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Un año después...


—Mmh... ah...— sus piernas se abrieron un poco más en la cama de aquel pent house
—Ah...

Aquellas manos bronceadas acariciaban su espalda, abiertas, las caderas chocando, aquella dura erección entrando tan profundo, saliendo y entrando de él... tan lento...

—Ah... NamJoon... —gimió, su rostro oculto en la almohada,  su cuerpo subiendo y bajando por las escaleras— Cariño...

Las ropas tiradas al final de la cama formaban parte de la colección de veces que aquel lugar tenía recolectando desde hacia cinco meses.

—TaeHyung... te extrañé tanto... tanto...— susurró NamJoon, bajando para besar aquella espalda de tonalidad un poco más clara que la propia.

—NamJoon...—TaeHyung se colocó sobre sus rodillas para que su espalda chocara con aquel fuerte pecho.

Su celular estaba lleno de fotos de ellos dos... una docena de ellas cuando NamJoon se puso a jugar con la cámara al terminar de hacer el amor.

Hacer el amor...

Hasta el año anterior, TaeHyung jamás pensó que podía experimentar aquello pero una discusión y gritos por parte de JungKook, lograron que los brazos de NamJoon se llenaran por completo del chico a quien tanto amaba.

—Un poco más... solo un poco... —jadeó TaeHyung, moviendo su trasero al ritmo de las embestidas, NamJoon le giró el rostro y besó sus labios profundo —Mmh... mmh...

Por el momento la solución había sido aquella: juntarse a escondidas, ser amantes...

—TaeHyung...

—NamJoon...

Y ambos llegaron al orgasmo al mismo tiempo. TaeHyung fue acostado suavemente en aquella cama, entre aquellos brazos.

—¿Nam?— susurró, sintiendo aquellas manos acariciar su cintura.

—¿Qué sucede cariño?

—Voy a pedirle el divorcio a JungKook, tengo las copias listas— susurró y se ganó pequeños besos por su cuello y brazo.

—Podremos estar juntos— sonrió NamJoon, abrazándolo contra sí.

—Siempre...— TaeHyung se giró para verlo a los ojos— Siempre juntos mi amor...

NamJoon repartió besos por su rostro, por su cuello, por su pecho, ganándose risas y caricias de un TaeHyung alegre.

En aquel tiempo transcurrido, NamJoon volvió a hacerlo vivir nuevamente.

TaeHyung comenzó a arreglarse mucho más, a estar más "reluciente", su cuerpo también cambió... y su caracter por igual.

Ahora que tenía a alguien a quien amase y lo amara, TaeHyung se sentía más fuerte, más resistente.

Una hora después, mientras JungKook estaba en su oficina, escuchó la puerta cerrarse.

—¿Debo molestarme siquiera en verte? —habló, sabiendo quién era.

Y entonces, unas copias cayeron en la mesa, sobre el teclado de su computadora.

La palabra "Divorcio" fue lo primero que JungKook vio antes de levantar la vista con una sonrisa ladina.

—¿Te quieres divorciar? ¿De mí? —preguntó burlón— ¿Aquel estúpido que juega a amarte te llenó la cabeza?

TaeHyung estaba peinado con su flequillo tirado hacia un costado, su cabello castaño brillaba furioso, su ropa más ajustada... JungKook se había percatado que su trasero había crecido.

—No es ningún juego. Amo a ese hombre y no hay excusa para nada —respondió TaeHyung.

—Te has vuelto demasiado maleducado— gruñó JungKook, tarándose en su silla hacia atrás, cruzando los brazos —Debería darte un escarmiento.

—¿Más de lo que ya has hecho?— TaeHyung rió y JungKook elevó una ceja.

¿Desde cuándo el niño estúpido con el que se casó se comportaba de aquella manera?

—TaeHyung— habló entre dientes.

—Yo no te amo y tú a mi tampoco.

—Si nos divorciamos, tú no recibirás ni un céntimo de tu herencia. Recuerda que el trato de matrimonio incluía ser dueño de Kim Co. con todos sus activos siempre y cuando la lleve al éxito.

—No quiero un centavo —TaeHyung se paró firme.

—¿Y de verdad crees que podrás entretener a ese tipo?— JungKook se levantó del asiento para caminar alrededor de él— Jodiendo todo el rato, mírate TaeHyung... ¿Qué podría verte? Cuando te saque la virginidad ya no querrá verte.

Y TaeHyung rió burlesco ante aquella respuesta.

—Noticias nuevas— el castaño se giró para verlo a los ojos —Ya no soy virgen. Me entregué a NamJoon hace cinco meses atrás.

Y JungKook tomó una honda respiración.

Jeon JungKook nunca usó los puños para manipular, jamás. Lo de él era más... fino y lingüístico.

—Qué puto terminaste siendo TaeHyung— murmuró JungKook, frente a él —¿Qué pensarían tus padres de su niño perfecto? Imagínate, ahora que están orgullosos de ti y te lo dicen... deben enterarse que su hijo no se ha entregado a su marido para la consumación de su matrimonio pero sí a un rival de sus corporaciones. Muy inteligente, TaeHyung.

—Mis padres seguirán estando orgullosos de mí.

—¿Te olvidaste por qué te casaron? —JungKook caminó hasta detrás de él para susurrarle en su oído— Tú sin mí no eres nada.

—Eso es mentira— habló TaeHyung

—Solo piénsalo es verdad, no has podido llevar a la empresa al éxito solo... yo lo hice... tú no pudiste... —le susurró y TaeHyung perdió un poco de seguridad.

matame lento | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora