Una Luz En Mi Oscuridad (SIN CORREGIR)

Capítulo 28

Cuando ya llegó junto a él, me recibe con un "Buenos días" sin dejar de sonreír, yo le respondo al igual. Me ofrece su mano para que lo tome de ella, nerviosamente la acepto, y caminamos hasta los escalones del Jet. Él me invita a subir primero, y comienzo hacerlo. 

Al entrar compruebo que sí es un Jet, bueno no es que sepa de eso pero se nota por el espacio que hay, es un avión privado, con pocos asientos de piel y unas mesas, observo el lugar, se ve todo lujoso y costoso. Es la primera vez que estoy en un avión, nunca había abordado uno. 

Confieso que estoy nerviosa, ya no sé si es por volar en un avión o porque voy a estar a solas con Erick unas horas. Tomamos asiento en unos sillones compartidos. Y él solo habla para decirme que me ponga el cinturón, desde que llegue solo hemos cruzado esas palabras, no lo veo distante, al contrario lo noto más relajado y sonriente. Quizás este esperando un momento correcto para hablar. 

Una chica se acerca a nosotros y nos ofrece bebidas, yo solo opto por agua, por el momento no me apetece ingerir ninguna otra cosa, ya que siento que mi estómago se me ha revuelto de los nervios por el vuelo. 

Coloco mis manos en los reposabrazos, hago una respiración profunda, para relajarme. Erick nota mi inquietud y sonríe más ampliamente.  

— ¿Nerviosa? —pregunta. 

Me remuevo en mi asiento inquieta por su pregunta, carraspeo para intentar hablar. 

— Sí, es la primera vez que abordó un avión. 

Toma mi mano que todavía se encuentra en el reposabrazos. 

— Tranquila, solo relájate, y disfruta —dice sin dejar de verme— Te aseguró que todo saldrá bien, confía en mí.  —me guiña el ojo.  
 

El avión comienza a moverse y unos momentos más siento que se eleva, y siento como si lo hiciera conmigo también, me hace falta el aire y comienzo hacer respiraciones frecuentemente, Erick aprieta mi mano en forma de consuelo, me pide que lo vea, y dirijo mi vista a él, ya que mis ojos se encontraban cerrados. Los abro y lo veo. 

Veo ese verde que me vuelve loca, me quedo sumergida en esa profundidad, y poco a poco me voy relajando.  

No entiendo como él puede ser capaz desestabilizar mi ser y a la vez tranquilizarme logrando que tenga paz, esos ojos pueden hacerme provocar todo tipo de sensaciones, todo en él me hace sentir segura. Y lo mejor de todo es que me estoy sintiendo cómoda a su lado, ya no es como antes cuando nos quedábamos a solas en su despacho las primeras semanas.  

Claro que sí me vuelve a besar, mi cuerpo reaccionara inquieto, si con solo tenerlo cerca mis nervios se activan. 
 

El avión deja de sacudirse extrañamente, ya no se siente desagradable como cuando despegó. Erick no ha dejado de verme ni un momento, y si antes me había relajado, ahora vuelvo ha estar nerviosa, pero ahora por culpa de él.  

— ¿Ya te sientes mejor? — preguntó en un tono suave. 

— Sí, un poco mejor — pronuncié.  
 

Quizás no fue tan buena idea haber aceptado venir. No sé si seré capaz de sincerarme con Erick. Aunque estoy empezando a disfrutar tenerlo tan cerca, hasta el punto de descubrir que era agradable.  
 

Pero no voy a negar que eso me asustaba más, porque lo que él me hace sentir con sólo un roce o una mirada.
  

Me mordí el interior de mi labio nerviosa, empezaba a confiar en él. Aún se encontraba con la mirada fija en mi rostro, desviándola un poco a mi cuello para ver mi collar que colgaba con el dije de estrella fugaz. Acercando su mano hasta rozar el objetivo y una parte de mi piel, que me hizo estremecer, los ojos de Erick destellan, con una sonrisa.