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TaeHyung estaba disfrutando realmente de todo aquello.

Malta era hermosa, los edificios eran de antaño y conservaban esa magia hermosa que toda la ciudad tenía.

Estaban haciendo el recorrido de la Catedral de San Juan, iban de la mano, la imagen de la Catedral de fondo era increíble.

—Es hermoso— susurró TaeHyung y enredó sus dedos.

—Lo es, definitivamente lo es— JungKook tomó su cámara de fotos.

TaeHyung había descubierto recientemente la pasión oculta de JungKook, oculta y perfectamente manipulada.

—¿Me besas aquí? No hay nadie viéndonos— susurró TaeHyung.

JungKook dejó que la cámara cayera a su pecho y lo abrazó por su cintura.

TaeHyung sonreía mientras llevaba sus brazos por su cuello para que sus bocas se juntasen suavemente.

—Te amo... te amo...— susurró TaeHyung mientras se besaban de uno a uno.

—Te amo— lo siento— Te amo— lo siento.

JungKook besó suave aquellos labios, acarició su cintura suavemente y giró su rostro para profundizar el beso.

TaeHyung se separó suavemente y suspiró cuando abrió lentamente sus ojos.

—No seas duro conmigo...— TaeHyung lo miró a los ojos y acarició su cabello— Siempre te amaré.

Lo siento por mañana, lo siento por nosotros, lo siento por tí.

Llegada la noche, JungKook lo llevó a la cama. Lo besó, acarició, le hizo el amor hasta muy entrada la noche.

—Kook...— gimoteó TaeHyung mientras sus manos acariciaban aquella espalda trabajada.

JungKook lo embestía suave y duro, amándolo y lamentándose, su cuerpo subía y bajaba en la cama.

Aquellas manos grandes acariciaban su cuerpo de arriba a abajo, marcando su cuello, TaeHyung apretó sus ojos ya cerrados cuando lo sintió tan adentro, moviéndose, siendo consciente de cuan profundo había llegado JungKook no solo de manera física.

—Amor... amor...— gimió TaeHyung, clavando sus uñas en sus caderas.

JungKook repetía su nombre una y otra vez incluso cuando el orgasmo los golpeó.

TaeHyung se quedó dormido abrazado a su cuerpo. Pero, a la mañana siguiente, amaneció en la cama solo.

—¿JungKook?— murmuró antes de levantarse— ¡¿JungKook?!

TaeHyung lo buscó por todo el lugar sin éxito... y entonces observó una copia en la mesa de la cocina.

Cuando se acercó, se quedó sin aire. Sus manos temblaron cuando tomaron la copia... era el divorcio.

—¿Qué significa?— susurró y miró un sobre a su lado.

Lo abrió y era una carta, la letra de JungKook, limpia y curvilínea.

"Sé que me dirás que soy un imbécil, que no tengo códigos, que justo cuando pude decirte que te amo al día siguiente me voy.

Aún así quiero que sepas que no lo merezco... ni tú ni yo. Eres un hombre hermoso, bello, atractivo... y yo te rompí. Lo hice conscientemente.

Te denigré, te dí duros golpes repetidas veces, te engañé tantas veces, te manipulé y ahora me tratas como si nada.

No puedo hacerte ésto. Te mereces algo mejor... a alguien mejor que yo, a alguien mejor que un hombre que no le alcanzará la vida entera para disculparse.

Sufro de un trauma causado por la violencia de mi padre, estuve en tratamiento psicológico y psiquiátrico, tomé píldoras y desquitaba mis errores con sexo hasta que te conocí.

La primera vez que tocaste mi mejilla temblé por completo, mi corazón se agitó y sentí que iba a romperte.

Algo tan lindo como tú... con un animal imbécil como yo.

No te dí oportunidad a irte porque tenía miedo, iba a estar solo de nuevo, iba a verme sin nadie a mi alrededor.

Me sentí solo hasta que te tuve. No eres un trofeo, eres mi todo.

Te amo, te amo tanto.

Y es por eso que hoy te dejo.

Anoche te hice el amor porque necesitaba sentirte tan cerca de mí.

Hoy te dejo porque no puedo seguir rompiéndote. Hoy te dejo porque te amo, quiero que continúes sin mí; eres fuerte y capaz.

No te preocupes por el dinero, el ochenta por ciento de las ganancias serán a tu cuenta.

Te firmé el divorcio porque quise darte el último regalo, el último agradecimiento por todo lo que has hecho por mí.

Sé feliz con NamJoon, ya no te merezco.

TaeHyung estaba llorando desconsoladamente cuando terminó la carta y se dio cuenta que dentro del sobre había un cheque... habían dos billones de dólares allí.

Todo acabó...

matame lento | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora