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Es hora...

No te mueras, Kyojuro. —hablo la luna superior.

Kyojuro estaba muy herido. Si no lo mata la Luna Superior, lo mataran las heridas que le hizo el demonio.

Pero yo tengo una forma de curarlo....pero será para más tarde.

Esto se iba a poner feo, por lo que me quite mi haori y lo dejé tirado por ahí.

— Incluso si luchas con la intención de sacrificar tu cuerpo, todo es inútil Kyojuro. Los maravillosos cortes que me atacaron ya han sanado por completo —continuó hablando el demonio—. ¿Y tú que tal? Tu ojo izquierdo está roto, tus cosillas están rotas y tus órganos están heridos. No puedes recuperarte de esto nunca más.

Sigue soñando, perra. —pensé regenerado por completo mi pierna, haciendo que el hueso vuelva a su lugar.

— Si fueras un demonio, te curarás en un abrir y cerrar de ojos —puso una mano en su pecho—. Si fueras un demonio, esto sería solo un rasguño —esta vez se puso en una pose de pelea—. No importa cuánto luches, los humanos no pueden vencer a los demonios.

— ¡¡Cumpliré mis deberes!! —grito Kyojuro preparando su espada— ¡¡No dejaré que nadie aquí muera!! —se puso en posición para atacar— Respiración de enfoque completo, Aliento de llamas

— Que maravilloso espíritu de pelea, tienes tantas heridas, pero tu espíritu, tu fortaleza y tu postura no tiene aperturas —dijo aquel demonio asombrado—. ¡Deberías convertirte en un demonio, Kyojuro! ¡Vamos a continuar peleando por toda la eternidad! —se preparo para atacar— Despliegue de la técnica.

— Noveno estilo: Purgatorio —atacó Kyojuro.

— Matanza destructiva: Estilo de destrucción. —atacó por igual el demonio.

Justo en el momento en que ambos estaban a punto de realizar sus ataques en el contrario, aparecí enmedio de ellos, haciendo que Kyojuro y (por alguna extraña razón) la Luna Superior Tres se detuvieran.
Aproveche que este se detuvo para realizar una de mis posturas.

— ¡Estilo propio. Primera postura: Corte horizontal!

Corte en dos al demonio, al igual que a algunos árboles que se encontraban detrás de él.

— Yo me encargo, tu descansa —susurre hacia Kyojuro.

— ¿Como... Como hiciste eso? —preguntó el demonio sorprendido.

— ¡Eso solo fue una advertencia, Idiota! —grité.

— ¡Lo siento Akihito-san! —se disculpo Kyojuro, por lo que lo volteé a verlo— ¡No creo que sea momento para tomar un descanso! —dijo poniéndose a mi lado para después preparar su espada.

— Kyojuro —junte mis manos mientras inhalaba preparándome para hablar—. Eres uno de los pilares a los que más respeto le tengo, por lo que nunca te faltaría al respeto o te diría una mala palabra pero... ¡Hazme puto caso y siéntate ahora mismo!

— Lamento informarle señorita, que... —comenzó a hablar el demonio terminando de regenerarse—... Yo no peleó con chicas, así que apártate. —me dijo seriamente.

— Oh, que lastima....—respondí sarcásticamente— Yo trato a todos los demonios por igual. —hable amenazadoramente— ¡Esta te la dedico, Kyojuro! —grite corriendo en dirección al demonio.

— ¡Akihito-san! —gritaron Tanjiro y Kyojuro al unísono.

— ¡Estilo propio. Duodécima postura: Llama flamante de loto Carmesí!

Con esta postura el espadachín puede crear una gran explosión en forma de esta flor, que incinera al enemigo como si el sol lo hiciese.

Por alguna extraña razón, el demonio sólo trataba de dejarme inconsciente mientras esquivaba la mayoría de mis cortes dirigidos a su cuello. 

— Chica... —comenzó a hablar el demonio mientras seguía esquivando mis cortes— ¡Tu espíritu de pelea es igual de maravilloso que el de Kyojuro! —dijo con una sonrisa— ¿Que te parece si te conviertes en un demonio? Tus grandiosas habilidades no pueden ser malgastadas en tan solo unos años de vida, así que... ¿Que dices?

— No gracias, ya comí. —el demonio me miró confundido, pero cambió su expresión al casi perder su cuello por mi espada.

— ¿Puedo saber su nombre señorita? —preguntó tocandose su casi destrozado cuello que se regeneraba de a poco.

— ¡Yo soy Akihito Kibu, uno de los diez pilares que acabarán con el reinado de Kibutsuji Muzan! —con algo de dificultad logre llegar a un lado de el, estando a punto de cortar su cuello de no haber sido por su brazo.

— Tu espíritu de pelea es tan impresionante ¿Por qué no recapacitas y te transformas en un demonio? —preguntó mientras me extendia su mano— No cometas el mismo error que Kyojuro. Acepta, y... —se detuvo al escuchar mi risa.

— El no cometió ningún error. Y al igual que él, yo me niego —respondí para después fulminarlo con la mirada—. Cumpliré con mi deber como pilar y te acabaré.... A no ser que el sol me gane.

Al escucharme, el demonio dirigió su mirada hacia el cielo, dándose cuenta de que el amanecer estaba cerca, muy cerca. Aproveche su distracción para tratar de cortarle el cuello.

— ¡Estilo propio. Quinta postura: Remolino de sangre! realize la postura, causando gran daño al demonio.

Comencé a pelear con el demonio, sin embargo, en medio de la pelea el demonio comenzó a huir del sol. Iba a seguirlo, pero el escuchar como Kyojuro caía al suelo y lo entrecortada que se encontraba su respiración, me hizo darme media vuelta y dirigirme hacia este.

Mientras el demonio huía, me pude dar cuenta de que Tanjiro le aventó su espada y comenzó a gritarle cosas al demonio.

Me arrodillé a un lado de Kyojuro mientras rebuscaba el frasco que podría salvar la vida a Kyojuro en mi cinturon.

— ¡Tu eres el perdedor! Y Rengoku-san ¡¡El vencedor!! —Kyojuro escuchaba atentamente las palabras de Tanjiro— ¡¡Uwaaaaaaah!!

¿¡Donde putas esta el fras...?! Ah no maMES, ¡¡ESTA EN EL PUTO HAORI!! —me levante de mi sitio para después ir por mi haori.

— Ahora no sirve de nada gritar a todo pulmón —comenzó a hablar Kyojuro—. Las heridas que me han hecho se están poniendo cada vez peor. Kamado, mi chico, si muero, será mi derrota.

— ¡No digas eso Kyojuro! —regañe volviendo a un lado de él mientras rebuscaba en mi haori— ¡Tu no te vas a morir! —encontré el frasco— ¡Aja! —exclame triunfante mientras sacaba el frasco del haori.

— ¿Que...? —exclamó Tanjiro confundido mientras que las lágrimas continuaban saliendo de sus ojos.

Destape el frasco y lo acerqué hacia Kyojuro.

— Tomatelo. —lo acerque hacia su boca. El, confundido, hizo caso a mi oden.

— ¿Que era eso? —Tanjiro se acercó hacia nosotros.

— La salvación de Kyojuro —respondí observando al nombrado, por lo que Tanjiro hizo lo mismo.

Solo nos mantuvimos en silencio mientras observabamos como Kyojuro comenzaba a respirar normalmente.

— ¿Y bien? ¿Como te sientes? —pregunté luego de unos minutos.

— Yo... —comenzó a hablar mientras que me miraba sorprendido— Me siento.... Bien.

— ¿¡Que...?!

Daughter of evil (Kimetsu no yaiba y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora