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Cuando aterrizaron y buscaron un hotel, TaeHyung decidió que fuera lo que fuera no iba a ser prostituido por su marido... ni ahora ni nunca... pero JungKook estaba enfermo, y para tratar con un enfermo tienes que ser el doble o saber en qué punto golpear.

TaeHyung no estaba enfermo, lo sabía, era un hecho... pero creía saber a dónde golpear a JungKook para (al menos) evitar acostarse con alguien a quien ni siquiera conocía.

La puerta se abrió y se cerró, TaeHyung tragó saliva y suspiró antes de salir del baño con solo una bata después de bañarse.

—El señor Min te está esperando, ¿Qué estás haciendo?— gruñó JungKook y TaeHyung contó hasta cinco antes de dejar caer la bata.

—Esperándote a tí, no quiero que otro me toque...— TaeHyung se acercó hasta él y acarició aquel pecho —Si estoy contigo solo estoy contigo, ¿verdad? ¿Por qué me quieres compartir?— TaeHyung hizo un mohín y lo atrajo para besar aquella boca que tanto odiaba.

Sintió sus manos grandes sobre su trasero mientras JungKook lo hacía cada vez más atrás, hasta caer en la cama. TaeHyung le mordió su labio inferior y entonces lo enredó entre sus piernas, lo giró y se colocó sobre él a horcajadas.

—Escucha Kook...— suspiró TaeHyung cuando sintió aquellas manos sobre sus caderas— No quiero que nadie que no seas tú me toque... Voy a terminar con NamJoon... solo serás tú mi hombre...— TaeHyung apoyó su pecho sobre el de JungKook y éste solo mordió sus labios.

—Solo me dices lo que quiero escuchar... nada de lo que dices es verdad, y lo sabes...— JungKook besó aquel cuello, mordiendo y marcando mientras que las caderas de TaeHyung se movían hacia atrás y adelante.

—¿Crees eso de tu esposo?

—¿Y vas a dejar de luchar de la nada?— JungKook elevó sus caderas y lo vio cerrar los ojos— ¿Ah?

—Te tengo miedo...— jadeó TaeHyung, la verdad saliendo solo un poco— Pero me encantan los hombres así... me encantas tú...— completó y le desabotonó la camisa para comenzar a bajar sus besos por aquel pecho antes de desprender su pantalón.

JungKook se bajó sus pantalones y boxers antes de que TaeHyung lo tomara en su mano, estaba duro... no era la primera vez que lo sentía así... que lo iba a tener de alguna manera dentro de su cuerpo.

—Y éste es mi dulce favorito...— sonrió TaeHyung y se lo llevó a la boca.

—Ah...— JungKook llevó su mano a la cabeza de TaeHyung, solo que esta vez, la comenzó a acariciar, a enredar suavemente sus dedos en aquel cabello oscuro.

TaeHyung cerró sus ojos, desesperado porque aquello terminase, porque a JungKook se le fuera por completo la idea de llevarlo a camas de personas que no conocían.

Chupó un poco antes de comenzar a lamer sus costados, la punta de aquella polla, masajeando sus testículos con una mano para que la mano libre pudiera masajear lo que no le cabía en la boca.

—TaeHyung...— gimió JungKook, levantando sus caderas para hacerlo tragar un poco más de su miembro.

—Mmh....— jadeó TaeHyung antes de darle una última chupada y separarse, mirándolo y fingiendo una falsa sonrisa— ¿Me preparas, querido?

JungKook se levantó solo para besarlo bruscamente, TaeHyung siguiéndole el juego, sus lenguas jugando entre ellas, el ruido húmedo de aquel beso era torturante para TaeHyung.

—Date la vuelta— gruñó JungKook y TaeHyung solo rió bajo y se giró, acomodándose cuando JungKook volvió a acostarse.

TaeHyung tragó saliva antes de volver a llevarse la erección de JungKook a la boca, sintiendo los dedos de su esposo resbaladizos en su interior al mismo tiempo que la boca del mismo lo tomó.

—Mmh...— jadeó TaeHyung quiso detenerse, sin éxito ya que JungKook chupó su pene un poco más duro, TaeHyung movió sus caderas, fallándose la boca de JungKook y JungKook fallándose la boca de su marido.

No iba a mentir, en sus jodidos cinco meses en que había estado con NamJoon nunca hicieron el 69 porque nunca les llamó la atención... pero habían probado millones de cosas que les brindaron un placer increíble, aún así... en esos momentos...

—JungKook...— gimió cuando no pudo seguir con la mamada.

—Ahora estás listo...— jadeó JungKook y TaeHyung, sumido en la bruma de placer, se olvidó de aquello... de por qué estaba haciendo aquello.

—Por favor después no me entregues a nadie— susurró antes de ingresarlo en su cuerpo.

El rostro de JungKook era toda una poesía, muy distante al enfermo que había sido en el coche. Cuando TaeHyung comenzó a moverse, los gemidos de JungKook salieron graves, roncos... seguidos.

—Sigue así... sigue... así...— TaeHyung le tomó el rostro y definitivamente, y por voluntad propia, le comió la boca. Giró su rostro y las manos de JungKook le sujetaron sus caderas duramente— Dime que soy tuyo... que no me darás a nadie... dime que soy tuyo... ah... JungKook...— cerró sus ojos y apoyó su cabeza en aquel hombro.

JungKook lo giró en la cama y lo embistió duro, moviéndose fuera de su cuerpo, solo dejando la punta adentro antes de volver a entrar, moviendolo en la cama de arriba a abajo, TaeHyung escuchando repetidas veces un:

—Eres mío... eres mío... solo mío...

matame lento | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora