo aún se encontraba en las afueras de la guarida.

— ¡Fuerte y claro, hermano!

— Tengo a Amy en el taller, veré que es lo que descubriré luego

— Mantenme al tanto, estoy yendo— Sonic cuelga y Tails deja de disimular.

El zorrito le señalaba que cajas tenía que mover y cuales no, ella solo asentía muy gustosa de ayudar y las movía de un lado hacia otro del taller; limpiando de vez en cuando el sudor de su frente con su antebrazo. Tails como buen amigo, trajo dos bebidas en lata para ambos y le da la suya a Amy, agradecida por eso lo toma sin pensar para volver a mover las cajas.

— Espera Amy —la detiene parándose frente a ella luego de tomar una de considerable tamaño— Esta caja no quiero que la muevas.

— Pero si tú dijiste que esta...