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Al regresar simplemente me encerré en mi habitación después de hacer la cena. Hasunohana a estado tocando la puerta desde hace 15 minutos.

— Sensei, perdóneme por lo que voy a hacer. —dijo.

— ¿Que? —al levantar mi cabeza de mi cómoda cama, vi como Hasunohana abrió la puerta de una patada.

— ¡Sensei! ¡Tenemos que hablar! —dijo determinadamente— ¡A-ahora! —señaló la puerta, dando a entender que quería que saliera.

— Bien. —me levante de mi sitio para después dirigirme a la cocina, siendo seguida por Hasunohana.

Me senté en una de las sillas que estaba ahí. Hasunohana se sentó delante de mí, siendo la mesa lo único entre nosotras.

— Verá —comenzó a hablar—, usted es mi Sensei, por lo que le tengo mucho respeto, y solo es un año mayor que yo. Y usted siempre me ha apoyado y enseñado mucho y...

— Ve al grano Hana-chan. —pedí.

— Si —respondió—. Usted siempre ha escuchado todos mis problemas e inseguridades, y me ha guiado en todos y cada uno de ellos, y creo que yo también debería de hacerlo —levante una ceja confundida—. A lo que me refiero es que... Usted puede contar conmigo.

Luego de decir esas palabras, la cocina se quedó en silencio.

— Awww... Eso es muy tierno de tu parte —sonreí enternecida—. Pero no me sucede nada, solo estoy cansada.

— ¿Esta.... Está usted segura? —preguntó no muy convencida por mi respuesta.

— Sip —respondí—. Además, mañana tengo que ir a ver a Nezuko, por el... Veneno que tiene en su sistema.

— ¿Nezuko? ¿Habla de la demonio que vieja con un cazador? —preguntó a lo que la mire sorprendida.

— ¿Como es que...? —me interrumpío.

— Su cuervo me lo dijo. —respondió.

— Uhg... —me masajee el puente de mi nariz—. Pinché cuervo chismoso.

— ¿Eso no va en contra de las normas de la Organización? —preguntó.

— Si. Sin embargo, Nezuko no ha devorado a ningún humano, y ha demostrado que no lo hará.

— Eso es... Imposible.

— Si, yo también lo creí —dije para después irme de vuelta a mi habitación.

...

Era de mañana, por lo que me puse mi uniforme por si las dudas era solicitada para alguna misión.

— ¿Ya se va? —preguntó Hasunohana, desde la puerta.

— Si, dejé el desayuno ya listo. Vuelvo más tarde, y si no, es por que me dejaron una misión. —dije para después desaparecer.

Me dirigía hacia la finca mariposa de la forma más tranquila, al llegar simplemente pedí permiso para pasar y fui a la oficina de Shinobu.

— ¡Kibu-San! —Shinobu apareció detrás de mi, a lo que voltee a verla con mi expresión natural— ¡Valla! Eres una de las únicas personas que no se asustan cuando hago eso.

— ¿Enserio?

— ¡Si! Pero bueno, ¿Que quieres hacer primero? ¿Primero me explicas o ves a Nezuko?

— Prefiero ver primero a Nezuko, para ver cuanto daño le hizo Sanemi con mi espada y el Veneno.

— Bien, por mi puedes ir y verla, pero también necesitas el permiso de Kamado-kun —dijo—. Ven, te llevaré con el. —comenzó a caminar

Daughter of evil (Kimetsu no yaiba y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora