La luz de mis días.

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Noté que los OS de esta historia siempre tienen algo oscuro, así que decidí hacer algo completamente brillante.

Espero les guste mucho 😁

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_______ P.D.V.

Víspera de Año Nuevo, tiempo después del OS de Deseo profundo.

Bostecé mientras me frotaba el ojo, bajando las escaleras. Al llegar abajo, volteé hacia el salón y sonreí por las luces del árbol de navidad que centelleaban armoniosamente.

Fui directamente hacia la cocina y vi a mi papá con su horrible sweater de Navidad, sentado en el mesón central.

-Buenos días, Santa de oferta. -Bromeé acercándome a él. Me lanzó un vistazo de fastidio. -Ya Navidad se fue. Creo que te llegó tarde la señal de humo.

-Mi sweater es genial, no te metas con él. -Gruñó por lo bajo y recibió mi abrazo. Le di un beso en la mejilla y me senté a su lado.

La temporada favorita de papá es Navidad. Siempre se la pasa dando regalos a todos, bebiendo mucho ponche y disfrazado de Santa. Mi celebración favorita es Halloween, siempre me ha encantado esa vibra oscura pero juguetona. Pero la temporada de mamá, como mujer espectacular que es, es verano, porque puede tomar sol y olvidarse de sus "clientes exasperantes".

De todas formas siempre disfrutamos en familia cualquier día del año, sin distinción.

-Lindo cabello, señorita. -Dijo mamá con voz burlona, apareciendo de repente. -¿Qué tal la prueba de dormir sin Lauren? -Me abrazó por la cintura

-Un día a la vez. -Dije aún soñolienta por lo mucho que me costó quedarme dormida la noche anterior. A Lauren también le costó, estuvimos hablando por WhatsApp hasta que ella o yo nos quedamos dormidas. No recuerdo quién fue la primera de las dos en caer.

Un ejercicio de terapia que nos recomendó Henry a las dos, sobre todo a Lauren, fue tratar de pasar más tiempo a solas. Cuesta demasiado, Lauren es lo más esencial de mi vida, pero él nos explicó que el hecho de que tengamos nuestros momentos a solas no significa una posible ruptura o el riesgo de algún problema. Debemos prestarnos más atención a nosotras mismas, lo cual nos puede ayudar a no depender tanto de la otra a nivel emocional. Y empezamos a probar tratando de dormir cada una en su propia casa algunos días.

A Lauren le cuesta mucho más, pero cuando le dije que no había tenido ni una sola pesadilla en esas noches a pesar del insomnio, su tensión bajó notablemente. Y la mía también. Me cuesta tomar el sueño, pero cuando caigo rendida, no tengo ni una pesadilla.

-Poco a poco, dulzura. -Mi mamá me dio un beso en la sien y peinó mi cabello un poco. -¿Qué quieren de desayunar, mis amores? -Fue hacia la estufa.

-Yo sólo cereal, ma, gracias. -Le dije con cariño.

-Yo también, cariño. Muchas gracias. -Papá veía las noticias en su teléfono, como siempre.

-De acuerdo, entonces yo cereal también. -Respondió mi mamá con sencillez y yo sonreí viéndola preparar todo.

De repente sonó el timbre y papá me sostuvo la mano en el mesón para que yo no me levantara y él fue a atender.

Estaba atenta a lo que hacía mamá cuando sentí que alguien me abrazaba por detrás. Desde el primer segundo supe que era Lauren.

-Muy buenos días, preciosa. -Dijo a mi oído, dándome luego un beso en la mejilla. Yo sonreí y acaricié sus brazos.

-Muy buenos días, amor. -Me aferré más a su abrazo. -¿Qué tal tu noche? -Me volteé a verla y noté que se veía espectacular, como si hubiese tenido un descanso completo y maravilloso. Casi tuve que cerrar los ojos por su brillantez. -¿Pero qué...? -Dije molesta al verla y su sonrisa se desvaneció. -Tú estabas despierta a las 2 de la mañana, Lauren Jauregui. ¿Cómo es posible que te veas así de maravillosa? -Señalé su cara con dramatismo.

Los relatos de la Leona y la Rosa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora